Metamorfosis del arnulfismo en Panamá
- Paulino Romero C/Pedagogo, escritor, diplomático.
El artículo "Al oído de Mireya Moscoso" de Jorge Gamboa Arosemena, publicado hace algunos años, me recuerda otro artículo publicado por mí, hace 26 años, titulado "Campaña Política de Difuntos", sobre la campaña política con miras a las elecciones populares de mayo de 1989, la cual se desarrolló en función del nombre y la obra de dos recordados difuntos: Omar Torrijos Herrera y Arnulfo Arias Madrid. Anotaba entonces entre otras cosas, lo siguiente:
"El primero es, para los dirigentes del Partido Revolucionario Democrático (PRD) y de otros retazos de partidos afines, la panacea de todos los males sociales del país; y el segundo representa para los "arnulfistas" (de cualquiera fracción) la fuerza de convicción que los anima e impulsa a sentirse los legítimos herederos del caudillo desaparecido"?
"Es bueno señalar, sin embargo, que lo que pudo ser cada uno de estos dos famosos personajes, en su tiempo y lugar, es cosa del pasado. Sus ejemplos (buenos o malos) y sus obras quedan con nosotros como modelos para un enjuiciamiento serio y crítico, y una serena y desapasionada evaluación histórica correspondiente"?
"Históricamente se ha comprobado que, cuando en la vida de los pueblos, los vivos cargan y honran a los difuntos, las sociedades progresan; pero cuando ocurre a la inversa, que los difuntos cargan a los vivos por carencia de liderazgo, entonces el fanatismo, la postergación y el retroceso se hacen evidentes, y viene por consecuencia la degradación colectiva".
EL PRESIDENTE JUAN CARLOS VARELA PARECIERA OLVIDAR LA MEMORIA DE ARNULFO ARIAS, Y GOBIERNA EN FUNCIÓN DE LO QUE ÉL REPRESENTA.
El funeral de Arnulfo Arias, efectuado en 1988, es recordado como el más concurrido de la historia política nacional. Años después, se realiza el "traslado de sus restos" a Penonomé (7/1/12). Asistieron como invitados de honor, los expresidentes Fernando de la Rúa y Rafael Calderón, ambos condenados por corrupción.
En realidad, el "arnulfismo" nació por generación espontánea, al abrigo de la audacia, del talento ejecutivo, de la fuerza pasional y el sentimiento que desató en Panamá, desde los años 30 del siglo pasado, un hombre llamado Arnulfo Arias. Su filosofía de "creer y no pensar, obrar y no reflexionar, obedecer y no discutir", algo así como una síntesis del evangelio fascista, que venía siendo predicado en el seno de la sociedad occidental ya desde 1890 adelante, alzándose su diapasón en los primeros años del siglo XX.
Se inicia con el Movimiento de Acción Comunal en 1931. Luego, convertido en Partido Nacional Revolucionario, en 1940, ganó las elecciones nacionales con su candidato presidencial Arnulfo Arias. En 1947 se convierte en Partido Revolucionario Auténtico (PRA). Participa en las elecciones de 1948 y las gana, pero el triunfo no le fue oficialmente reconocido, hasta un año después (24/11/1949). En 1960, se inscribe como Partido Panameñista, participa en las elecciones de 1964, 1968 y 1984, con el mismo candidato presidencial de siempre: Arnulfo Arias. Durante su gestión como presidente de la República (1940-1941; 1949-1951 y los 11 primeros días de octubre de 1968), Arnulfo Arias aplicó con firmeza su filosofía política: "El culto a la personalidad".
Con motivo de su muerte en agosto 1988, Guillermo Endara y Mireya Moscoso inscriben el Partido Panameñista (1991), y en 1999 Mireya Moscoso es elegida presidenta de Panamá. Su gobierno fue nefasto para el país y, en consecuencia, pierde las elecciones de 2004. Después de la derrota electoral de mayo de 2004, se realizó una transformación en la dirección del Partido Arnulfista.
En 2005 se cambia nuevamente el nombre del Partido "Arnulfista" por "Panameñista", y se elige al señor Juan Carlos Varela como su presidente. Desde julio de 2009, el Partido Panameñista formó parte del gobierno "Alianza por el Cambio" hasta el 30 de agosto de 2011, fecha en que el presidente Ricardo Martinelli destituye fulminantemente por Twitter al canciller Varela. Entonces los ministros y viceministros panameñistas, en gesto de solidaridad con el presidente del colectivo, renuncian a sus cargos en el Gabinete, y así se produce la ruptura de la Alianza.
La situación actual del Partido Panameñista (hoy en función de gobierno), es sumamente incierta. El presidente Juan Carlos Varela pareciera olvidar la memoria de Arnulfo Arias, y gobierna en función de lo que él representa.
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