Un verdadero padre
Publicado 2003/06/13 23:00:00
No cabe la menor duda que hablar de la labor que debe efectuar un padre en estos momentos es un arduo trabajo. Sin embargo, he podido observar que a medida que pasa el tiempo, tanto hombres como mujeres han perdido y dejado su función como cabeza de hogar. Nuestra sociedad cada día se ve empañada con la ausencia de la figura paterna, y me pregunto: ¿Es que no sienten dentro de sí esa responsabilidad de, por lo menos, darle su apellido a ese niño que no pidió nacer? Llegada esta fecha de celebración, con qué cara el día de mañana se acercarán éstos a sus hijos, ya hombres o mujeres adultos, a darles un consejo.
Y es que cada día son miles los niños en nuestro país que no cuentan con un padre que los represente, que les lea un cuento, o más bien, pueda jugar con ellos. Así como existen buenos y excelentes padres, también hay algunos que nunca debieron serlo porque prefirieron otro hogar, otra responsabilidad que sentarse al lado de sus hijos para orientarlos, guiarlos y, sobre todo, amarlos.
Da tristeza que todavía algunos hombres se dan golpes de pecho diciendo tengo 10, 8, 5 hijos; y peor aún, cuando ni siquiera se preocupan si éstos comen, qué necesitan de sus escuelas y cómo se encuentran de salud.
Puedo decir que un verdadero padre es aquel que desde que concibió a sus hijos, siempre estuvo a su lado, compartió sus alegrías, tristezas, triunfos, fracasos y sueños.Y que siempre fue soporte en momentos en que ese niño o niña lo necesitaba.
Es tiempo a que la familia panameña desempeñe su función en estos momentos trascendentales para que las futuras generaciones asuman un papel preponderante de responsabilidad y ética sobre esta gran realidad.
Y es que cada día son miles los niños en nuestro país que no cuentan con un padre que los represente, que les lea un cuento, o más bien, pueda jugar con ellos. Así como existen buenos y excelentes padres, también hay algunos que nunca debieron serlo porque prefirieron otro hogar, otra responsabilidad que sentarse al lado de sus hijos para orientarlos, guiarlos y, sobre todo, amarlos.
Da tristeza que todavía algunos hombres se dan golpes de pecho diciendo tengo 10, 8, 5 hijos; y peor aún, cuando ni siquiera se preocupan si éstos comen, qué necesitan de sus escuelas y cómo se encuentran de salud.
Puedo decir que un verdadero padre es aquel que desde que concibió a sus hijos, siempre estuvo a su lado, compartió sus alegrías, tristezas, triunfos, fracasos y sueños.Y que siempre fue soporte en momentos en que ese niño o niña lo necesitaba.
Es tiempo a que la familia panameña desempeñe su función en estos momentos trascendentales para que las futuras generaciones asuman un papel preponderante de responsabilidad y ética sobre esta gran realidad.
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