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Los Libertadores: entre voladuras e irresponsabilidades
Mogadiscio/ - Publicado:
Corría el año 1976, y muchas eran las familias panameñas que esperaban con ansias la entrega de su nueva vivienda, un departamento en el entonces moderno complejo habitacional Los Libertadores, en la recientemente inaugurada vía Ricardo J.Alfaro, posteriormente conocida como Tumba Muerto.Los Libertadores es un complejo habitacional conformado por ocho edificios de 14 pisos cada uno y seis apartamentos por piso.Lo que representa 672 familias que arrojan una población aproximada de 2,700 habitantes.Estos edificios, que fueron construidos de material prefabricado, paulatinamente albergaron a sus inquilinos.No obstante, muchos de esos habitantes, que en la actualidad aún residen en el lugar, nunca esperaron pasar por la desagradable experiencia, de pensar que en algún momento las torres, en el peor de los casos, se pudieran precipitar.Entre los males que aquejan a quienes residen en Los Libertadores destacan: ascensores dañados, residentes "mala pagas" que no le hacían frente a su responsabilidad con la junta directiva para costear los gastos de mantenimiento y recientemente, las detonaciones en un cerro cercano al lugar.En la actualidad los apartamentos tienen un valor aproximado de entre 25 y 35 mil balboas.En un recorrido efectuado ayer por El Panamá América en el sector, se percibió un ambiente de preocupación por la realidad que allí se vive.La profesora Isis de Vaz de Melo, quien tiene 16 años de residir en Los Libertadores, narró que las detonaciones registradas en los últimos meses han acelerado el proceso normal de deterioro de la estructuras.Reconoció que las torres por diversos factores no han recibido el debido mantenimiento, pero las detonaciones indudablemente les afectan.Con relación al mantenimiento de las torres, de Melo dijo que lamentablemente en el transcurso de los 28 años de existencia de los edificios, algunos presidentes de las juntas directivas no fueron honestos, lo que acarreó que muchos de los habitantes responsables que pagaban a tiempo los B/.10.00 de mantenimiento dejarán de hacerlo.Indicó que a los propietarios de departamentos le corresponde velar por el aseo y pintura de los multifamiliares, así como por el buen funcionamiento de los ascensores y de la luz de los pasillos, pero lamentablemente la realidad de hoy es otra.De Melo reside en la torre Z-1, esta edificación tiene los dos elevadores inservibles, en el interior del inmueble se observan marcadas rajaduras en las losas de los entrepisos, los barandales de las escaleras oxidados y con muestra de corrosión, entre otras irregularidades, todas producto de la falta de mantenimiento.El equipo de El Panamá América conversó con varios residentes de distintas quienes coincidieron en que en todos los ascensores estaban dañados y que las juntas directivas no recibían la debida cuota de todos los habitantes.Por su parte, la señora Zoila, que es una de las residentes más antigua en Los Libertadores, con 27 años en el lugar, manifestó que la tranquilidad era la tónica en los primeros años de vivir allí."Habían muchos espacios donde los muchachos practicaban diferentes deportes, espacios que han desparecido para darle cabida a diferentes estructuras", contó."Cuando compré en esta área lo hice para toda la vida, ahora que estoy mayor, se me hace difícil adquirir otra vivienda y si lo hago tendría que ir para las afueras o Arraiján", expresó.Solicitó a la empresa que efectúa las explosiones, que busquen otro método para que afecten a terceras personas."Nunca habíamos tenido un problema como el actual", añadió.Para el expresidente de la Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos (SPIA), José Batista, toda estructura que esté expuesta a vibraciones, refleja algún tipo de afectación.Explicó que las detonaciones se asemejan de alguna manera a un movimiento sísmico."Cualquier estructura que sea sometida a vibraciones constantes puede tener afectaciones", reiteró el arquitecto.No obstante, aclaró que el hecho de que la estructura tenga más de 30 años no tiene nada que ver, pues una nueva edificación también puede verse afectada por una situación como la que se vive en Los Libertadores."Apelar a la edad de la estructura sería especular", agregó.Cabe señalar que meses atrás, el Instituto de Geociencias de la Universidad de Panamá, colocó equipos para medir las voladuras, los que registraron que la velocidad de las detonaciones están dentro de la norma, sin embargo, hicieron la salvedad que la aceleración puede afectar a los multifamiliares, al registrarse frecuentemente las detonaciones Con relación al informe del Cuerpo de Bomberos, de Melo señaló que para ellos (residentes) éstos carecen de veracidad, pues se les han informado de un parentesco entre un alto miembro de la institución con un administrativo de la empresa Austin Caribbean, que es la que lleva a cabo las detonaciones."Aquí tuvo que apersonarse el viceministro de Gobierno, Alejandro Pérez, para que cesarán las explosiones, pues ni el Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC), ni el Cuerpo de Bomberos lograron suspenderlas", aseguró.El Panamá América se comunicó con el Cuerpo de Bomberos, para obtener los resultados del último informe, pero indicaron que los encargados de tratar el tema ya se habían retirado.Una vez iniciaron las protestas por parte de los residentes del lugar, el presidente de la firma Austin Caribbean, Mario Julio Alcedo, señaló que antes de iniciarse los trabajos de demolición se hicieron estudios de comparación de vibraciones con otros producidos por el movimiento vehicular.También se pudo medir la vibración que produjo un sismo ocurrido en una madrugada para así estimar los niveles de vibraciones de los trabajos de demolición.Según el empresario, "los niveles de vibraciones que producen las explosiones están por debajo de lo permisible por los organismos de salud".