La ciudad y los pobres
Publicado 2000/04/25 23:00:00
- Ceuta
Es innegable que la pobreza nacional se concentra en las comunidades rurales e indígenas del país. Pero esta realidad permite destacar a la pobreza como considerable y proyectivamente ascendente. Lo cierto es que ambas son partes del mismo proceso, que crea y transfiere pobreza del polo rural a polo urbano, como expresión de la desigual distribución del ingreso territorial y funcional.
La tendencia global se dirige en los países subdesarrollados, hacia la urbanización empobrecida ascendente. En Panamá, según el Banco Mundial "Es probable que una mayor proporción de pobres se concentre en el futuro en las áreas urbanas". ¿Cuál es la realidad de la pobreza urbana?: 56% de los 2.8 millones de habitantes de Panamá viven en áreas urbanas. La proporción de pobres respecto a la población total del país: La pobreza general urbana es del 15% en relación al 37.3% nacional. Existen en las áreas urbanas, 232 mil pobres, de los cuales 47 mil están en extrema pobreza, en un total de un millón. Casi la cuarta parte de los pobres viven en ciudades (23%).
Un grupo considerable de población urbana es vulnerable o está en riesgo de pobreza, pues viven justo sobre la línea de pobreza total. Si la línea de pobreza aumenta (al reducirse el consumo total) en un diez por ciento, la pobreza urbana aumentaría de 15 a 19%, y los pobres urbanos serían de 23 a 25% a nivel nacional. Los niños y los jóvenes menores de 18 años, representan cerca de la mitad (46%) de todos los habitantes urbanos pobres. Esto tienen implicaciones generacionales graves. En San Miguelito existen 90,100 personas pobres de 300 mil habitantes que aproximadamente componen el Distrito especial, conteniendo esta área el 40% de los pobres urbanos del país. El 28 % de la población urbana de Chiriquí es pobre, 20% Colón y el 45% de Bocas.
Trabajo: La tasa de desocupación urbana (10.3) es mayor, que la desocupación rural (8.6). El desempleo es dos veces mayor que las áreas rurales e indígenas, y especialmente alto entre las mujeres. La mayor parte de los pobres urbanos están empleados en servicios públicos comunitarios (mujeres) y comercio, con menos probabilidades de trabajar en el sector público. Los hombres en empresas privadas o como jornaleros, y las mujeres en labores domésticas o cuenta propia. Tres cuartas partes están en el sector informal (80% mujeres). Las mujeres se movilizan más que en el área rural en el campo laboral. El subempleo es mas alto entre los pobres urbanos.
Educación: Casi todos saben leer. Pero menos de la mitad de los niños se matriculan en la educación preescolar. Sólo 60% se matriculan en secundaria. La tasa de repitencia y deserción son muy altas.
Vivienda: La mayoría viven en casas individuales y no tienen títulos de propiedad de la vivienda (sólo 24%). La invasión es uno de los medios predilectos de obtener terreno para casas. La tercera parte viven en casas de paredes de madera o precarios. 22% de las casas tienen piso de tierra. Tiene menos de tres habitaciones con promedio de tres personas por pieza (no pobres 1.3 por pieza). 25% ha hecho mejoras en sus casas en los últimos 12 meses. Dos terceras partes trabajan autoconstrucción usando ahorros, ayuda familiar y amical, y en último lugar el crédito. La mayoría tienen agua, pero un 50% tienen conexiones externas. El servicio es irregular. 75% se quejan de calidad del agua, presión, potabilidad, etc.
El 58% no paga por el agua. El 41% no están conectados al sistema de alcantarillado o tanques sépticos. Hay luz, pero se quejan de la calidad del servicio. 60% no pagan por la electricidad. Créditos: Sólo 20% ahorra con relación al 50% de los no pobres. El volumen total de prestamos se dio en un 71% a las áreas urbanas, pero 99% va a los no pobres y sólo 1% a los pobres urbanos. Transporte: Son usuarios de un sistema de transporte colectivo, lento e inseguro, en una ciudad sumida en muchos problemas cotidianos. La probabilidad de ser pobres aumenta en la medida que: Existan mas miembros en la familia. Baja educación Se den Ingresos del sector informal. Viviendas de baja calidad o sin títulos de propiedad. Falta de servicios básicos. Bajo acceso al crédito. No existencia o baja capacidad asociativa (cooperativa, ayuda mutua, etc.) En contraste, el 20% de la población más rica de Panamá (fundamentalmente urbana metropolitana) , recibe 41.5 veces más ingreso, y consume en promedio 15 veces más que 20% más pobre que vive en las áreas urbanas.
La pobreza urbana radica en las ciudades, centros de decisión y poder del país - y en especial en la ciudad capital.- por lo que su peso especifico aumenta, al ser la urbe sede del centralismo y transitismo. La pobreza urbana posee una dimensión espacial muy definida, y las condiciones adversas del desarrollo urbano agravan su situación actual y futura. No es sostenible el desarrollo y la democracia en Panamá, con el peso de la pobreza rural y urbana. En estas condiciones el Estado no puede seguir siendo patrimonial, es decir capturado con facilidad por intereses particulares, sino que debe ser reflejo de la sociedad y buscar el bien común.
