Orden mundial resquebrajado y peligros inminentes
- Gregorio Urriola Candanedo
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- - Publicado: 24/10/2024 - 12:00 am
El calamitoso escenario mundial que vivimos, no deja de ser portador de malas noticias para la seguridad humana y la sobrevivencia planetaria. Así se infiere de las declaraciones del secretario general del Sistema de Naciones Unidas en un ambiente caldeado por sucesos harto preocupantes, y donde el argumento central que sostuvo fue: "Cualquier país o entidad militar, milicia o lo que sea, siente hoy que puede hacer lo que quiera porque no le va a pasar nada."
Entre tales acontecimientos nefastos sobresale el estallido de dispositivos de comunicación personal y al parecer otros cuyo componente esencial es el litio, que dejó 14 muertos y 450 heridos, incluidos niños. El uso de esta táctica antisubversiva del Estado de Israel contra sus enemigos reviste todas las características de terrorismo de Estado, pues las muertes acaecidas no son solo de militantes de enemigos declarados del Estado judío, militantes o bases militares, sino también personas inocentes en El Líbano. Por otra parte, este capítulo abre una caja de Pandora, pues es una nueva forma de ataque que supone redes de alta tecnología, empresas vinculadas a ellas y la complicidad de varias agencias y gobiernos con el poder y capacidad de accesar a artefactos diversos -hoy teléfonos y laptops, pero mañana pueden ser automóviles, aviones u otros con componentes electrónicos de alta tecnología-. Las nuevas formas de terrorismo – de causar terror-, vienen a sumarse a las atrocidades continuas en la Franja de Gaza, las guerras en varios puntos del África, así como el exacerbado conflicto en Ucrania, el cual cada día amenaza con convertirse en una guerra nuclear en Europa y más allá.
Por otra parte, también se agudiza el enfrentamiento económico entre potencias, tales como el intercambio de amenazas entre Alemania y China Popular en tiempo reciente, amén de la larga cadena de incidentes que rodean el control del mar de china y más específicamente el estrecho de Taiwán.
Finalmente, en este rosario de penalidades se continua con el deterioro medioambiental en niveles sin precedentes, y que siguen amenazando porciones de amplias zonas costeras, y muy señaladamente de islas en todo el mundo, como consecuencia del calentamiento global.
Frente a estos problemas y retos, las instituciones creadas hace 80 años, parecen ineficaces e impotentes, y su figura empieza a ser una parodia trágica de lo que fue la Sociedad de Naciones la Primera Guerra Mundial, más que al oren de la postguerra que nació en Yalta y Bretton Woods. Todo esto asociado al pobre reconocimiento que el mundo de 2024 es muy distinto del de 1945. Entre otros elementos de cambio determinantes en el "juego de poderes" que es la geopolítica mundial sobresalen, los cambios demográficos y de poder económico, con gigantes nuevos como India y China, así como retos como el uso de la Inteligencia Artificial y la biotecnología a nivel nano, por solo mencionar dos campos donde ya es necesario normar con un balance que no impida la innovación, pero que igualmente nos impida jugar a ser Dios.
Lo más lamentable de esta situación, en la que la Humidad puede perderlo casi todo-incluso su propia humanidad-, está en la inconsciencia del liderazgo mundial que aparentemente nos conduce a choques militar y económico donde nadie puede salir ganando, o las victorias solo pueden ser pírricas, a un altísimo costo en vidas y recursos.
El comportamiento banale irresponsable de muchos líderes, obedece a la indiferencia de las grandes masas poblacionales que miran los conflictos como si fueran simulacros de un partido de fútbol, en una pantalla de video-juegos, o irresponsablemente delegan en los gobiernos temas de su propia sobrevivencia, desde lo económico hasta lo ético, no pocas veces inducidos por la desinformación y la manipulación de los medios masivos de comunicación.
Es pues un cuadro sombrío, cuyo negro capuz no ha hecho más que acrecentarse a lo largo de los últimos meses y no permite ser optimistas, por lo menos en el corto y mediano plazo.
Las decisiones heroicas que hay que tomar, no parecen en el horizonte: ni un cese del fuego en Ucrania, o la caída del régimen del primer ministro de Israel interesado en que el Medio Oriente arda, y un largo etcétera de cambios que incluyen entre otros muchos un rediseño a profundidad de las Naciones Unidas, en especial de su Consejo de Seguridad que exprese las nuevas realidades y con real poder para implementar las decisiones que la mayoría de la humanidad está clamando a gritos.
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