Reflexión
En el bicentenario debemos hacernos un examen de conciencia como Nación
Panamá puede mostrar importantes avances en diferentes disciplinas que deben llenarnos de un orgullo profundo, pero también carga un lastre de corrupción y descomposición social que debe avergonzarnos hasta la médula, sobre todo a la clase política que históricamente ha sangrado a la Nación.
- Arnulfo Barroso Watson
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- - Publicado: 01/12/2021 - 12:00 am
Los 200 años de vida republicana no solo deben mover a la realización de actos ceremoniales, sin mayor contenido espiritual, ni compromiso moral o ciudadano.
La fecha es propicia para hacer una reflexión profunda sobre lo que hemos logrado en estos dos siglos de independencia y lo que queremos para el futuro.
Panamá puede mostrar importantes avances en diferentes disciplinas que deben llenarnos de un orgullo profundo, pero también carga un lastre de corrupción y descomposición social que debe avergonzarnos hasta la médula, sobre todo a la clase política que históricamente ha sangrado a la Nación. Suena duro, pero es nuestra realidad.
Nada ganamos prestándonos al espectáculo vacío de los políticos, que pretenden que la patria se circunscriba a actos públicos, entrega de placas o desfiles.
La pregunta que debemos hacernos en este bicentenario es, ¿estamos satisfechos con lo que hemos construido y el camino que transita el país en estos momentos?
¿Panamá es un país libre y próspero para todos sus ciudadanos, o para una casta política y social?
Hay miles de formas de hacerle daño a la patria y de apropiarse de sus riquezas, en desmedro del pueblo.
Y en Panamá hay grupos que realizan con altas calificaciones esta deleznable tarea.
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El bicentenario debe servir para fijarnos nuevas metas como Nación, con transparencia e igualdad.
Periodista.
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