Efectos
Todo en un ambiente ruidoso
Actualizado 2014/02/19 01:43:39
- Marisín Villalaz de Arias /Médico
Panamá se ha convertido en una de las ciudades más ruidosas del mundo y no sabemos cuánto daño hace el ruido, no solo para la audición, sino también para el equilibrio emocional, y puede ser una de las causas de que tanta gente joven y mayor deba ingerir medicamentos para tranquilizar, que luego la llevan a la depresión, porque no pueden hacer nada para disminuir los decibeles existentes en el ambiente.
Los decibeles son la unidad de medir los ruidos y cuando estos son altos, nuestros oídos sufren horriblemente. Hace poco estuve en una hermosa fiesta, sin embargo, no se podía hablar por la inmensa altura del volumen de la música que, dicho sea de paso, era buena pero dañina. Y no hablo solo de esta fiesta, ya que en cualquier reunión que se haga el volumen de la música es tan alto, que no permite ni la más elemental comunicación entre los asistentes. Se transforman en fiestas de mudos y no es para esto que nos invitan a participar de un evento social.
Por los años 70, yo fungía como presidenta de la Sociedad Panameña de Otorrinolaringología y dispusimos iniciar una campaña para prevenir el ruido. Conversamos con el alcalde, quien nos dio todo su apoyo, con los conductores de buses para que evitaran los radios o tocadiscos a todo volumen, con la directiva del Sindicato de Industriales y de la Cámara de Comercio, para que estos últimos nos ayudaran a que sus trabajadores que laboraban en ambiente ruidoso utilizaran los protectores de ruido. Iniciamos exámenes audiométricos en los empleados del aeropuerto de la línea aérea Braniff, en ese entonces, y otros programas que no recuerdo bien, para evitar pérdidas auditivas en los trabajadores. Tuvimos problemas serios porque no querían usar los protectores y los escondían o los vendían para no utilizarlos. Sin embargo, fue una campaña muy linda y productiva, pero que luego no se siguió y fueron olvidando la prevención de la sordera por ruido. Lo peor de esto es que esa pérdida auditiva ataca al nervio auditivo y es irreversible, y más bien progresiva. Puedo decirlo yo misma que sufro de ella y mi pérdida es profunda; por lo que me cuesta trabajo, a veces, comprender lo que me dicen si lo hacen en tono bajo.
OBSERVEN CÓMO, SI SUENA SIN ESPERARLO, UNA BOCINA ALTA DE UN CAMIÓN O UN BUS, SALTAMOS EN EL ASIENTO DONDE ESTAMOS SENTADOS Y, DE CONTINUAR, NOS ALTERAMOS HASTA LLEGAR A ESTADOS NO DESEABLES... SE ALTERA EL CARÁCTER Y CAMBIA LA PERSONALIDAD HASTA QUERER HACER DESAPARECER A LOS CULPABLES.
No podemos evitarla porque no hay leyes que prevengan estas sorderas y que obliguen a que la música en una fiesta no sea de tan alto volumen. Lo peor es que, cada vez que me invitan a una, noto que el volumen es cada vez más fuerte, con el consiguiente daño a los oídos, sin que nadie haga nada por evitarlo. Por otro lado, fíjense cuando están en un ambiente ruidoso que no sea una fiesta, porque la música y los tragos tapan todo, cómo se alteran los nervios y puede venir la violencia producto del mismo. Observen cómo, si suena sin esperarlo, una bocina alta de un camión o un bus, saltamos en el asiento donde estamos sentados y, de continuar, nos alteramos hasta llegar a estados no deseables. Imaginen lo que tienen que vivir ciertas personas que viven cerca de dueños de motos sin caños de escape y que salen por allí volando con todo el ruido posible. A la larga o a la corta, se altera el carácter y cambia la personalidad hasta querer hacer desaparecer a los culpables.
Hago un llamado a mis colegas jóvenes que ahora tienen el control de la Sociedad de Otorrino, para que inicien nuevamente la campaña de prevención de la sordera producida por ruido. No quiero decir que impidamos las fiestas y reuniones; lo que deseo es que haya un respeto, que haya leyes que protejan y que tomemos conciencia del mal que nos producimos con los ruidos y una ciudad llena de los mismos. No quiero que perdamos la alegría que siempre caracterizó a los panameños y que cambiamos bastante durante el final de la dictadura militar, cuando arreció la persecución y se hizo más fuerte la misma. Me encantaría ver nuevamente un pueblo satisfecho y feliz, con alegría y sin trastornos nerviosos. Evitemos los ruidos y legislemos para prevenir la sordera y los trastornos emocionales que nos llevan a la violencia con consecuencias funestas.
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