Felipe González o la verdad perdida
Publicado 1999/05/17 23:00:00
- Carlos A. López Z.
Casi lloro al terminar de leer el conmovedor artículo del expresidente de España, Felipe González ("A la búsqueda de la verdad perdida", publicado en El País de España y reproducido por La Prensa el 13 de mayo de 1999). No de dolor iba a llorar por el sufrimiento de los kosovares de origen albanés (nuestro pesar por ellos está fuera de toda duda), sino de rabia, indignación e impotencia. Duele ver que personas de su tallaÑy no son pocosÑmiran, pero no ven, y oyen pero no escuchan, para usar la retórica de don Felipe. Pero nunca podrán encontrar la verdad quienes pierden la capacidad para razonar.
Felipe González arroja todo el peso de su prestigio (lo que le queda, aclaro) a favor de la Organización para Triturar y Amansar Naciones y en contra del "sátrapa": el (aunque le moleste) presidente constitucional de la República Federal de Yugoslavia, Milosevic. El ex socialista clama a gritos por una rápida solución (¿dónde escuché esto antes?) al "problema" de Kosovo: que entren las tropas terrestres a aniquilar a las fuerzas armadas serbias, a asesinar a cientos de miles de yugoslavos no combatientes y a terminar de destruir lo que dejaron en pie las bombas y misiles de los Estados Unidos.
Son sus palabras textuales: "Yo también pienso que se ha actuado tarde y con fallos, sobre todo garantizando a Milosevic que no habría intervención por tierra, es decir que no se llegaría hasta el final. Pero no puede servirnos de justificación elusiva para que se retrase aún más o definitivamente".
Los voceros de la Bestia aclaran que sus 666 aviones, más los 334 del personal de servicio de la OTAN, no le hacen la guerra al pueblo serbio sino a Milosevic, y don Felipe se hace eco de la mentira. Igual mentira dijeron el 20 de diciembre de 1989: George Bush dijo no tener nada contra el pueblo panameño sino contra el general Noriega, pero ni con satélites y espías sabían siquiera dónde estaba Noriega, a quien no encontraron y quien se entregó voluntariamente.
Luego de cerciorarse la CIA de que todas las armas de los cuarteles fuesen retiradas, atacaron a Panamá cuando el pueblo dormía; a Panamá, que carecía de fuerza aérea, que no contaba con defensa antiaérea y que no poseía un solo radar. ¡Y este país sin radares fue bombardeado por dos F117 que nunca antes habían sido probados "en guerra"! ¡Aviones invisibles al radar!
Noriega saldrá libre antes de lo que se imaginan. En cambio, los miles de panameños civiles y no combatientes que murieron en tan sólo tres días, todavía aguardan "cristiana" sepultura, aunque fuese simbólica, dado que los amerinazis hicieron desaparecer sus restos para borrar las huellas de sus crímenes. Felipe González, quien fue apoyado por Omar Torrijos, ¿ha llorado por Panamá?
Noriega no era un ángel, como Milosevic tampoco es Santa Teresa de Calcuta, pero estoy seguro que ni Noriega ni Milosevic tampoco son los monstruos que nos presentan los medios controlados por los Estados Unidos y la Organización Terrorista Americana Nazi para justificar su agresión. "Operación Psicológica" la denomina el manual de la CIA. Su apodo en inglés es "Psyop", y constituye una edición corregida y aumentada de las "tesis" del Goebbels, jefe de propaganda de Hitler. ¡Qué pequeño es el mundo!
No, don Felipe. El pueblo serbio (y los vecinos) no se merecen esta agresión por culpa de Milosevic, como tampoco el pueblo panameño se merecía la invasión "por culpa" de Noriega.
Con la autoridad moral (y no apelo a una ética de lo absoluto) que me da el ser sobreviviente en un país invadido y despojado de alma nacional, le digo a don Felipe que no llore sólo por los refugiados de origen albanés, llore por todos los serbios, de la etnia, religión o cultura que sea. Llore por los 916,000 refugiados, de los cuales 746,000 salieron a partir del 24 de marzo cuando los otanazis al mando de la Bestia iniciaron sus bombardeos a Yugoslavia y que los propagandistas como usted le achacan -toditos, todos- a Milosevic.
