Sobre brujos y sanadores, lo bueno, malo y feo
Publicado 2002/10/03 23:00:00
- Vic Sportsman
Medio siglo atrás, nos quitábamos el sombrero cuando veíamos a un médico. Además, si eras doctor en medicina te levantabas la mejor hembra del pueblo, la más bella y encima con platita. Ahora el médico tiene que darse empujones, igual que cualquier profesional para salir adelante. ¡Y lo que estudian!...
Me contaba el reputado profesional que tenemos hoy en la principal Facultad de Medicina, la de la Universidad de Panamá, el Dr. Enrique Mendoza, endocrinólogo y pedagogo, que de los miles que ingresan quedan muy pocos en la lista de graduados. Pese a su pénsum agotador, los jóvenes estudiantes casi no huelen la discoteca, al salir al mercado de trabajo ya no son los seguros hombres y mujeres de éxito, que rápidamente hacían un cúmulo de reales.
Ahora se tienen que batir con un mercado que exige más donde, incluso, la gente los echa a un lado y se va con el primer brujito que les dice cosas bonitas sobre curaciones milagrosas, etc. Fácilmente, ante la ausencia de regulaciones para comprobar la seriedad de los curanderos o naturistas botánicos, etc., la población puede ser fácil presa de estafadores. No obstante que tenemos una media docena de naturópatas muy buenos pero, igualmente, nos pasan por aquí embaucadores de oficio, que conociendo que el mercado se presta para ello, se dan banquete con la desesperanza de los ansiosos por curarse.
¿Qué indica esta crisis, parte de la crisis general de fe? Que también en los predios de la medicina hacen falta nuevas materias, nuevos conocimientos, aperturas, cambios de paradigmas, que ya todo lo que hay, en todos los órdenes, está caduco, viejo, obsoleto. No hay que cambiar todo, no. ¿Acaso no debemos aceptar y ponderar todo el arsenal de tecnología moderna, que nos lleva a salvar vidas ya casi muertas, con corazones transplantados, córneas que hacen ver ciegos, etc.?... Por supuesto que sí. Lo que hace falta es un cambio de mentalidad; como dice el extraordinario doctor Chopra: "Si a nuestros médicos en Estados Unidos le damos a escoger entre una nueva idea o un químico que ya conoce, se queda con el químico. El problema es (1989) que el 80% de los pacientes que salen de los consultorios salen insatisfechos" (Chopra, "La Curación Cúantica", Edit. Grijalbo).
Actualmente, en los países industriales, entre ellos Estados Unidos, más del 65% de los pacientes conocen, han experimentado y empiezan a exigir que su médico, además de lo aprendido en la Facultad o en la especialidad "alopática", conozca también de "medicina alternativa, holistica, integral o complementaria". Y allí están a pie, completamente a pie, nuestros profesionales de la salud; salvo un par de docenas de médicos que ha estudiado por su cuenta las medicinas alternativas, muy pocos para nuestra población, los demás parecen temerosos, inhibidos de acceder a ellas, de analizar, de ampliarse.
Ya no hay excusas: el tema está en el tapete, la gente lo desea y lo exige, el mercado lo demanda.
La población manda, y esa medicina complementaria es exigida. Los médicos tienen que ir a su encuentro o se quedan rezagados. Punto. Y ahora tenemos alternativas, y muy serias: cuesta trabajo traer docentes idóneos y con programaciones sostenidas, coherentes, suficientes para especializar a los nuestros. Es decir, con programas sostenidos, académicos. Un curso intensivo con una estrella rutilante como Chopra es incosteable. Muy caro.
Por fortuna se ha logrado que nos visite un grupo de lujo, bajo la égida del médico colombiano de prestigio continental, Dr. Jorge Carvajal ("Un Arte de Curar", Editorial Norma, página web www.davida-red.org).
Dos docentes de su grupo "Via Vida", los médicos Dra. Luz Angela Carvajal, su propia hermana, y el Dr. José Felipe Duque están por visitarnos, y el próximo jueves 21 de noviembre ofrecerán una charla magistral y, seguidamente, los días viernes 22, sábado 23 y domingo 24 sostendrán un plan intensivo de 24 horas de clases de su pénsum de "Medicina Sintergética", con materias científicas y acreditadas en varios países de Iberoamérica, y ahora invitados a España y Estados Unidos.
