Medio oriente.
La Hermandad Musulmana en el nuevo Egipto
Desde el 30 de junio, el país árabe más poblado tiene a su primer presidente elegido bajo sufragio universal. Él es Mohammed Morsi, líder
Desde el 30 de junio, el país árabe más poblado tiene a su primer presidente elegido bajo sufragio universal.
Él es Mohammed Morsi, líder de la Hermandad Musulmana, el partido madre del Hamas palestino que gobierna Gaza (que estuvo bajo control egipcio hasta 1967) y la mayor fuerza nacionalista islámica desde el siglo XX.
Los Hermanos Musulmanes tradicionalmente han combinado posiciones socialmente conservadoras y teocráticas con un fuerte nacionalismo económico y oposición a EE.UU. e Israel. De hecho, corrientes similares a la suya han terminado siendo los grandes beneficiados de los levantamientos antidictatoriales en los otros dos países del África noreste (Libia y Túnez).
A primera impresión se podría creer que la Hermandad Musulmana podría adoptar un rol radical mahometano similar al Irán posrevolución de 1979, solo que promoviendo la versión sunita y no chiíta del Islam, y de intransigencia ante Israel (como el Hamas que se niega a reconocer dicho estado).
No obstante, Morsi ha garantizado que respetará los acuerdos internacionales de Egipto (incluyendo el que acepta a Israel, con el cual mantiene relaciones desde 1979) mientras que la cancillería de Tel Aviv plantea que espera que se mantenga una buena relación con El Cairo.
Morsi está bajo la presión de sus bases sociales y su doctrina y pasado integrista mahometano, pero, al mismo tiempo, su margen de maniobra está limitado.
En Egipto, el poder lo sigue detentando el Consejo Supremo de las FFAA, el mismo que ha impuesto, a través suyo y de la corte de justicia que este antes ha nombrado, el que no se acepte el decreto de Morsi para instaurar el parlamento democráticamente electo donde los nacionalistas musulmanes tienen mayoría. Morsi ha debido recular y aceptar que dicho congreso no pueda instalarse mientras que teme convocar a una constituyente.
Egipto sigue siendo controlando por la misma élite política y militar que se ha beneficiado de la billonaria subvención financiera y bélica de Washington, mientras que Morsi no se atreve aún a enfrentarse contra esta y busca andar con mucho cuidado para no enajenar al 10% de la población que es cristiana y a EE.UU.
Si bien la antigua regional de Gaza de la Hermandad Musulmana (Hamas) presiona por una línea dura ante Israel, y el Sinaí se ha convertido en una zona llena de grupos armados antisionistas, Morsi debe aceptar la ‘buena vecindad’ con Israel en tanto que buscará llegar a un acuerdo entre Tel Aviv y Gaza.
Analista internacional.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.