¿Pagan impuestos las licencias de software?
Publicado 2000/05/21 23:00:00
- Hermano Pablo
Animó mi curiosidad la noticia "Millones cuesta a Panamá la piratería de Software? (Panamá América 17/05/00), donde la Business Software Alliance (BCA) persigue a los que usan ilegalmente los softwares y para ello, en salud de los propietarios de los softwares, propio y hasta del fisco, deposita fianzas y entra a las empresas con fiscal, juez y una batería de investigadores. Por demás, la representante legal, Nicole Darlington, informó que no han experimentado una contrademanda, lo que indica que miden cada paso antes de entrar en acción.
Desde aquella AMSTRAD que adquirí por los 80 y el ya prehistórico software Locoscript, he sido uno de los muchos beneficiados con las bondades de las PCs. Sin embargo tengo mis quejas. En los informativos que acompañan a los carísimos software que he comprado y venden en volúmenes próximos a las bananas, algunos útiles y otras pérdidas, hay omisiones y fallas que indican que los emporios norteños están cogiendo los mangos a ras del suelo y enriqueciéndose en desconsideración a los usuarios de nuestro mundo pobre. Suelo preferir los software en inglés debido a que en español, tanto en el programa como en los manuales incompletos que le incorporan, son verdaderos jeroglíficos (sí quiere conocer todas las bondades del programa, sea en ambos idiomas, ante las deficiencias del manual que incorporan, debe uno invertir adicionalmente en caro libro que los detalla).
Darlington refirió que un estudio reflejó que en 1998, con la piratería en un 70%, el fisco percibió $9 millones por la venta de $20 millones de sofrwares y predijo que para el 2000, de reducirse la piratería al 25%, el fisco captaría $27, o sea el triple. Varias interrogantes surgieron de esas cifras: ¿Cuánto gasta el Estado en softwares y cuántas computadoras en oficinas públicas usan programas sin derecho? Por demás, me hicieron memorar las observaciones de un ingeniero, a las cuales no le había prestado concentración debido a que no tengo los recursos, ni los conocimientos sobre materia tributaria, tiempo o influencia alguna para ocuparme. Según el especialista, la Microsoft evade los impuestos tanto en Panamá como en el resto de Latinoamérica a través de ingeniosos medios, y que tales alcanzan cifras multimillonarias. Quizás algún lector, pueda aclarar lo que me explicó el especialista:
- Según, las empresas o usuarios panameños deben pagar los derechos sobre el uso del software en cada una de las computadoras que dispongan. Es así que el paquete del software que originalmente compran, que ha pagado el impuesto de importación y cuantos derechos más, sirve para grabar el programa en tantas computadoras como se quiera; sin embargo, el usuario deberá pagar un derecho a la transnacional por su uso en cada una, es así que cancela una determinada cantidad a una empresa local que a su vez remite el pago a los Estados Unidos y, a vuelta de correo, el usuario recibe una licencia (simple papel) de la transnacional que lo autoriza a utilizar el programa, digamos, en 20 computadoras.- De ser así, se ha producido una importación ilegal.
- Por otra parte, por la INTERNET venden programas que son importados por vía incontrolada por los sabuesos fiscales, esas importaciones tampoco pagan un céntimo de impuesto. En conclusión, si el Estado panameño colabora y protege a través de la Ley sobre Derecho de Autor y presta los servicios judiciales a esos emporios, debe exigirles, de ser el caso, que cumplan con el pago de los impuestos y presenten los paquetes debidamente traducidos por panameños (en informativo de software que compré días atrás, el traductor de la Microsoft, para disculparse por las fallas en la traducción, explicó que cada país de habla española usa términos distintos, lo que justifica que inviertan en intérpretes locales), así como también requerirles que los manuales cuenten con los explicativos integrales sobre las bondades del programa. Estados Unidos vibra en un auge económico sin precedentes, en buena medida, gracias al desarrollo y comercialización casi exclusiva de la tecnología de la información, no hay razón para que continúe lo ancho para allá y lo angosto para acá.
Desde aquella AMSTRAD que adquirí por los 80 y el ya prehistórico software Locoscript, he sido uno de los muchos beneficiados con las bondades de las PCs. Sin embargo tengo mis quejas. En los informativos que acompañan a los carísimos software que he comprado y venden en volúmenes próximos a las bananas, algunos útiles y otras pérdidas, hay omisiones y fallas que indican que los emporios norteños están cogiendo los mangos a ras del suelo y enriqueciéndose en desconsideración a los usuarios de nuestro mundo pobre. Suelo preferir los software en inglés debido a que en español, tanto en el programa como en los manuales incompletos que le incorporan, son verdaderos jeroglíficos (sí quiere conocer todas las bondades del programa, sea en ambos idiomas, ante las deficiencias del manual que incorporan, debe uno invertir adicionalmente en caro libro que los detalla).
Darlington refirió que un estudio reflejó que en 1998, con la piratería en un 70%, el fisco percibió $9 millones por la venta de $20 millones de sofrwares y predijo que para el 2000, de reducirse la piratería al 25%, el fisco captaría $27, o sea el triple. Varias interrogantes surgieron de esas cifras: ¿Cuánto gasta el Estado en softwares y cuántas computadoras en oficinas públicas usan programas sin derecho? Por demás, me hicieron memorar las observaciones de un ingeniero, a las cuales no le había prestado concentración debido a que no tengo los recursos, ni los conocimientos sobre materia tributaria, tiempo o influencia alguna para ocuparme. Según el especialista, la Microsoft evade los impuestos tanto en Panamá como en el resto de Latinoamérica a través de ingeniosos medios, y que tales alcanzan cifras multimillonarias. Quizás algún lector, pueda aclarar lo que me explicó el especialista:
- Según, las empresas o usuarios panameños deben pagar los derechos sobre el uso del software en cada una de las computadoras que dispongan. Es así que el paquete del software que originalmente compran, que ha pagado el impuesto de importación y cuantos derechos más, sirve para grabar el programa en tantas computadoras como se quiera; sin embargo, el usuario deberá pagar un derecho a la transnacional por su uso en cada una, es así que cancela una determinada cantidad a una empresa local que a su vez remite el pago a los Estados Unidos y, a vuelta de correo, el usuario recibe una licencia (simple papel) de la transnacional que lo autoriza a utilizar el programa, digamos, en 20 computadoras.- De ser así, se ha producido una importación ilegal.
- Por otra parte, por la INTERNET venden programas que son importados por vía incontrolada por los sabuesos fiscales, esas importaciones tampoco pagan un céntimo de impuesto. En conclusión, si el Estado panameño colabora y protege a través de la Ley sobre Derecho de Autor y presta los servicios judiciales a esos emporios, debe exigirles, de ser el caso, que cumplan con el pago de los impuestos y presenten los paquetes debidamente traducidos por panameños (en informativo de software que compré días atrás, el traductor de la Microsoft, para disculparse por las fallas en la traducción, explicó que cada país de habla española usa términos distintos, lo que justifica que inviertan en intérpretes locales), así como también requerirles que los manuales cuenten con los explicativos integrales sobre las bondades del programa. Estados Unidos vibra en un auge económico sin precedentes, en buena medida, gracias al desarrollo y comercialización casi exclusiva de la tecnología de la información, no hay razón para que continúe lo ancho para allá y lo angosto para acá.
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