Los acontecimientos del 3 y 5 de noviembre de 1903
- Ricardo Cochran ( opinion@epasa.com)
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¿Qué motiva realmente la separación? Indudablemente, no fueron los istmeños quienes crearon las circunstancias para ello; fue el fracaso colombiano en las negociaciones canaleras, con ...
¿Qué motiva realmente la separación? Indudablemente, no fueron los istmeños quienes crearon las circunstancias para ello; fue el fracaso colombiano en las negociaciones canaleras, con ...

¿Qué motiva realmente la separación? Indudablemente, no fueron los istmeños quienes crearon las circunstancias para ello; fue el fracaso colombiano en las negociaciones canaleras, con el rechazo del tratado Herrán?Hay en septiembre de 1903.
En tan graves circunstancias, Panamá recibe la noticia con gran disgusto y desesperanza; debíamos separarnos de quienes nos iban a hundir en el Tártaro.
Don Pablo Arosemena comentó al respecto que el rechazo fue un acto de extrema imprudencia. La unión sencillamente no ofreció jamás ninguna ventaja. Nuestro profesor Humberto Bruggiatti nos comentaba que la guerra de separación de Colombia fue la Guerra de los Mil Días. Considero que es muy cierto.
Así tenemos al Dr. Amador Guerrero, que parte hacia Nueva York en agosto de 1903; trata de comunicarse con John Hay y el presidente Roosevelt, pero no fue posible, y pasa todo un mes buscando apoyo, hasta que Felipe Bunau Varilla le ofrece dinero y la promesa de que Estados Unidos ayudará a los patriotas istmeños en la separación.
Aun así, el Dr. Guerrero no sabe si es verdad o especulación el apoyo de Estados Unidos y regresa a Panamá el 27 de octubre.
Los revolucionarios se sienten desanimados, aún así envían agentes a todas las provincias del interior de Panamá para estar preparados.
¿Cómo sucede en sí la separación?
A finales de octubre, el gobernador de Panamá en ese entonces, José Domingo Obaldía, anunció a Bogotá que venía una invasión proveniente de Nicaragua; así se envía a Panamá a los generales Juan B. Tovar y Ramón G. Amaya para contener esa acción.
Pero Obaldía simpatizaba con el movimiento revolucionario y avisa al Dr. Amador y este telegrafió a Bunau Varilla para ver si el apoyo de Estados Unidos era cierto o no.
El francés contactó a Francis Butler Loomis, quien fungía como asistente del secretario de Estado John Milton Hay.
La cañonera Nashville estaba anclada en Jamaica, pero hace la travesía y llega a Colón el 2 de noviembre. En ciudad Panamá ya se contaba con 300 hombres al mando del general Esteban Huertas.
Llegan los generales Tovar y Amaya a Colón, y el coronel estadounidense a cargo del ferrocarril, James Shaler, argumenta un maravilloso ardid: convence a los mismos de tomar, ellos dos, el tren hacia Panamá, tal idea fue planeada, según algunos, por doña María Ossa de Amador, y Shaler la ejecutó a la perfección; eran entre las 9:00 a.m. y 10:00 a.m. del 3 de noviembre.
Una vez llegan a la ciudad, son apresados por el general Huertas y sus hombres. El Dr. Amador Guerrero y Eusebio Morales les exponen a estos generales que ya es inútil la lucha porque el Istmo no sería más colombiano.
En la tarde de ese mismo día se convoca a una concentración en el parque de Santa Ana para declarar nuestras acciones. Y hacia las 9:00 p.m., el júbilo del pueblo fue indescriptible ante tal noticia porque solo existían rumores de que "algo grande" estaba pasando; a la mañana siguiente, el 4 de noviembre, en un cabildo abierto, se proclama oficialmente la separación de Colombia.
En Colón, el coronel Eliseo Torres a primeras horas de la noche del 3 de noviembre, amenaza con incendiar toda la población y asesinar a los estadounidenses que encuentre, pero nuevamente el coronel Shaler y el comandante John Hubard, a cargo de la cañonera estadounidense, en compañía de Porfirio Meléndez logran en la mañana del 4 de noviembre reunirse con el coronel Eliseo Torres y convencerlo de evitar hostilidades.
Eliseo Torres logra contactar a los generales Tovar y Amaya gracias al coronel Shaler y el Dr. Amador Guerrero. Se convence de que la causa está perdida y en la mañana del 5 de noviembre acepta el ofrecimiento de 8,000 dólares para racionar su tropa, salvoconducto y traslado de oficiales y tropas hacia Colombia.
Esa misma tarde, el vapor Orinoco zarpa de Colón. Panamá era libre y el dominio colombiano había finalizado; la noticia llega a Panamá, en donde la gesta del pueblo y sus notables, tanto en esta ciudad como en Colón, estuvo coordinada y atinada en todo momento.
Así actuaron nuestros próceres en esos maravillosos días durante el alumbramiento de nuestra pequeña República; y viene a mi mente la frase del filósofo romano Séneca: "Amo a mi patria no porque es grande?, sino porque es mía". Yo sé que ustedes también. ¡Que viva Panamá! Salud, compatriotas.
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