Llore por las miles de víctimas inocentes de las bombas y misiles, kosovares o no, y por la destrucción de la economía y la soberanía de un pueblo. Y llore por quienes aún no han muerto y morirán, de lado y lado, decenas de miles de muchachos, entre quienes encontraremos mayoritariamente a soldados "estadounidenses" de origen hispano, negros y no blancos, usados como carne de cañón por las transnacionales de la muerte.
Estoy de acuerdo con Felipe González en que "hay que parar el genocidio", a condición, eso sí, de que debemos parar a todos los genocidas y no sólo a Milosevic.
Mary Robinson, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, advirtió a la OTAN, luego de un examen en la República de los Escombros, que los altos jefes de la Alianza Noratlántica y de las potencias agresoras ya son candidatos seguros para el Tribunal Internacional para crímenes cometidos en Yugoslavia, sito en La Haya. Por su parte, la señora Ogata, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados, ha acusado a los Estados Unidos por ocultar información sobre el paradero de unos 200,000 refugiados que obra en su poder y ha denunciado la irresponsabilidad de los otanazis al no hacerse cargo de los gastos necesarios para atender a los 916,000 yugoslavos que huyen de los bombardeos.
Se hacen los oídos sordos. Por ejemplo, los Estados Unidos todavía no han respondido a las acusaciones formales de Rusia sobre los crímenes de guerra cometidos durante los primeros treinta días de la campaña aérea, presentados ante la Oficina de Seguridad y Cooperación en Europa el 23 de abril pasado en Viena. Rusia exige que los Estados Unidos en particular indemnice a Yugoslavia por la totalidad de los daños.
Con gusto enviaré a don Felipe el inventario de daños producidos por la OTAN en la primera etapa, bastante menores que los producidos en la segunda etapa, y éstas a su vez bastante menores que los producidos en la tercera etapa.
Si Milosevic es llevado a un tribunal por genocidio, también quiero ver allí a Bill Clinton, a Tony Blair, a Wesley Clark, al canciller Schroeder, al presidente de Francia y a todos los que halaron del gatillo, en Panamá, en Irak y en Yugoslavia. La justicia y la ley tienen que ser parejas para todos, ¿o de qué estamos hablando?
Los turcos matan a los kurdos y están a punto de asesinar a su líder, Ocalan, en una prisión de seguridad, tras su secuestro ilegal en Kenya por comandos de Ankara que tuvieron el apoyo clave de agentes de la FBI (EE.UU.). Pero los otanazis no pueden atacar a Turquía porque Turquía es miembro (no muy bienvenido, pero miembro al fin) de la OTAN. Claro, Turquía presta su territorio para atacar a Irak y para atacar a Yugoslavia, pero los otanazis no ven ningún problema humanitario en Turquía.
Croacia deportó a 400,000 serbios de la región de Krajina, pero la OTAN no tiene sus equipos de filmación allí sino en Kosovo. ¿Por qué será que los otanazis no castigan a los líderes croatas acusados de genocidio? Pues, por la misma o parecida razón que tampoco la República de Montenegro, que era neutral y está asociada a Serbia en la Federación, no formuló ninguna protesta cuando fue agredida por la OTAN. Por la misma o parecida razón que Macedonia, Rumania, Hungría, Bulgaria, Albania y otros vecinos no han protestado porque se haya destruido la red económica que las unía a Serbia o porque la OTAN haya agredido sus territorios: o están en la "lista de espera" para ingresar a la OTAN o están aguardando los mendrugos de un prometido "Plan Marshall" (que no llegará) por parte de Europa para relanzar sus menguados recursos.
