¿Qué es la competitividad?
Publicado 2005/06/08 23:00:00
- Frank De Lima
En Panamá deben eliminarse los carteles y monopolios de hecho, las barreras técnicas a nuevos actores y los subsidios que consumen recursos del Estado...
SI LE PREGUNTAMOS A diez personas el significado de la palabra "competitividad", es muy probable que obtendríamos diez respuestas diferentes. Esto se da por el hecho de que hoy día dicha palabra se usa en varios contextos, particularmente, en aspectos de competencia laboral, educativa, social y otras más.
No obstante, en términos de la economía moderna, competitividad significa, según el concepto del Profesor Michael Porter de la Universidad de Harvard y experto en el tema, no otra cosa que productividad.
Siguiendo con la definición de Porter, la productividad es el valor de bienes y servicios generados por unidad de recursos naturales, el recurso humano y capital. Bajo esta descripción, la productividad y, por ende, la competitividad, puede ser mejorada aumentando el valor de los bienes y servicios en el mercado y/o aumentando los niveles de eficiencia en la producción de tales bienes y servicios.
Mucho se comenta que hay que mejorar la competitividad de Panamá. ¿Qué significa ésto? Para muchos esto representa un mayor desempeño macroeconómico, una mayor seguridad jurídica y una ataque frontal a la corrupción, entre otros. Si Panamá tuviera los mismos niveles que Finlandia (el país más competitivo según el World Economic Forum) en relación a estos indicadores, ¿sería Panamá un país tan competitivo como Finlandia?
Parte del problema de la globalización es que las políticas macroeconómicas que numerosos países han implementado para mejorar su desempeño y su inserción en los mercados globales no han generado el crecimiento económico, ni mayores empleos ni los aumentos en las exportaciones que se esperaban. La razón es simple: un buen entorno macroeconómico no garantiza la competitividad empresarial de un país.
Sólo reformas a nivel microeconómico garantiza un mejoramiento en la competitividad, y éstas se pueden identificar en tres etapas que son las siguientes:
1. La etapa factor. Esta etapa se identifica con los países pobres en vías de desarrollo. Las empresas en estos países se preocupan en competir sobre la base del precio más bajo. Las empresas se dedican a vender sus productos en el mercado local tratando de controlar sus gastos, lo cual se traduce en bajos salarios.
2. La etapa inversión. Esta se refleja en países con mediana riqueza como Panamá. Las empresas han desarrollado productos más sofisticados, han creado marcas y están exportando a mercados regionales. También invierten en tecnología para mejorar la eficiencia durante el proceso de producción.
3. La etapa de innovación. Se identifica con los países ricos. Las empresas están constantemente innovando, creando productos y servicios de alto valor, compitiendo en mercados globales y mejorando la eficiencia del proceso de producción. Dada la sofisticación de los productos y servicios, su alto valor de mercado permite pagar salarios altos.
En la actualidad, el entorno microeconómico de Panamá se encuentra en la fase de inversión, si bien algunos sectores como la industria manufacturera y el sector agropecuario todavía están en la etapa de factores. Y aún en el caso que Panamá tuviera los mismos indicadores macroeconómicos que Finlandia, las empresas panameñas no serían tan competitivas como las de Finlandia pues todavía no han pasado a la etapa de innovación.
El desempeño competitivo de las empresas del país determina la competitividad de éste y para mejorar el entorno microeconómico deben eliminarse las distorsiones dentro de su economía. En el caso de Panamá, deben eliminarse los carteles y monopolios de hecho, las barreras técnicas a la entrada de nuevos actores y los subsidios que a final de cuentas consumen recursos del Estado que pueden ser mejor invertidos.
Hasta que estos pasos no se tomen decisivamente, la competitividad panameña no mejorará sus niveles, no importa qué reformas a nivel macroeconómico sean realizadas.
No obstante, en términos de la economía moderna, competitividad significa, según el concepto del Profesor Michael Porter de la Universidad de Harvard y experto en el tema, no otra cosa que productividad.
Siguiendo con la definición de Porter, la productividad es el valor de bienes y servicios generados por unidad de recursos naturales, el recurso humano y capital. Bajo esta descripción, la productividad y, por ende, la competitividad, puede ser mejorada aumentando el valor de los bienes y servicios en el mercado y/o aumentando los niveles de eficiencia en la producción de tales bienes y servicios.
Mucho se comenta que hay que mejorar la competitividad de Panamá. ¿Qué significa ésto? Para muchos esto representa un mayor desempeño macroeconómico, una mayor seguridad jurídica y una ataque frontal a la corrupción, entre otros. Si Panamá tuviera los mismos niveles que Finlandia (el país más competitivo según el World Economic Forum) en relación a estos indicadores, ¿sería Panamá un país tan competitivo como Finlandia?
Parte del problema de la globalización es que las políticas macroeconómicas que numerosos países han implementado para mejorar su desempeño y su inserción en los mercados globales no han generado el crecimiento económico, ni mayores empleos ni los aumentos en las exportaciones que se esperaban. La razón es simple: un buen entorno macroeconómico no garantiza la competitividad empresarial de un país.
Sólo reformas a nivel microeconómico garantiza un mejoramiento en la competitividad, y éstas se pueden identificar en tres etapas que son las siguientes:
1. La etapa factor. Esta etapa se identifica con los países pobres en vías de desarrollo. Las empresas en estos países se preocupan en competir sobre la base del precio más bajo. Las empresas se dedican a vender sus productos en el mercado local tratando de controlar sus gastos, lo cual se traduce en bajos salarios.
2. La etapa inversión. Esta se refleja en países con mediana riqueza como Panamá. Las empresas han desarrollado productos más sofisticados, han creado marcas y están exportando a mercados regionales. También invierten en tecnología para mejorar la eficiencia durante el proceso de producción.
3. La etapa de innovación. Se identifica con los países ricos. Las empresas están constantemente innovando, creando productos y servicios de alto valor, compitiendo en mercados globales y mejorando la eficiencia del proceso de producción. Dada la sofisticación de los productos y servicios, su alto valor de mercado permite pagar salarios altos.
En la actualidad, el entorno microeconómico de Panamá se encuentra en la fase de inversión, si bien algunos sectores como la industria manufacturera y el sector agropecuario todavía están en la etapa de factores. Y aún en el caso que Panamá tuviera los mismos indicadores macroeconómicos que Finlandia, las empresas panameñas no serían tan competitivas como las de Finlandia pues todavía no han pasado a la etapa de innovación.
El desempeño competitivo de las empresas del país determina la competitividad de éste y para mejorar el entorno microeconómico deben eliminarse las distorsiones dentro de su economía. En el caso de Panamá, deben eliminarse los carteles y monopolios de hecho, las barreras técnicas a la entrada de nuevos actores y los subsidios que a final de cuentas consumen recursos del Estado que pueden ser mejor invertidos.
Hasta que estos pasos no se tomen decisivamente, la competitividad panameña no mejorará sus niveles, no importa qué reformas a nivel macroeconómico sean realizadas.
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