Reculando París

Lutecia, en francés Lutece, bautizada por los Romanos en el año 52 AC sobre el islote que alberga la imponente catedral de Notre Dame, hoy conocido cómo Ile de la Cité, fue fundada por la tribu de pescadores Celtas denominada Parisii, adoptando finalmente el nombre París en el siglo V.

Fascinantes orígenes de esta imponente ciudad que se extendió posteriormente a los bancos del río Sena para convertirse en la urbe con el mayor número de visitantes en el planeta, siendo Francia el país líder mundial con un estimado de 50 millones de turistas en 2024.

Recorrer sus callejuelas y admirar sus monumentos que parecen asomarse en cada esquina forman parte de su portentoso idilio que no deja de asombrarnos, visita tras visita, desnudando nuevos señuelos cada ocasión, como lo es sentarse en un café y deambular la mirada a diestra y siniestra, admirando cada detalle de sus habitantes, vestimentas y elegancia.

"Quiubo Flor", saludo a la Condesa d'Asseux, panameñita vida mía, habitante de Limoges y embajadora cultural istmeña sin nombramiento, adoptada por la nobleza gala por matrimonio y afecta amiga desde mi primera conferencia Pourquoi le Panama en la majestuosa Maison de l'Amérique Latine en el insigne Boulevard Saint Germain, portando bella pollera montuna roja, obsequiando su donaire y sonrisas a la sorprendida audiencia, posterior a la refinada introduccion por parte de nuestro Embajador Henry Faarup, recientemente designado por el presidente electo Mulino para tomar las riendas de su proyecto insignia, tren Panama-David.

"Ancla nuestro crucero en Le Havre el sábado 31 de agosto y nos gustaría convidarte al almuerzo en el restaurante Relais de l'Entrecôte de rue Marbeuf en París al mediodía", a lo cual nuestra interlocutora manifiesta : "Desde ya, París está de locos, retenes por doquier, cierre de estaciones de metro, escudriñantes agentes de seguridad apostados cual abejas al panal. No vengas".

Y es que a partir del 26 de julio, hasta el 11 de agosto París se convierte en sede de los Juegos Olímpicos, donde su población de 2 millones acogerá a 15 millones de visitantes. Demencia verdadera que nos obliga a retraer nuestras aspiraciones.

Y es que de por si, examinar la capital gala resulta soporífero para cruceristas con una jornada agravada por el transporte ida y vuelta desde el puerto a la ciudad, de 3 horas en cada dirección, resultando mayor el tiempo en el traslado que de visita.

Con sumo pesar y con buena razón evitaremos los encantos de París. Inquiriendo planes alternos, visitaremos Rouen (pronunciado Ruán), ciudad de Juana de Arco, campesina medieval quien cambió el destino de la guerra de los Cien Años a favor de la victoria francesa, quien fallece inmolada en la Plaza del Mercado Viejo a los 19 años, quemada en la hoguera por "ofensa divina", es decir, herejía.

Ciudad de Romanos y Vikingos, con rica historia y arquitectura Gótica, fundada en el año 1150, resulta otro ejemplo de las grandes sorpresas que reciben al forastero en una Francia repleta de cuentos por doquier. Hágase un favor, si está por allí la víspera, examine provincias, no es el momento indicado para visitar la ciudad del amor.

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