Imagen de Dios y la moral

Ultimamente, cuando todo el mundo examina los sucesos de violencia, de política, de comportamiento en general, curiosamente, aludimos a la moral. Se habla de doble moral.
Escuchamos expresiones de admiración ¿dónde queda la moral? ¿Qué moral tiene esa persona? Y en forma tácita le retiramos el voto o la aprobación a una persona para un cargo al que aspira, no por su incapacidad para llevarlo a cabo, sino a su "falta de moral", y llegamos, incluso, a calificarlo o calificarla de "inmoral" a veces acertando y a veces equivocándonos, haciendo un juicio temerario de la acción del prójimo. Como en otros caminos de la vida, las ideas no las tenemos tan claras y vivimos en una confusión a veces voluntaria, a veces hereditaria casi congénita con cuanto a la moralidad de los actos. Incluso usamos en el lenguaje, aludiendo a la auto estima expresándonos sobre sí "zutano tiene la moral bien baja".
A veces, decimos "no es ético", calificando la acción de terceros,incluso, usando la expresión como sinónima de "no es moral". Aun cuando si hilamos delgados, a última hora, no es lo mismo.
Por otra parte, no debemos confundir moral con religión. Nuestra religión es una fe basada en una revelación. Puede existir una persona muy moral sin ninguna religión. Puede existir asimismo una persona con mucha religión (muchas prácticas religiosas) y ser inmoral. Moral tampoco significa sinónimo de cristiano. No es exclusiva de ninguna religión. Eso sí que normalmente aceptamos muchos las orientaciones morales que emanan de la concepción cristiana de la vida. La moral tampoco se circunscribe al sexo, incluye, la justicia y sobre todo, la justicia social.
Recordemos que existe la moral, lo inmoral y lo amoral. Mucha gente que se confiesa no creyente lo que nos quieren decir es que ellos siguen su moral, que puede ser utilitaria, mercantilista, revolucionaria (bueno es lo que favorece la revolución), o moral política. maquiavélica del poder. O ninguna moral. Luego de hacer estas precisiones y muchas más que cabrían hacer escojo hoy unas apreciaciones del experto de Teología Moral, el Padre Redentorista, Marciano Vidal.
Nos circunscribimos a los aspectos teológicos morales. Y Vidal afirma que "La fe en Dios y el comportamiento moral son dos magníficas indisolublemente unidas en la vida del creyente. No solamente coexisten, sino que mutuamente se condicionan y se construyen".
A esa relación le cuadra la sabiduría del dicho popular: "Dime qué imagen de Dios tienes y te diré qué tipo de moral practicas", y viceversa, "dime qué moral vives y te diré qué ideas de Dios tienes".
Todos nos percatamos de la estrecha relación existente entre nuestra imagen de Dios y nuestro modo de entender y vivir la dimensión moral de la fe.
La educación moral y el contenido ético de la práctica pastoral dependen de la imagen de Dios, transmitida en la propuesta de la fe y vivida en la celebración litúrgica.
Los estudios avalan a estrecha relación entre la imagen de Dios y la comprensión de la moral. En la etapa de la Neoescolástica. Dios era comprendido, principalmente, como "dueño" de la realidad y como "juez" de las acciones humanas, de ahí brotaba una moral de orientación perfectamente legalista y objetivista.
Por el contrario, la comprensión personalista de Dios, da lugar a una orientación personalista en la moral cristiana, tal como prevalece en la reflexión y en la vida de los católicos después del Concilio Vaticano II. Podemos decir que existe un "malestar moral" y en gran parte depende de la falsa imagen de Dios que tenemos.
"Mostrar a los hombres el verdadero rostro de Dios como se ha revelado en Cristo Jesús, es siempre la más importante tarea pastoral de la Iglesia en todo tiempo y lugar". A la luz de esta urgencia evangelizadora es necesario reconocer que "el nombre de Dios ha llegado a nosotros con frecuencia maltratado y maltrecho".
La palabra "Dios", y sobre todo, la realidad de Dios han constituido "un argumento más en el ágora de las controversias morales y religiosas" siendo así que el misterio de Dios es ante todo un "buena noticia" de gracia y de salvación.
Sirvan estos preludios de ambientación para ir esbozando con Vidal, ideas aclaratorias sobre el tema de la moral que tanto nos divide, confunde y apasiona, pero que en último término dependerá de la imagen de Dios que nos hayamos forjado.