La nueva gestión de la CSS

El futuro de la Caja del Seguro Social está inmerso en los profundos desafíos de orden social, político y económico que comparte con los demás problemas que enfrenta el país. Bajo esta especial premisa se comprende, tal como indicara su nuevo director Guillermo Sáez-Llorens, que no existe una “varita mágica” para resolver las necesidades que demandan –con justicia- los asegurados, muchos de ellos claramente impacientes.

Recordemos que los plazos para los cambios y las respuestas están agotados, y los asegurados los saben. De allí que cada sociedad defienda su sistema de salud como un bien público altamente apreciado por la población, consciente de que a través de su participación se procura evitar que el gobierno, o sus representantes institucionales, vuelvan a colocar a la salud y sus instituciones que la rigen en las últimas prioridades de una administración.

Por tanto, no es de sorprender que esta nueva designación haya creado grandes expectativas nacionales, pues se produce en tiempos de crecientes necesidades de la población asegurada que envejece aceleradamente y que requiere un modelo nuevo de gestión y atención más integral, justa y equitativa. Y pese a que el tema nunca estará agotado, el reto que tendrá que asumir Sáez-Llorens, será la velocidad con que se emprendan los cambios que requiere la empobrecida, ineficiente e insolidaria CSS.