Se olvidaron de que tenían Psique

Desde que comenzó la llamada revolución industrial el ser humano se ha ido alejando poco a poco de su parte espiritual y acercándose solo a lo material.

Piensa, así pues, en estos momentos del siglo XXI que él es solo materia y que todo termina por tanto con la muerte.

Por ello, en los lugares desahogados económicamente vemos a los jóvenes y a los no tanto bebiendo, drogándose, haciendo trastadas sin fin, algunos gozan con el sufrimiento de otros y la destrucción de la vida.

¡Vaya pues ser tan evolucionado a donde que ha llegado!

La mente no está al servicio del espíritu o de la energía interna, sino que es un arma mortal de destrucción, de ambiciones sin fin.

¿Cuál es el poder que muchos buscan sin fin?

¿Será fruto de una mente sin control?

Para qué se ansía tanto el poder y la riqueza, propiedades, etc. Si en cualquier momento puedes irte.

La muerte nos ronda todos los días, esto no debemos de olvidar.

Aunque el ser humano, único dotado de pisquis en la naturaleza tal como la conocemos, haya hecho avances en la medicina, física o haya viajado a la Luna viene una tempestad y lo tumba, un incendio y lo quema, un tornado y se va al carajo.

No son tales avances porque somos muy débiles todavía, vulnerables.

El mundo natural y cosmológico puede arrasar el planeta en cuestión de unas horas.

Algo que llegue del espacio exterior.

Autoprogramarse en la vida, en a orientación correcta de proteger la vida, los otros, crear, basar nuestra vida en buscar la trascendencia es la orientación que debemos de tomar, la única posible para corregir esta tan desafortunada salida de la línea coherente.