Cimiento
Importancia de la familia
- Marisín Villalaz de Arias (Médico)
La célula más importante de una sociedad es la familia, porque lo que se aprende en ella es lo que servirá para el resto de la vida. No debemos olvidar que una familia bien formada es la base para que los hijos aprendan a comportarse, aprendan valores y aprendan lo que más tarde les servirá en sus estudios para llegar a ser profesionales. Una familia debe estar constituida por padre y madre, donde ambos tienen la misma responsabilidad en la formación de esos niños. Debe estar formada por una pareja que pueda llamarse familia, porque no solo la pareja como pareja en sí va a constituir esa familia. Tiene que haber un entendimiento entre ambos, comprensión, tolerancia y, sobre todo, debe existir el concepto de familia. Una pareja se casa muy enamorada; esa pareja formará una dupleta, pero ¿realmente será una familia? Con mucha frecuencia vemos que al poco tiempo de casarse esa pareja comienza a andar mal, sin entendimiento, sin una base sólida con conocimiento de qué es una familia, y vemos cómo después de un tiempo tienen hijos, pero esa consolidación no se produce; si bien es cierto que continúan bajo el mismo techo y tienen la misma convivencia, no hay elementos comunes que puedan consolidar esa familia como tal. Otras veces sí hay entendimiento; sin embargo, el hombre piensa que es la mujer, la madre, si existen hijos, quien debe llevar todo el peso de la formación de esos niños que traen al mundo sin estar preparadas para ello. Y empieza la responsabilidad de esa madre en la formación de esos hijos sin que ambos se den cuenta de que la intervención del padre es lo más importante. Los padres deben ser amigos de sus hijos y, aunque una amiga dice que no pueden serlo, sí existe una afiliación entre ambos que produce una relación positiva, ya que ambos géneros de hijos pueden conversar de todo con su padre igual que lo hacen con su madre. Esta puede darles una formación, pero quien tiene la autoridad en la familia es el padre.
Los padres deben ser amigos de sus hijos y, aunque una amiga dice que no pueden serlo, sí existe una afiliación entre ambos que produce una relación positiva, ya que ambos géneros de hijos pueden conversar de todo con su padre igual que lo hacen con su madre.
Por esto, en las numerosas familias panameñas que solo están formadas por las madres, por la irresponsabilidad de algunos hombres panameños, es esta quien tiene la tarea de ambos. Muchas veces esos padres ni conocen a profundidad a esos hijos, no les proveen de lo necesario para sobrevivir y, mucho menos intervienen en la formación de esos hijos. La madre, quien debe trabajar para alimentar y proveer de todo a esos hijos, muchas veces tiene más capacidad que esos sinvergüenzas para formar a esos niños: Muchas veces no tienen el tiempo necesario para atenderlos y algunos hijos se pierden, abandonan la escuela para entrar en la vagancia o en las pandilla, saliendo del control de esas madres quienes, a la presencia de una independencia de esos hijos, pierde todo poder sobre ellos. Esto sin olvidar que muchas madres no tienen la capacidad para formar sola a esos muchachos. En Panamá tenemos un gran porcentaje, que asusta, de hogares destruidos o no completamente constituidos. Y, entre nosotros, otro porcentaje de hogares en donde existe la pareja, pero hay en el fondo una separación entre ellos, que esos niños no tienen padres que puedan darles una formación completa.
En muchos casos, las familias sólidamente formadas son las que tienen hijos centrados. Sin embargo, hoy vemos más a los padres cargando a sus niños y ocupándose de ellos; esas familias son las bien formadas, donde el padre comprende su responsabilidad y comparte con la madre la formación física y moral de esos hijos. Lamentablemente, tenemos muchos hogares deshechos y los divorcios o falta de entendimiento en las parejas jóvenes destruyen la familia, porque algunos padres pierden la noción de que son padres y no actúan como tales. Considero que, aunque el padre no exista físicamente, la relación con los hijos no debe perderse, y muchos así lo comprenden.
Para evitar esas separaciones es importante lo que piensen los jóvenes antes de casarse, porque no solo es la atracción física, sino general, de entendimiento entre ambos para poder formar una familia sólida que aporte ejemplos a la sociedad, lo que hace falta, aunque existen muchos padres que son ejemplares.
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