Análisis
¡Homenaje a nuestros estadistas!
- Paulino Romero C.*/opinion@epasa.com/
Manuel Amador Guerrero, primer presidente de la República (1904-1908). Demostró --durante su mandato-- inteligencia, calma, energía, decisión, voluntad, patriotismo ardiente, integridad a toda prueba y un sentimiento arraigado de orgullo y de responsabilidad por la carga de honor y de confianza que pesaba sobre sus hombros.
Con motivo del 113 aniversario de la fundación de la República (1903-2016), los panameños podemos sentirnos orgullosos de nuestros estadistas más distinguidos: Manuel Amador Guerrero, Belisario Porras, Harmodio Arias Madrid, Juan Demóstenes Arosemena y Enrique Adolfo Jiménez. Busquemos siempre inspiración en los ejemplos de aquellas vidas glorificadas por el heroísmo, quienes pusieron de manifiesto la elevación de sus principios, la rectitud de su carácter y la pureza indiscutible de su patriotismo. Sus obras son el mejor testimonio de su legado a las generaciones de ayer, de hoy y del futuro. ¡Panamá primero! Manuel Amador Guerrero, primer presidente de la República (1904-1908). Demostró --durante su mandato-- inteligencia, calma, energía, decisión, voluntad, patriotismo ardiente, integridad a toda prueba y un sentimiento arraigado de orgullo y de responsabilidad por la carga de honor y de confianza que pesaba sobre sus hombros. Su gobierno sentó las bases de la estructuración nacional. Organizó la administración pública, consolidó las relaciones internacionales, levantó el nivel cultural, formó una ciudadanía preparada para las funciones de gobierno propio, estimuló la industria, protegió el comercio, fomentó la riqueza pública, en una palabra, dio un aspecto decoroso de nación a la exprovincia pobre, de desarrollo incipiente y de cultura rudimentaria que alentaba la aspiración de ocupar con dignidad un puesto en la comunidad internacional. ¡Y felizmente lo logró!
Belisario Porras, presidente de la República (1912-1916; 1918-1920; 1920-1924). Grandes acontecimientos se cumplieron en el país con repercusiones internas y externas, durante las diversas administraciones del Dr. Belisario Porras. Gobernó con energía, fundó poblaciones, abrió barrios urbanos, inició la comunicación por tierra con regiones solo accesibles por la lenta o incierta vía del mar, creó instituciones nuevas y renovó métodos administrativos. Harmodio Arias Madrid, presidente de la República (1932-1936). Al asumir la dirección de los asuntos públicos en el país, era profundo el malestar económico en todas partes. Las arcas nacionales estaban vacías y la deuda flotante interna de la nación alcanzaba una suma que amenazaba ya el crédito mismo del Gobierno. La administración del presidente Harmodio Arias Madrid hizo frente a esa situación reorganizando la Contraloría General de la República y el Banco Nacional. El Tratado de Amistad y Cooperación, firmado en Washington en 1933, fue el primer instrumento que subrogó parcialmente el injusto e ignominioso Tratado del Canal de 1903. En el orden cultural, creó la Universidad de Panamá, en 1935, la obra educativa más grandiosa realizada en la historia republicana.
Juan Demóstenes Arosemena, presidente de la República (1936-1939). Su obra cumbre fue la creación y construcción de la Escuela Normal que lleva su nombre, en Santiago, provincia de Veraguas.
Enrique Adolfo Jiménez, presidente de la República (1945/48). Durante su administración, Jiménez llevó a cabo las más y mejores obras que son orgullo del país. La educación pública recibió las siguientes aportaciones: la Ley 47, Orgánica de Educación de 1946 y la creación de la ciudad universitaria. La construcción del colegio Abel Bravo, de Colón, y del colegio Félix Olivares, de David. La Zona Libre de Colón, el Aeropuerto de Tocumen y los hospitales de Penonomé y el Nicolás Solano en La Chorrera. Sancionó la Constitución de 1946 y el primer Código de Trabajo del país; firmó en su calidad de presidente de la República, la Carta de las Naciones Unidas y el Tratado de Río.
*Pedagogo, escritor, diplomático.
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