Si los Estados Unidos son tan ángeles custodios de la humanidad, ¿por qué le imponen una agresión internacional a una guerra civil entre yugoslavos? ¿Por qué multiplican un problema humanitario y lo convierten en la peor catástrofe humanitaria después de la Segunda Guerra en Europa? ¿Por qué ellos que han abusado de la desgracia de los kosovares, solamente han acogido a 1,800 refugiados, muy por debajo de otros siete países europeos con menores recursos y con menor responsabilidad en la agresión?
Pero tampoco algunos críticos de don Felipe tienen razón, cuando dicen que la OTAN tiene una doble moral. ¡Es que no tienen ninguna! ¿Qué moral pueden tener quienes dicen perseguir un propósito humanitario cuando su objetivo es lograr consolidar su control estratégico de los Balcanes para dar cumplimiento al "Nuevo Concepto Estratégico" de la OTAN de convertirse en gendarmes del mundo, en una dictadura militar internacional?
No tienen morales contrapuestas ni de ninguna clase. Son amorales porque la moralidad supone la búsqueda de la verdad, de lo sano, de lo justo, de lo correcto, de lo que dicta la conciencia entendida como fruto de la civilización. Las bestias, como sabemos, no tienen conciencia, y esta Bestia definitivamente no tiene sino conciencia de sus propios intereses y rechaza salvajemente los principios que deben primar para que la humanidad se salve del gran Holocausto.
Bill Clinton acaba de hablar ante los veteranos de guerra. Les ha dicho que Milosevic es un nazi y debe ser destruido. Pero los hechos históricos no le dan la razón a Clinton. Las cuentas no salen. Según Regis Debray, durante la ocupación nazi en los Balcanes, las únicas divisiones SSS la formaron albaneses, musulmanes y croatas, nunca serbias (Carta al Presidente de Francia, Le Monde, 13 de mayo de 1999). ¿Quiénes son, entonces, y dónde están los nazis?
¡Oh, Tito, cuánta falta nos haces! ¡Oh, De Gaulle, cuánto te extrañamos!
Si en algo estoy de acuerdo con Felipe González es en el título de su artículo: "A la búsqueda de la verdad perdida", porque a la verdad sólo se llega a través de la moral, y la moral es lo que no existe en la agresión de la OTAN a Yugoslavia. Por lo demás, le pedimos a don Felipe que no insulte nuestra inteligencia, que no ofenda nuestro dolor...y que no olvide la historia de España.
Felipe González arroja todo el peso de su prestigio (lo que le queda, aclaro) a favor de la Organización para Triturar y Amansar Naciones y en contra del "sátrapa": el (aunque le moleste) presidente constitucional de la República Federal de Yugoslavia, Milosevic. El ex socialista clama a gritos por una rápida solución (¿dónde escuché esto antes?) al "problema" de Kosovo: que entren las tropas terrestres a aniquilar a las fuerzas armadas serbias, a asesinar a cientos de miles de yugoslavos no combatientes y a terminar de destruir lo que dejaron en pie las bombas y misiles de los Estados Unidos.
Son sus palabras textuales: "Yo también pienso que se ha actuado tarde y con fallos, sobre todo garantizando a Milosevic que no habría intervención por tierra, es decir que no se llegaría hasta el final. Pero no puede servirnos de justificación elusiva para que se retrase aún más o definitivamente".
Los voceros de la Bestia aclaran que sus 666 aviones, más los 334 del personal de servicio de la OTAN, no le hacen la guerra al pueblo serbio sino a Milosevic, y don Felipe se hace eco de la mentira. Igual mentira dijeron el 20 de diciembre de 1989: George Bush dijo no tener nada contra el pueblo panameño sino contra el general Noriega, pero ni con satélites y espías sabían siquiera dónde estaba Noriega, a quien no encontraron y quien se entregó voluntariamente.
Luego de cerciorarse la CIA de que todas las armas de los cuarteles fuesen retiradas, atacaron a Panamá cuando el pueblo dormía; a Panamá, que carecía de fuerza aérea, que no contaba con defensa antiaérea y que no poseía un solo radar. ¡Y este país sin radares fue bombardeado por dos F117 que nunca antes habían sido probados "en guerra"! ¡Aviones invisibles al radar!
