opinion
Patria y Canal
Humberto E. Ricord - Publicado:
Entre las enseñanzas que para tirios y troyanos seguramente dejará el Referéndum del mes de octubre, se encuentra la referida al Canal, que creo desde ahora comenzamos a concebir como cosa propia; es decir que debe ser defendido, sobre todo en cuanto a su funcionamiento para todo el pueblo, y de beneficio directo sin par lo que llamamos el pueblo panameño, sin exclusión de nadie.Para ello fue necesario que desde mayo último, hasta el mes de octubre que agoniza, nuestro pueblo, como un todo, dedicó sus mejores momentos a percatarse de la gran importancia que ya desde el año 2000, tenía y tiene, la gran zanja que abrieron los norteamericanos de mayo de 1904 a agosto de 1914, zanja que todavía superficialmente llamábamos el Canal de Panamá.Creo que es la primera vez, como efecto del traspaso del Canal a Panamá, nada más que desde el 2000, hace unos cinco años, que la mayoría de nuestros nacionales ve y considera el Canal como algo verdaderamente nuestro y objeto que merecía y merece la más seria consideración en cuanto al destino que debemos darle.El Gobierno y la Autoridad del Canal nunca pensaron que el llamamiento al Referéndum iba a traducirse en lo que podemos llamar un tanto arbitrariamente, como el primer acto colectivo de la mayoría de nacionales, como pensamiento propio, en cuanto al destino, y uso y producto del Canal, en la vida diaria y colectiva de la población nacional.Pero la forma egoísta y parcializada que esas dos autoridades que hemos señalado le plantearon al pueblo la problemática canalera (Sí o No), limitó y redujo la amplia perspectiva que pudo tener el referéndum en la vida nacional.El verdadero problema no consistía en si se hacían o no las nuevas esclusas para el Canal, sino que la incógnita en lo que como panameño nos concernía era si el Canal debía seguir funcionando para beneficio de las grandes navieras del mundo, o si los productos económicos del Canal debían beneficiar ya, desde ahora, a todo muestro pueblo, en la solución de sus grandes problemas colectivos (grandes paradójicamente en un país pequeño y de reducida población), pero bajo el control orgánico de todo nuestro pueblo, representado por personas honestas que administraran honestamente el Canal y destinaran sus ganancias a tal solución porque no tenía importancia mayor si el Canal iba a estar manejado por los representantes de la plutocracia partidista que hoy dispone de tales ganancias y se empeña en gastar el dinero en las esclusas que beneficiarán inmediatamente también a los conocidos navieros mundiales, y postergan la solución del problema del hambre en el estómago de un cuarenta por ciento de nuestra población.Después de ese acto eleccionario mediatizado, ya nuestro pueblo sabe que las normas jurídicas que rigen el Canal deben ser otras, para que el beneficio enorme de las ganancias canaleras, se destine a la solución honrada de los problemas nacionales, en forma tal que las ganancias y el manejo canaleros se ubiquen en manos pulcras, única garantía para que no sea una simple frase el decir que el Canal es de los panameños, cambio político indispensable para que los productos del Canal panameño se destinen a la solución específica de los problemas nacionales.Nuestro pueblo tiene la palabra hacia un futuro próximo y no para las calendas griegas de la eternidad, si es que queremos que el Canal sea realmente de los panameños y no de un grupo de "representantes", que sólo representan sus bolsillos.Tal es la Patria que queremos y por la que continuaremos luchando hasta cuando el Canal sea realmente nuestro Canal.Carrasco aseguró que prefiere irse a pie que esperar parado, pues cuando llega a su casa está más cansado de lo usual.El trabajador afirmó que en el lugar hay un problema con el transporte desde hace muchos años."Ahora por lo menos contamos con paradas, pero antes cuando llovía no teníamos ni dónde refugiarnos para no mojarnos", mencionó.Según Urbano Coronado, conductor de buses de Transportes Unidos de Panamá Viejo S.A, la flota de buses de Costa del Este-San Miguelito es de 28 buses, por lo que no considera que la falta de vehículos sea el problema.Coronado aseguró que aunque los buses salgan uno detrás del otro las personas que trabajan en el área son muchas y "todas salen al mismo tiempo"."La aglomeración de personas y los pocos puestos que tienen los buses se han convertido en los principales problemas de la ruta", afirmó.