La Medalla Milagrosa y paseo de virgencitas
Publicado 2000/11/25 00:00:00
- Carlos A. RodrÃguez/
El último domingo del mes de noviembre de cada año, la grey católica veraguense, bajo la égida y devoción de los pastores de nuestra iglesia, llevan a efecto una festividad cristiana enmarcada en una espontánea manifestación de convicción religiosa a la Virgen María, Madre de Cristo y Madre Nuestra en su conocida advocación: Virgen de la Medalla Milagrosa.
Se trata en esta ocasión de lo que diríamos es la primera gran eclosión masiva de fe y profundo arraigo espiritual del Año Jubilar en la provincia de Veraguas.
Hoy, en cada pueblo, por pequeño que sea, en cada barrio de la ciudad de Santiago y con el mayor alborozo, comienzan a prepararse las andas con sus respectivas virgencitas, comenzando a un desfile interminable por caminos, carreteras y calles, con una semana de antelación, precedidas de fuegos artificiales, coincidiendo, finalmente, todas en la catedral de la ciudad santiagueña, donde aguardarán hasta este domingo para la gran procesión por las calles de dicha ciudad.
Se cuenta que la devoción se inició con la llegada a Santiago de Veraguas, de los padres Humberto Lara, Eduardo Alvarez, (hoy Monseñor), Francisco Ayala y Egberto Hernández, de la Orden de los Paulinos, allá por los años 1949. Así vemos que el 18 de noviembre de ese año, se llevó a cabo la primera novena en honor a la Medalla Milagrosa, y el 27 del mismo mes, se realizó la primera Procesión, arribando al templo ocho anditas.
Este movimiento mariano, tenía como finalidad, unificar a la comunidad veraguense dentro del más dogmático y profundo concepto litúrgico de la Medalla Milagrosa, conocida entonces como "La Virgen de los Rayos", representada en una pequeña estatuilla traída a Santiago en 1918 por las Hijas de la Caridad.
Posteriormente, en octubre de 1949, el padre Lara recibe la imagen grande, que es la que actualmente reposa en la Catedral, obsequiada por las propias Hijas de la Caridad, que vivían en la Escuela Santa Familia en la ciudad de Panamá, congregación fundada por San Vicente de Paul en 1617.
La festividad de la Medalla Milagrosa, patrona y protectora de los padres Paulinos, continúa tomando cada día mayor auge, aumentando la cantidad de devotos y el número de anditas, que el año pasado sobrepasaron las 200, incluyendo la grande, y las pertenencias de otras Diócesis que también se sumaron.
Hay que destacar, pues, cómo la Diócesis de Veraguas y toda la feligresía católica veraguense en un solo haz de voluntades, se hacen presente en esta hermosa experiencia de fe, que confirma cada año el sentir mariano de nuestro pueblo, adornándole a Ella, a nuestra Madre María, con calificativos cargados de elogios y cariño para honrarla, porque conocemos su grandeza como Madre de Jesús, y todos los fieles hemos experimentado su presencia alentadora que nunca nos abandona y que por su mediación nos guía por el camino más corto para llegar a Jesús, dándonos la plena confianza en que continuará intercediendo por nosotros.
Valoramos y reconocemos el impulso que ha tomado esta devoción y que conceptuamos, se ha debido, sin lugar a dudas, al trabajo pastoral evangelizador de este equipo de padres Paulinos que laboran en esta parroquia de Santiago.
Se trata en esta ocasión de lo que diríamos es la primera gran eclosión masiva de fe y profundo arraigo espiritual del Año Jubilar en la provincia de Veraguas.
Hoy, en cada pueblo, por pequeño que sea, en cada barrio de la ciudad de Santiago y con el mayor alborozo, comienzan a prepararse las andas con sus respectivas virgencitas, comenzando a un desfile interminable por caminos, carreteras y calles, con una semana de antelación, precedidas de fuegos artificiales, coincidiendo, finalmente, todas en la catedral de la ciudad santiagueña, donde aguardarán hasta este domingo para la gran procesión por las calles de dicha ciudad.
Se cuenta que la devoción se inició con la llegada a Santiago de Veraguas, de los padres Humberto Lara, Eduardo Alvarez, (hoy Monseñor), Francisco Ayala y Egberto Hernández, de la Orden de los Paulinos, allá por los años 1949. Así vemos que el 18 de noviembre de ese año, se llevó a cabo la primera novena en honor a la Medalla Milagrosa, y el 27 del mismo mes, se realizó la primera Procesión, arribando al templo ocho anditas.
Este movimiento mariano, tenía como finalidad, unificar a la comunidad veraguense dentro del más dogmático y profundo concepto litúrgico de la Medalla Milagrosa, conocida entonces como "La Virgen de los Rayos", representada en una pequeña estatuilla traída a Santiago en 1918 por las Hijas de la Caridad.
Posteriormente, en octubre de 1949, el padre Lara recibe la imagen grande, que es la que actualmente reposa en la Catedral, obsequiada por las propias Hijas de la Caridad, que vivían en la Escuela Santa Familia en la ciudad de Panamá, congregación fundada por San Vicente de Paul en 1617.
La festividad de la Medalla Milagrosa, patrona y protectora de los padres Paulinos, continúa tomando cada día mayor auge, aumentando la cantidad de devotos y el número de anditas, que el año pasado sobrepasaron las 200, incluyendo la grande, y las pertenencias de otras Diócesis que también se sumaron.
Hay que destacar, pues, cómo la Diócesis de Veraguas y toda la feligresía católica veraguense en un solo haz de voluntades, se hacen presente en esta hermosa experiencia de fe, que confirma cada año el sentir mariano de nuestro pueblo, adornándole a Ella, a nuestra Madre María, con calificativos cargados de elogios y cariño para honrarla, porque conocemos su grandeza como Madre de Jesús, y todos los fieles hemos experimentado su presencia alentadora que nunca nos abandona y que por su mediación nos guía por el camino más corto para llegar a Jesús, dándonos la plena confianza en que continuará intercediendo por nosotros.
Valoramos y reconocemos el impulso que ha tomado esta devoción y que conceptuamos, se ha debido, sin lugar a dudas, al trabajo pastoral evangelizador de este equipo de padres Paulinos que laboran en esta parroquia de Santiago.
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