La tendencia global se dirige en los países subdesarrollados, hacia la urbanización empobrecida ascendente. En Panamá, según el Banco Mundial "Es probable que una mayor proporción de pobres se concentre en el futuro en las áreas urbanas". ¿Cuál es la realidad de la pobreza urbana?: 56% de los 2.8 millones de habitantes de Panamá viven en áreas urbanas. La proporción de pobres respecto a la población total del país: La pobreza general urbana es del 15% en relación al 37.3% nacional. Existen en las áreas urbanas, 232 mil pobres, de los cuales 47 mil están en extrema pobreza, en un total de un millón. Casi la cuarta parte de los pobres viven en ciudades (23%).
Un grupo considerable de población urbana es vulnerable o está en riesgo de pobreza, pues viven justo sobre la línea de pobreza total. Si la línea de pobreza aumenta (al reducirse el consumo total) en un diez por ciento, la pobreza urbana aumentaría de 15 a 19%, y los pobres urbanos serían de 23 a 25% a nivel nacional. Los niños y los jóvenes menores de 18 años, representan cerca de la mitad (46%) de todos los habitantes urbanos pobres. Esto tienen implicaciones generacionales graves. En San Miguelito existen 90,100 personas pobres de 300 mil habitantes que aproximadamente componen el Distrito especial, conteniendo esta área el 40% de los pobres urbanos del país. El 28 % de la población urbana de Chiriquí es pobre, 20% Colón y el 45% de Bocas.
Trabajo: La tasa de desocupación urbana (10.3) es mayor, que la desocupación rural (8.6). El desempleo es dos veces mayor que las áreas rurales e indígenas, y especialmente alto entre las mujeres. La mayor parte de los pobres urbanos están empleados en servicios públicos comunitarios (mujeres) y comercio, con menos probabilidades de trabajar en el sector público. Los hombres en empresas privadas o como jornaleros, y las mujeres en labores domésticas o cuenta propia. Tres cuartas partes están en el sector informal (80% mujeres). Las mujeres se movilizan más que en el área rural en el campo laboral. El subempleo es mas alto entre los pobres urbanos.
Educación: Casi todos saben leer. Pero menos de la mitad de los niños se matriculan en la educación preescolar. Sólo 60% se matriculan en secundaria. La tasa de repitencia y deserción son muy altas.
Vivienda: La mayoría viven en casas individuales y no tienen títulos de propiedad de la vivienda (sólo 24%). La invasión es uno de los medios predilectos de obtener terreno para casas. La tercera parte viven en casas de paredes de madera o precarios. 22% de las casas tienen piso de tierra. Tiene menos de tres habitaciones con promedio de tres personas por pieza (no pobres 1.3 por pieza). 25% ha hecho mejoras en sus casas en los últimos 12 meses. Dos terceras partes trabajan autoconstrucción usando ahorros, ayuda familiar y amical, y en último lugar el crédito. La mayoría tienen agua, pero un 50% tienen conexiones externas. El servicio es irregular. 75% se quejan de calidad del agua, presión, potabilidad, etc.
El 58% no paga por el agua. El 41% no están conectados al sistema de alcantarillado o tanques sépticos. Hay luz, pero se quejan de la calidad del servicio. 60% no pagan por la electricidad. Créditos: Sólo 20% ahorra con relación al 50% de los no pobres. El volumen total de prestamos se dio en un 71% a las áreas urbanas, pero 99% va a los no pobres y sólo 1% a los pobres urbanos. Transporte: Son usuarios de un sistema de transporte colectivo, lento e inseguro, en una ciudad sumida en muchos problemas cotidianos. La probabilidad de ser pobres aumenta en la medida que: Existan mas miembros en la familia. Baja educación Se den Ingresos del sector informal. Viviendas de baja calidad o sin títulos de propiedad. Falta de servicios básicos. Bajo acceso al crédito. No existencia o baja capacidad asociativa (cooperativa, ayuda mutua, etc.) En contraste, el 20% de la población más rica de Panamá (fundamentalmente urbana metropolitana) , recibe 41.5 veces más ingreso, y consume en promedio 15 veces más que 20% más pobre que vive en las áreas urbanas.
La pobreza urbana radica en las ciudades, centros de decisión y poder del país - y en especial en la ciudad capital.- por lo que su peso especifico aumenta, al ser la urbe sede del centralismo y transitismo. La pobreza urbana posee una dimensión espacial muy definida, y las condiciones adversas del desarrollo urbano agravan su situación actual y futura. No es sostenible el desarrollo y la democracia en Panamá, con el peso de la pobreza rural y urbana. En estas condiciones el Estado no puede seguir siendo patrimonial, es decir capturado con facilidad por intereses particulares, sino que debe ser reflejo de la sociedad y buscar el bien común.
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