Por sus frutos se le conoce

Para nadie es un secreto que Juan Carlos Navarro fue ungido por el ex presidente Ernesto Pérez Balladares para ocupar la Alcaldía de Panamá en el año 1994. El otro factor determinante fue la popularidad que se ganó como Director Ejecutivo de la Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza.

Es obvio que la fama de ambientalista y director de una de las organizaciones ambientalistas más importante en ese momento, lo convirtieron en el mejor candidato a la Alcaldía para hacer del distrito de Panamá la ciudad sostenible que anhelaban todos.

El tiempo se ha encargado de desnudar el pobre desempeño del hoy candidato a la presidencia de la República en su paso por la Alcaldía de Panamá. Y la pregunta que salta a la vista es: ¿Qué hizo como alcalde en diez años? La respuesta es nada que no fuera gastar miles de dólares en publicidad en su enfermizo culto a su personalidad.

Lo que sí hizo muy bien fue dedicarse a destruir todas las obras que construyó la ex alcaldesa Mayín Correa, como es el caso del centro turístico Mi Pueblito, que lo dejó en el abandono por su disputa personal con la señora Correa. Igualmente acabó con muchos de los programas que creó su antecesora, como es el caso del desfile de navidad, que perdió su esencia y esplendor que lo había caracterizado porque hasta le cambió el nombre.

En el tema ambiental ni siquiera fue capaz de resolver el problema del transporte y disposición final de los desechos sólidos en la ciudad de Panamá. No hizo un solo proyecto orientado hacia la construcción de una ciudad sostenible, a pesar de su liderazgo internacional como ambientalista.

El único aporte ambiental en su gestión fue sancionar como Alcalde el Acuerdo Municipal No. 157 de 31 de julio de 2001, que le dio al Cerro Ancón la categoría de área protegida, para evitar que se construyera el teleférico en este cerro. Sin embargo, tampoco fue capaz de lograr que se elaborara el Plan de Manejo de esta área para determinar los usos que se le pueden dar al Cerro Ancón. Y todavía está pendiente una rendición de cuentas del programa “Adopta tu hectárea” en Darién.

Si los diez años de Navarro en la Alcaldía pasaron sin pena ni gloria porque no dejó una sola obra digna de admirar, y ni siquiera fue capaz de recoger bien la basura, ¿cómo podemos esperar que sea capaz de hacer las transformaciones que el país necesita y dar continuidad a las obras y programas que inició esta administración?