Repertorio / Dos hombres admirables
Publicado 2007/05/26 23:00:00
- Nathali Reyes
El domingo pasado nos referimos al matrimonio de Josefina, quien fue esposa de Napoleón Bonaparte tras haber enviudado del vizconde Alejandro Beauharnais. Relatábamos que tras la Revolución Francesa, ella y su esposo fueron hechos prisioneros y que en la cárcel, a donde fueron conducidos, todas las mañanas llamaban a quienes serían guillotinados; en una de ellas, cuando se escuchó la voz resonante de un centinela que mencionó el apellido Beauharnais, ella y su esposo se levantaron al mismo tiempo para dirigirse a la puerta de salida, pero cuando estaban ya próximos, el esposo, adelantándose, le dijo: "Permítame, señora, que por una vez pase una puerta delante de una dama". En consecuencia, sólo él fue conducido hacia la guillotina. Ella fue liberada posteriormente. Pero el gesto del esposo no pudo haber sido mayor prueba de su amor por ella y que, con la mayor serenidad y valentía le salvaba la vida, y caminó hacia la muerte en gesto hermosísimo de exquisito refinamiento y caballerosidad.
El otro admirable caso al que deseamos referirnos es el de un caballero de los tiempos de la antigua Roma que cortejaba a una distinguida dama, pero infructuosamente. En una ocasión, en el circo, se acercó él a saludarla. En ese momento se habría la puerta de los leones que comenzaron a entrar al ruedo. Ella dejó caer su pañuelo intencionalmente sobre la arena, y le dijo: "Si es verdad que me amais, recoged mi pañuelo". De inmediato se lanzó recogerlo, regresó con él donde ella y se lo entregó diciéndole: "Aquí está su pañuelo. Y su amor ya no lo necesito".
También se realizarán elecciones para los órganos del Sistema, entre ellos, el Comité Jurídico Interamericano y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Sería bueno tener presente que nuestro país tiene una sentencia pendiente de cumplimiento ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, institución judicial autónoma de la OEA. Lo anterior tiene que ser entendido por nuestro gobierno como un compromiso de Estado y un compromiso con el sistema interamericano de derechos humanos.
Si las partes lo consideraran pertinente podrían promover, en el marco de la Asamblea General, un encuentro entre el Presidente de la Corte Interamericana, representantes del Gobierno y los trabajadores destituidos por la ley 25 de 1990. En 1996, en aquella Asamblea celebrada en Panamá, se propició una reunión entre los trabajadores destituidos, el Gobierno y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Recordemos que para entonces el caso ni siquiera había llegado a la Corte; es decir, los trabajadores no habían sido beneficiados con la Sentencia que les garantiza sus reclamos.
Durante los primeros días de junio, los ojos del continente estarán puestos en la ciudad de Panamá, por lo que como ciudadanos responsables debemos propiciar la mejor imagen y el mejor ambiente en nuestro país. El momento es oportuno para exhortar a los compatriotas a mantener el clima de estabilidad que se requiere para ofrecer nuestra nación como destino y plataforma para el desarrollo de la región. Lo que proyectemos a nuestros visitantes redundará en beneficios para todos y, por supuesto, ello contribuirá al éxito que, esperamos los panameños, tendrá esta Asamblea General y sus actividades paralelas.
(*Representante Alterno de Panamá ante la OEA.)
El otro admirable caso al que deseamos referirnos es el de un caballero de los tiempos de la antigua Roma que cortejaba a una distinguida dama, pero infructuosamente. En una ocasión, en el circo, se acercó él a saludarla. En ese momento se habría la puerta de los leones que comenzaron a entrar al ruedo. Ella dejó caer su pañuelo intencionalmente sobre la arena, y le dijo: "Si es verdad que me amais, recoged mi pañuelo". De inmediato se lanzó recogerlo, regresó con él donde ella y se lo entregó diciéndole: "Aquí está su pañuelo. Y su amor ya no lo necesito".
También se realizarán elecciones para los órganos del Sistema, entre ellos, el Comité Jurídico Interamericano y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Sería bueno tener presente que nuestro país tiene una sentencia pendiente de cumplimiento ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, institución judicial autónoma de la OEA. Lo anterior tiene que ser entendido por nuestro gobierno como un compromiso de Estado y un compromiso con el sistema interamericano de derechos humanos.
Si las partes lo consideraran pertinente podrían promover, en el marco de la Asamblea General, un encuentro entre el Presidente de la Corte Interamericana, representantes del Gobierno y los trabajadores destituidos por la ley 25 de 1990. En 1996, en aquella Asamblea celebrada en Panamá, se propició una reunión entre los trabajadores destituidos, el Gobierno y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Recordemos que para entonces el caso ni siquiera había llegado a la Corte; es decir, los trabajadores no habían sido beneficiados con la Sentencia que les garantiza sus reclamos.
Durante los primeros días de junio, los ojos del continente estarán puestos en la ciudad de Panamá, por lo que como ciudadanos responsables debemos propiciar la mejor imagen y el mejor ambiente en nuestro país. El momento es oportuno para exhortar a los compatriotas a mantener el clima de estabilidad que se requiere para ofrecer nuestra nación como destino y plataforma para el desarrollo de la región. Lo que proyectemos a nuestros visitantes redundará en beneficios para todos y, por supuesto, ello contribuirá al éxito que, esperamos los panameños, tendrá esta Asamblea General y sus actividades paralelas.
(*Representante Alterno de Panamá ante la OEA.)
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