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Moscas azules
Ginela Escala M./ - Publicado:
SÍ HA AVANZADO la democracia política en América Latina significativamente.Sin embargo, la democracia política tiene que ir acompañada con un avance de la democracia socioeconómica.En las tres ultimas décadas, América Latina se convirtió en la zona más desigual del planeta, donde la pobreza se presenta en números absolutos.A esta situación hay que sumarle la degradación ambiental, la pérdida de riqueza biológica y el deterioro permanente de los recursos naturales, en una región donde se pierden casi siete millones de hectáreas de bosque cada año debido a la deforestación.Podemos pedir prestada la palabra democracia para aplicarla a la esfera socioeconómica.Pues, así como se habla de las libertades políticas que brinda la democracia, debemos propender hacia una mejor redistribución del ingreso y un modelo de crecimiento con base en el desarrollo y no solamente en el crecimiento económico.A pesar de los avances en la vigencia de la democracia, América Latina es una región caracterizada por la existencia de grandes sectores de la población que desconocen qué es la democracia, sus posibilidades y limitaciones.Esta situación produce un gran descontento, porque las personas identifican que la democracia política debería ir acompañada de un mejor nivel de vida y comienzan a cuestionar la capacidad de la democracia, que brinda libertades, pero no ese nivel de vida.Eso erosiona la democracia, y es preocupante ver la cantidad de personas muchas veces sobreviviendo en la ranuras de un crecimiento económico que parece ser privativo de una angosta franja de la sociedad, que está manifestando su decidida adhesión a un régimen de perfil autoritario.En una encuesta reciente, casi la mitad de los panameños manifestó que la democracia sería mejor sin partidos políticos y sin Asamblea Nacional de Diputados.Uno se pregunta: ¿Se puede pensar en una democracia sin partidos ni parlamentos? Lo que sucede es que la gente siente que ni los partidos, ni la Asamblea le están dando respuestas en el plano socioeconómico.Entonces, si no logramos sincronizar el sistema democrático con el bienestar socioeconómico, si sólo nos referimos a la libertad dejando de lado las igualdades y equidades, nos encontraremos pronto con una crisis de legitimidad de la democracia.En una encuesta sobre el autoritarismo, un tercio de los jóvenes de nivel secundario estaba de acuerdo con regímenes autoritarios.Manifestaron que la democracia no daba respuestas y esperaban que viniera alguien con mano dura a imponer los cambios que ellos necesitan.Esto es lo grave de la situación: podemos llegar a un esquema autoritario con respaldo popular, o con el respaldo, por lo menos, de parte de la población.El autoritarismo no necesariamente tiene que ser instrumentado por una dictadura militar, puede ser perfectamente civil, respondiendo incluso a una demanda de la población.Por ello, este momento histórico es tan importante.Ahora es el momento de generar los cambios necesarios y reales para pasar no a una situación de autoritarismo, sino de más densidad democrática.Recién leí "La Mosca Azul", de Frei Betto, que es una reflexión sobre el poder."La mosca azul" viene de un poema de Andrade, que cuenta que cuando te pica, te contagia la soberbia, las ansias de enriquecimiento, el olvido de tus raíces.Creo que ahí radica parte del tema del autoritarismo.Llegar al poder y ser picados la mosca azul con su saldo de promesas incumplidas, agendas lejanas a los intereses de la mayoría, corrupción, soberbia, autoritarismo.La gente lo percibe y paulatinamente comienza a quitar la confianza y naufragar la esperanza.La población muchas veces es mirada solo como un objeto, como un medio para llegar al poder.Aunque suene cursi, no hay amor.El amor significa respeto, y significa también identidad con la propia gente.En cambio, la gente pasa a ser sólo un trampolín para acceder al poder o para beneficiarse individualmente.Entonces se pierde la razón de ser y la esencia misma de lo el político prometió o predicó como mensaje de esperanza.Desafortunadamente, este tipo de oportunismos se registra en las diversas posturas ideológicas políticas.La deformación y la crisis de valores las podemos encontrar en cualquiera en todos los espacios.Antes uno se fijaba sólo en la ideología, ahora hay que fijarse también en los valores.No sólo demostrar con las ideas, sino en las obras y a través de las acciones.Si no se tiene utopía, si no se tienen sueños que creemos puedan fraguarse Si no se tienen objetivos a ser alcanzados aunque suene idílico, la vida social y personal languidece.Es mejor tener un gran objetivo utópico que no tener ninguno, porque si la tienes a lo mejor caminas hacia ella, quizá no llegues, pero por lo menos avanzas.Paulo Freire lo ejemplificaba con la tensión entre el aquí y el allá.Si estás aquí y no sabes que quieres llegar allá, te puedes quedar en el aquí y este aquí puede ser un círculo vicioso.Ahora, si te ubicas en el allá y te olvidas del aquí, estás cometiendo el mismo error.Es decir, si solamente sueñas sin poner los pies en la tierra, tampoco funciona.(raulleisr@hotmail.com)