Noriega saldrá libre antes de lo que se imaginan. En cambio, los miles de panameños civiles y no combatientes que murieron en tan sólo tres días, todavía aguardan "cristiana" sepultura, aunque fuese simbólica, dado que los amerinazis hicieron desaparecer sus restos para borrar las huellas de sus crímenes. Felipe González, quien fue apoyado por Omar Torrijos, ¿ha llorado por Panamá?
Noriega no era un ángel, como Milosevic tampoco es Santa Teresa de Calcuta, pero estoy seguro que ni Noriega ni Milosevic tampoco son los monstruos que nos presentan los medios controlados por los Estados Unidos y la Organización Terrorista Americana Nazi para justificar su agresión. "Operación Psicológica" la denomina el manual de la CIA. Su apodo en inglés es "Psyop", y constituye una edición corregida y aumentada de las "tesis" del Goebbels, jefe de propaganda de Hitler. ¡Qué pequeño es el mundo!
No, don Felipe. El pueblo serbio (y los vecinos) no se merecen esta agresión por culpa de Milosevic, como tampoco el pueblo panameño se merecía la invasión "por culpa" de Noriega.
Con la autoridad moral (y no apelo a una ética de lo absoluto) que me da el ser sobreviviente en un país invadido y despojado de alma nacional, le digo a don Felipe que no llore sólo por los refugiados de origen albanés, llore por todos los serbios, de la etnia, religión o cultura que sea. Llore por los 916,000 refugiados, de los cuales 746,000 salieron a partir del 24 de marzo cuando los otanazis al mando de la Bestia iniciaron sus bombardeos a Yugoslavia y que los propagandistas como usted le achacan -toditos, todos- a Milosevic.
Llore por las miles de víctimas inocentes de las bombas y misiles, kosovares o no, y por la destrucción de la economía y la soberanía de un pueblo. Y llore por quienes aún no han muerto y morirán, de lado y lado, decenas de miles de muchachos, entre quienes encontraremos mayoritariamente a soldados "estadounidenses" de origen hispano, negros y no blancos, usados como carne de cañón por las transnacionales de la muerte.
Estoy de acuerdo con Felipe González en que "hay que parar el genocidio", a condición, eso sí, de que debemos parar a todos los genocidas y no sólo a Milosevic.
Mary Robinson, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, advirtió a la OTAN, luego de un examen en la República de los Escombros, que los altos jefes de la Alianza Noratlántica y de las potencias agresoras ya son candidatos seguros para el Tribunal Internacional para crímenes cometidos en Yugoslavia, sito en La Haya. Por su parte, la señora Ogata, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados, ha acusado a los Estados Unidos por ocultar información sobre el paradero de unos 200,000 refugiados que obra en su poder y ha denunciado la irresponsabilidad de los otanazis al no hacerse cargo de los gastos necesarios para atender a los 916,000 yugoslavos que huyen de los bombardeos.
Se hacen los oídos sordos. Por ejemplo, los Estados Unidos todavía no han respondido a las acusaciones formales de Rusia sobre los crímenes de guerra cometidos durante los primeros treinta días de la campaña aérea, presentados ante la Oficina de Seguridad y Cooperación en Europa el 23 de abril pasado en Viena. Rusia exige que los Estados Unidos en particular indemnice a Yugoslavia por la totalidad de los daños.
Con gusto enviaré a don Felipe el inventario de daños producidos por la OTAN en la primera etapa, bastante menores que los producidos en la segunda etapa, y éstas a su vez bastante menores que los producidos en la tercera etapa.
Si Milosevic es llevado a un tribunal por genocidio, también quiero ver allí a Bill Clinton, a Tony Blair, a Wesley Clark, al canciller Schroeder, al presidente de Francia y a todos los que halaron del gatillo, en Panamá, en Irak y en Yugoslavia. La justicia y la ley tienen que ser parejas para todos, ¿o de qué estamos hablando?
