La tragedia de El Bosque
Publicado 2007/05/23 23:00:00
Hasta hace poco, Residencial El Bosque, situada al extremo norte de la vía Ricardo J. Alfaro, era una urbanización tranquila, de clase media. Su único problema era, quizás, su vecindad con barrios de San Miguelito, que creaba un contraste generador de una que otra tensión, aliviada por la obligada convivencia a través de los años y por la separación topográfica de estar enclavada en terrenos más elevados, cercados por un muro perimetral. La urbanización cuenta con amplias calles pavimentadas, aceras y alumbrado y su servicio de alcantarillado siempre ha sido impecable, un ejemplo de cómo el sector privado sabe construir bien, cuando quiere. El promedio de valor de las viviendas debe rondar los cien mil balboas; y hay en el lugar no menos de cinco mil casas donde habitan unas 25 mil personas, en su mayoría profesionales, que tienen su par de carros, pagan impuestos y envían sus hijos a clínicas y escuelas privadas.
Al pie de las faldas de El Bosque, gente invadió terrenos estatales e improvisó un barrio, la Urbanización 9 de Enero. Se erige en terrenos bajos por donde corre naturalmente el agua en época lluviosa. Hace 17 años hubo una inundación feroz y el Gobierno mudó a sus residentes y prohibió toda construcción en el área. Al poco tiempo, volvieron. Hoy están siendo mudados nuevamente, tras comprobar el Ministerio de Obras Públicas y el de Vivienda, que es imposible salvar la barriada.
Hasta allí se manejaron las cosas bien. Pero el problema es que, antes de llegar a esa conclusión, llevaron equipos del Canal, acostumbrados a mover tierra y lidiar con agua de verdad, y junto con maquinaria propia, abrieron zanjas colosales como si se tratara de la ampliación de la vía acuática, para desalojar las aguas que, una y otra vez, por efecto de las constantes lluvias, volvieron a inundar la 9 de Enero y, en ese esfuerzo desesperado e improvisado, invadieron los patios de las casas de El Bosque, ocasionando la destrucción de varias de sus viviendas que han causado daños a sus residentes por varios millones de balboas, no sólo por la pérdida de sus casas, sino por gastos y perjuicios de mudanza y el pago de sus hipotecas que deben seguir cubriendo aunque no tengan dónde vivir.
Los afectados por el MOP en El Bosque son, incluso, más numerosos que los inundados en la 9 de Enero, con la diferencia que a ellos, que no cerraron calles, nadie los indemniza, ni les da ayuda alguna. Y lo peor es que no fueron ellos quienes echaron la basura que tapó los desagües en la 9 de Enero. Son víctimas de la irresponsabilidad de sus vecinos y del mal manejo de la crisis por el Gobierno.
Al pie de las faldas de El Bosque, gente invadió terrenos estatales e improvisó un barrio, la Urbanización 9 de Enero. Se erige en terrenos bajos por donde corre naturalmente el agua en época lluviosa. Hace 17 años hubo una inundación feroz y el Gobierno mudó a sus residentes y prohibió toda construcción en el área. Al poco tiempo, volvieron. Hoy están siendo mudados nuevamente, tras comprobar el Ministerio de Obras Públicas y el de Vivienda, que es imposible salvar la barriada.
Hasta allí se manejaron las cosas bien. Pero el problema es que, antes de llegar a esa conclusión, llevaron equipos del Canal, acostumbrados a mover tierra y lidiar con agua de verdad, y junto con maquinaria propia, abrieron zanjas colosales como si se tratara de la ampliación de la vía acuática, para desalojar las aguas que, una y otra vez, por efecto de las constantes lluvias, volvieron a inundar la 9 de Enero y, en ese esfuerzo desesperado e improvisado, invadieron los patios de las casas de El Bosque, ocasionando la destrucción de varias de sus viviendas que han causado daños a sus residentes por varios millones de balboas, no sólo por la pérdida de sus casas, sino por gastos y perjuicios de mudanza y el pago de sus hipotecas que deben seguir cubriendo aunque no tengan dónde vivir.
Los afectados por el MOP en El Bosque son, incluso, más numerosos que los inundados en la 9 de Enero, con la diferencia que a ellos, que no cerraron calles, nadie los indemniza, ni les da ayuda alguna. Y lo peor es que no fueron ellos quienes echaron la basura que tapó los desagües en la 9 de Enero. Son víctimas de la irresponsabilidad de sus vecinos y del mal manejo de la crisis por el Gobierno.
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