Loros y papagayos

En nuestro país abundan los loros, primos hermanos del papagayo africano porque ambos pueden repetir palabras enteras.

Curiosamente nos hemos convertido en ellos dada nuestra inclinación a repetir, sin haber consultado previamente en un diccionario, cualquier palabra que un necio o un ignorante inventen.

Tal sucede con la palabra "promocionar" que disparatadamente se usa en vez de promover y con "resocializar", con la cual se intenta insinuar que a un delincuente se le debe educar para transformar su conducta de hombre peligroso para la sociedad tras lo cual se le pueda reinsertar en ella.

Eso, en cuanto a invención de nuevas palabras.

Por otro lado se da el caso de que hay palabras con vigencia y existencia en los diccionarios de la lengua, pero se usan erróneamente; tal como ocurre con la palabra "empleomanía". La mayoría de las veces que se alude a ella es en el sentido erróneo de creación de nuevas fuentes de empleo, pero ello no es otra cosa más que la búsqueda incesante de ingresar a la burocracia.

Un constante error es el de la pronunciación de la conjunción disyuntiva "sino", lo que debe hacerse haciendo énfasis en la letra i, como si llevara tilde, en vez de dividirla en si no. Peor aún, hay un sacrilegio idiomático cuando debiéndose escribir si no, se escribe "sino".

La tragedia de la ignorancia esta dividida en dos grupos en el mundo: Los que permanecieron en ella sin culpa y los que permanecieron en ella por indolentes.

"La enfermedad del ignorante es ignorar su propia ignorancia". A.B. Ascott