Los turcos matan a los kurdos y están a punto de asesinar a su líder, Ocalan, en una prisión de seguridad, tras su secuestro ilegal en Kenya por comandos de Ankara que tuvieron el apoyo clave de agentes de la FBI (EE.UU.). Pero los otanazis no pueden atacar a Turquía porque Turquía es miembro (no muy bienvenido, pero miembro al fin) de la OTAN. Claro, Turquía presta su territorio para atacar a Irak y para atacar a Yugoslavia, pero los otanazis no ven ningún problema humanitario en Turquía.
Croacia deportó a 400,000 serbios de la región de Krajina, pero la OTAN no tiene sus equipos de filmación allí sino en Kosovo. ¿Por qué será que los otanazis no castigan a los líderes croatas acusados de genocidio? Pues, por la misma o parecida razón que tampoco la República de Montenegro, que era neutral y está asociada a Serbia en la Federación, no formuló ninguna protesta cuando fue agredida por la OTAN. Por la misma o parecida razón que Macedonia, Rumania, Hungría, Bulgaria, Albania y otros vecinos no han protestado porque se haya destruido la red económica que las unía a Serbia o porque la OTAN haya agredido sus territorios: o están en la "lista de espera" para ingresar a la OTAN o están aguardando los mendrugos de un prometido "Plan Marshall" (que no llegará) por parte de Europa para relanzar sus menguados recursos.
Si los Estados Unidos son tan ángeles custodios de la humanidad, ¿por qué le imponen una agresión internacional a una guerra civil entre yugoslavos? ¿Por qué multiplican un problema humanitario y lo convierten en la peor catástrofe humanitaria después de la Segunda Guerra en Europa? ¿Por qué ellos que han abusado de la desgracia de los kosovares, solamente han acogido a 1,800 refugiados, muy por debajo de otros siete países europeos con menores recursos y con menor responsabilidad en la agresión?
Pero tampoco algunos críticos de don Felipe tienen razón, cuando dicen que la OTAN tiene una doble moral. ¡Es que no tienen ninguna! ¿Qué moral pueden tener quienes dicen perseguir un propósito humanitario cuando su objetivo es lograr consolidar su control estratégico de los Balcanes para dar cumplimiento al "Nuevo Concepto Estratégico" de la OTAN de convertirse en gendarmes del mundo, en una dictadura militar internacional?
No tienen morales contrapuestas ni de ninguna clase. Son amorales porque la moralidad supone la búsqueda de la verdad, de lo sano, de lo justo, de lo correcto, de lo que dicta la conciencia entendida como fruto de la civilización. Las bestias, como sabemos, no tienen conciencia, y esta Bestia definitivamente no tiene sino conciencia de sus propios intereses y rechaza salvajemente los principios que deben primar para que la humanidad se salve del gran Holocausto.
Bill Clinton acaba de hablar ante los veteranos de guerra. Les ha dicho que Milosevic es un nazi y debe ser destruido. Pero los hechos históricos no le dan la razón a Clinton. Las cuentas no salen. Según Regis Debray, durante la ocupación nazi en los Balcanes, las únicas divisiones SSS la formaron albaneses, musulmanes y croatas, nunca serbias (Carta al Presidente de Francia, Le Monde, 13 de mayo de 1999). ¿Quiénes son, entonces, y dónde están los nazis?
¡Oh, Tito, cuánta falta nos haces! ¡Oh, De Gaulle, cuánto te extrañamos!
Si en algo estoy de acuerdo con Felipe González es en el título de su artículo: "A la búsqueda de la verdad perdida", porque a la verdad sólo se llega a través de la moral, y la moral es lo que no existe en la agresión de la OTAN a Yugoslavia. Por lo demás, le pedimos a don Felipe que no insulte nuestra inteligencia, que no ofenda nuestro dolor...y que no olvide la historia de España.
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