Llegó la hora de que los médicos estudien esto, lo pide la gente, y no dejen que se juegue con la salud, y agreguen pacientes.
Me contaba el reputado profesional que tenemos hoy en la principal Facultad de Medicina, la de la Universidad de Panamá, el Dr. Enrique Mendoza, endocrinólogo y pedagogo, que de los miles que ingresan quedan muy pocos en la lista de graduados. Pese a su pénsum agotador, los jóvenes estudiantes casi no huelen la discoteca, al salir al mercado de trabajo ya no son los seguros hombres y mujeres de éxito, que rápidamente hacían un cúmulo de reales.
Ahora se tienen que batir con un mercado que exige más donde, incluso, la gente los echa a un lado y se va con el primer brujito que les dice cosas bonitas sobre curaciones milagrosas, etc. Fácilmente, ante la ausencia de regulaciones para comprobar la seriedad de los curanderos o naturistas botánicos, etc., la población puede ser fácil presa de estafadores. No obstante que tenemos una media docena de naturópatas muy buenos pero, igualmente, nos pasan por aquí embaucadores de oficio, que conociendo que el mercado se presta para ello, se dan banquete con la desesperanza de los ansiosos por curarse.
¿Qué indica esta crisis, parte de la crisis general de fe? Que también en los predios de la medicina hacen falta nuevas materias, nuevos conocimientos, aperturas, cambios de paradigmas, que ya todo lo que hay, en todos los órdenes, está caduco, viejo, obsoleto. No hay que cambiar todo, no. ¿Acaso no debemos aceptar y ponderar todo el arsenal de tecnología moderna, que nos lleva a salvar vidas ya casi muertas, con corazones transplantados, córneas que hacen ver ciegos, etc.?... Por supuesto que sí. Lo que hace falta es un cambio de mentalidad; como dice el extraordinario doctor Chopra: "Si a nuestros médicos en Estados Unidos le damos a escoger entre una nueva idea o un químico que ya conoce, se queda con el químico. El problema es (1989) que el 80% de los pacientes que salen de los consultorios salen insatisfechos" (Chopra, "La Curación Cúantica", Edit. Grijalbo).
Actualmente, en los países industriales, entre ellos Estados Unidos, más del 65% de los pacientes conocen, han experimentado y empiezan a exigir que su médico, además de lo aprendido en la Facultad o en la especialidad "alopática", conozca también de "medicina alternativa, holistica, integral o complementaria". Y allí están a pie, completamente a pie, nuestros profesionales de la salud; salvo un par de docenas de médicos que ha estudiado por su cuenta las medicinas alternativas, muy pocos para nuestra población, los demás parecen temerosos, inhibidos de acceder a ellas, de analizar, de ampliarse.
Ya no hay excusas: el tema está en el tapete, la gente lo desea y lo exige, el mercado lo demanda.
La población manda, y esa medicina complementaria es exigida. Los médicos tienen que ir a su encuentro o se quedan rezagados. Punto. Y ahora tenemos alternativas, y muy serias: cuesta trabajo traer docentes idóneos y con programaciones sostenidas, coherentes, suficientes para especializar a los nuestros. Es decir, con programas sostenidos, académicos. Un curso intensivo con una estrella rutilante como Chopra es incosteable. Muy caro.
Por fortuna se ha logrado que nos visite un grupo de lujo, bajo la égida del médico colombiano de prestigio continental, Dr. Jorge Carvajal ("Un Arte de Curar", Editorial Norma, página web www.davida-red.org).
Dos docentes de su grupo "Via Vida", los médicos Dra. Luz Angela Carvajal, su propia hermana, y el Dr. José Felipe Duque están por visitarnos, y el próximo jueves 21 de noviembre ofrecerán una charla magistral y, seguidamente, los días viernes 22, sábado 23 y domingo 24 sostendrán un plan intensivo de 24 horas de clases de su pénsum de "Medicina Sintergética", con materias científicas y acreditadas en varios países de Iberoamérica, y ahora invitados a España y Estados Unidos.
Llegó la hora de que los médicos estudien esto, lo pide la gente, y no dejen que se juegue con la salud, y agreguen pacientes.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.