Tortura de prisioneros iraquíes
Publicado 2004/05/09 23:00:00
Quizá pocos seres humanos están más desvalidos e indefensos que los prisioneros de guerra y peor quienes no tienen reconocido ese status legal conforme a las Convenciones de Ginebra que reglan los conflictos bélicos entre naciones. El mejor ejemplo es el de los presos afganos, supuestamente miembros de la red terrorista de Al Qaeda en Guantánamo. Los pobres no gozan de ninguna garantía y son tratados poco menos que seres humanos. Hace algunas semanas liberaron unos, tras ser reportados algunos abusos por organismos defensores de los derechos humanos.
El caso más reciente es el de la tortura de prisioneros iraquíes en cárceles administradas por el ejército de Estados Unidos. Los diarios Washington Post y New York Time tienen en mérito de la primicia y la denuncia. Numerosas fotos de presos vejados, irrespetados, maltratados y torturados, en presencia de soldados que gozaban con aquellas prácticas inhumanas. Las fotos eran distribuidas y circulaban entre la tropa cual si fueran postales, cual si fuera algo gracioso.
El secretario de Defensa norteamericano, Donald Rumsfeld, asume la responsabilidad por lo ocurrido y varias voces se levantan para pedir su renuncia. Es tan sólo parte del hecho. La otra está en la muestra de degradación ética y moral generalizada que infesta a las tropas de ocupación de Irak, que nos hace ver una película que ya vimos, la de Viet Nam, preludio de una aparatosa retirada.
Frente a prácticas denigrantes como las denunciadas por los diarios colegas, no podemos ser indiferentes amparados por nuestra relativa marginación de ese conflicto que, quiérase o no, interesa al mundo entero y no sólo a los que combaten. Allí tenemos como muestra el alza del combustible. ¿Nos interesa o no?
En Panamá sufrimos 21 años de dictadura en la que tuvieron lugar muchos abusos, en especial durante la gesta civilista contra Noriega, cuando muchos presos fueron vejados, torturados y violados.
Y en gran medida el mismo fenómeno, aunque con distintos agresores se repite hoy en nuestras cárceles, aún en democracia. Ese es un detalle que debemos solucionar bajo el gobierno de Martín Torrijos. La dignidad y condición humana debe ser respetada en tiempos de paz y de guerra.
Si continúa la escalada de investigaciones de "dumping" por parte de las autoridades norteamericanas, los gobiernos extranjeros bien podrían ejercer represalias contra los productores de películas, programas de televisión, música, etc. Empresas de EU exportan 90,000 millones de dólares en productos cubiertos por los derechos de autor.
La estrategia a largo plazo de EU ha sido maximizar la liberalización del mercado mundial, razón por la cual es sorprendente que Washington sea quien con más frecuencia inicia acciones "anti-dumping". Esas son costumbres de gobiernos intervencionistas y sólo conducen a que los gobiernos extranjeros traten de limitar el acceso de productos y servicios nuestros. Entonces, hay que acabar con esta hipocresía de los funcionarios en Washington, cuyas acciones le abren el camino a amargas controversias comerciales.
*Académico del Competitive Enterprise Institute y analista de TechCentralStation.com
www.aipenet.com
El caso más reciente es el de la tortura de prisioneros iraquíes en cárceles administradas por el ejército de Estados Unidos. Los diarios Washington Post y New York Time tienen en mérito de la primicia y la denuncia. Numerosas fotos de presos vejados, irrespetados, maltratados y torturados, en presencia de soldados que gozaban con aquellas prácticas inhumanas. Las fotos eran distribuidas y circulaban entre la tropa cual si fueran postales, cual si fuera algo gracioso.
El secretario de Defensa norteamericano, Donald Rumsfeld, asume la responsabilidad por lo ocurrido y varias voces se levantan para pedir su renuncia. Es tan sólo parte del hecho. La otra está en la muestra de degradación ética y moral generalizada que infesta a las tropas de ocupación de Irak, que nos hace ver una película que ya vimos, la de Viet Nam, preludio de una aparatosa retirada.
Frente a prácticas denigrantes como las denunciadas por los diarios colegas, no podemos ser indiferentes amparados por nuestra relativa marginación de ese conflicto que, quiérase o no, interesa al mundo entero y no sólo a los que combaten. Allí tenemos como muestra el alza del combustible. ¿Nos interesa o no?
En Panamá sufrimos 21 años de dictadura en la que tuvieron lugar muchos abusos, en especial durante la gesta civilista contra Noriega, cuando muchos presos fueron vejados, torturados y violados.
Y en gran medida el mismo fenómeno, aunque con distintos agresores se repite hoy en nuestras cárceles, aún en democracia. Ese es un detalle que debemos solucionar bajo el gobierno de Martín Torrijos. La dignidad y condición humana debe ser respetada en tiempos de paz y de guerra.
Si continúa la escalada de investigaciones de "dumping" por parte de las autoridades norteamericanas, los gobiernos extranjeros bien podrían ejercer represalias contra los productores de películas, programas de televisión, música, etc. Empresas de EU exportan 90,000 millones de dólares en productos cubiertos por los derechos de autor.
La estrategia a largo plazo de EU ha sido maximizar la liberalización del mercado mundial, razón por la cual es sorprendente que Washington sea quien con más frecuencia inicia acciones "anti-dumping". Esas son costumbres de gobiernos intervencionistas y sólo conducen a que los gobiernos extranjeros traten de limitar el acceso de productos y servicios nuestros. Entonces, hay que acabar con esta hipocresía de los funcionarios en Washington, cuyas acciones le abren el camino a amargas controversias comerciales.
*Académico del Competitive Enterprise Institute y analista de TechCentralStation.com
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