Los dos Diógenes

En la Grecia antigua hubo dos filósofos llamados Diógenes. Uno nacido en el siglo V antes de Jesucristo que vivía en un tonel y en plena luz del día caminaba con un farol encendido diciendo que buscaba hombres. Le llamaban El Cínico. El otro Diógenes, llamado Laercio, nació unos dos siglos después. Este escribió una historia de los filósofos griegos en la cual refiere anécdotas de aquel. Una de ellas es que cayó en manos de unos piratas que lo ofrecieron en venta como esclavo. El que lo vendía le preguntó: - ¿Tú que sabes hacer?– Le contestó: -Sólo dos cosas: Mandar y dirigir a los demás.– Lo ofrecían en venta diciendo: - ¿Quién compra este esclavo? - Y él los corregía: -No pregunten así. Pregunten quién desea comprar a su dueño. –

Después de vendido su familia intentó rescatarlo, y al enterarse él de eso, exclamó: -¡ Están locos! Aquí el único esclavo es el que me compró, porque además de escucharme y obedecerme, también me alimenta y me viste. –

En otra ocasión escuchó a un tocador de cítara que era un hombre muy desagradable en su trato pero muy hábil en la ejecución. Y Diógenes dijo: - Es uno de los pocos hombres a quien admiro. - Alguien, le preguntó: - ¿Por lo bien que toca? - Y le respondió: -No precisamente, sino porque con la habilidad que tiene en las manos se ha dedicado a tocar la cítara y no a ladrón -.