Es el momento
Es el momento de levantar vuelo, como un águila lo emprende, para remontar con sus grandes alas las alturas. Así surca los cielos de manera majestuosa, oteando el horizonte, viendo a gran escala el panorama de su trayecto. Así enfoca su atención en el pico de la colina, donde descansará, donde fabricará el nido de sus creaturas. Allá en la cima no llegarán los depredadores, ni los cazadores humanos, y podrá reposar para coger nuevas energías. Pero tuvo que volar, batir sus alas con fuerza, mirar, observar, para luego elegir su morada. No depende de otras aves, ni de que el viento sople o no y que la lleve sin esfuerzo. No espera que las circunstancias se alineen, concuerden entre sí, para ubicarse, o ir a buscar una presa para comer. Claro, entra en sintonía con el ambiente, buscará el momento propicio, no luchará contra tormentas, o volará en la oscuridad de la noche, ni se expondrá a depredadores o cazadores furtivos, al menos que fuera necesario, que no hubiera otra manera de hacer las cosas. Sabe usar su instinto, conoce sus alrededores, está siempre alerta, es consciente desde su inteligencia animal, que no puede confiar, que hay que estar a la defensiva, siempre vigilante, que hay una ley de la sobrevivencia: que el exceso de confianza puede ser mortal.
Pues así tu momento, el de la oportunidad que se presenta, que no significa tener todo asegurado, con todas las ayudas posibles, sino más bien entender que nada en esta vida se te dará regalado. Que todo lo bueno cuesta, que mientras sea mejor lo que desees, más sacrificios vendrán y que el triunfo llegará cuando hayas puesto todo el esfuerzo, y lo alcanzarás muchas veces no como lo esperabas, ni en el momento en que querías. Porque hay tantos contratiempos, vicisitudes complejas, y muchas cosas que tú no puedes controlar. Y además que, el verdadero triunfo consistirá en haber caminado, luchado, en dejarte la piel en el camino, en haber derramado sangre, sudor y lágrimas, haber perseverado, aguantado todo infortunio, todo por hacer que la causa, la meta, el ideal se cumpliera. Esa lucha ya es en sí un triunfo.
Entonces, este es tu momento, el ahora, lo único que tienes es el "hoy" para empezar, para continuar, para levantarte si te has caído y volver a caminar, subir la montaña, llegar a la cúspide, y aunque no llegaras, lo más importante es el esfuerzo, la lucha, la tenacidad, el tener una causa por la que vivir. Ánimo, el momento es ya. No lo pienses demasiado. Vale la pena caminar para subir la montaña.