UNCTAD, FMI, BM, coyuntura y petróleo
Publicado 2000/10/15 23:00:00
- Eduardo Lebrija J.
En Praga concluyó la reunión de otoño del Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) al que concurrieron representantes de 188 países, al margen de las protestas de los "globalifóbicos", denominación peyorativa que se endilga a todo aquel que se opone a lo que Vivianne Forrester señala como confiscación por parte de una minoría de los beneficios del proceso de mundialización. Haciendo una abstracción de tales protestas, el marco en que se celebró la reunión cúpula económica financiera, fue de franco optimismo hacia el crecimiento económico futuro del planeta, lo cual descansa en tres hechos fundamentales: la fortaleza de la economía norteamericana y la continuidad de su importante crecimiento económico, el auge observado en las economías de la Unión Europea y la reactivación de las economías del sureste asiático. Sin embargo, en un análisis alternativo, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), ha distribuido el "Informe sobre el Comercio y el Desarrollo 2000", prologado por el secretario general de la organización Rubens Ricupero. En dicho documento el economista Jan Kregel, coautor, llama la atención de la excesiva confianza sobre las expectativas de crecimiento de la economía mundial aduciendo que los elementos de análisis con los que se cuenta son "poco favorables", que los riesgos de una fractura financiera persisten y que la respuesta de los países desarrollados ha sido hasta ahora insuficiente. Las economías de los países en desarrollo serían, como en las décadas del 70 y 80, las afectadas, cuando una de las causales fue la "ausencia de cooperación y coordinación entre las mayores potencias económicas". Citó el caso de América Latina, región donde por primera vez y desde 1990 se experimentó una disminución en el producto por habitante. Como elemento de fondo, común a las dos reuniones y a los sendos análisis realizados, se produjeron los aumentos en el precio del petróleo, resultado, entre otras variables, al diferendo entre Irak y Kuwait, en el que el primero acusó al segundo de estar extrayendo petróleo de mantos iraquíes; no obstante, en la misma ciudad de Praga, un vocero del FMI señaló el 20 de septiembre que: "los precios internacionales del petróleo permanecerán arriba de los 30 dólares en lo que resta del año y durante el año 2001". Lo anterior puede provocar un menor crecimiento de la economía mundial, del orden de un medio punto, de tal manera que si se considera el pronóstico de un crecimiento para el año 2001, para la economía mundial de 4.2%, restándole el medio punto pudiera llegar sólo a 3.7%. Y si bien es un elemento que hay que tener en cuenta, nos dice Horst Kolher, el director gerente del Fondo Monetario Internacional "tampoco hay que dramatizar sobre el impacto del aumento en el precio del petróleo en la economía mundial", por lo que hizo un llamado a gobiernos y a analistas en ese sentido, afirmando que la economía mundial seguirá creciendo y que lo del petróleo sirve para "no dormirnos en los laureles". Simultáneamente a estas disquisiciones, en toda Europa se siguen enfrentando severas manifestaciones por los altos precios de la gasolina, siendo un elemento esencial de las solicitudes de millones de consumidores, que los gobiernos reduzcan los niveles de impuestos que se encuentran "detrás" de los precios.
Al respecto sirva señalar, que en la anterior reunión de la OPEP, celebrada en Viena semanas atrás del evento en Venezuela, el organismo acordó por una parte, aumentar la producción en 800 mil barriles diarios y por la otra, difundió un breve documento en el que se argumenta precisamente que no son los países productores de crudo los responsables de los altos precios actuales, sino que los gobiernos, a través de los altos impuestos, mantienen los productos refinados a un alto precio. Muestra, además, como en la Unión Europea de cada barril de crudo importado, una vez refinado, el costo observa la siguiente estructura: 68% impuestos, 16% refinación y 16% materia prima (léase petróleo). Por su parte, en los países que conforman la OCDE, la estructura es la siguiente: 48%, 30% y 22%, respectivamente. No obstante, hay países como Noruega, productor de petróleo, que de cada litro de gasolina, el 73.6% corresponde a impuestos.
En un comunicado fechado en Yakarta, Indonesia, también del 20 de septiembre, Rilwanu Lukman, secretario general de la OPEP, declaró que la inestabilidad del mercado petrolero es causada por los elevados impuestos que aplican los gobiernos y por la especulación sobre los contratos a plazo. "No se confunda: existe un equilibrio entre la oferta y la demanda, lo que significa que la OPEP está produciendo suficiente crudo para satisfacer la demanda mundial". Por su parte, el ministro del petróleo de Arabia Saudita, príncipe Alí Al Naimi, dijo el mismo miércoles 20 en Brasilia, que espera que los mercados petroleros comiencen a sentir los efectos del más reciente incremento de la oferta de crudo, que ya es el tercero del año e indica que los millones de barriles diarios en que se ha incrementado la producción desde el mes de marzo, está por encima de los pronósticos de crecimiento de la demanda. Y afirma que, ese remanente del crudo: "se está yendo a alguna parte; creo que se están acumulando inventarios" señaló. En este sentido, la revista especializada The Middle East Economic Survey, publicó que la producción de la OPEP se incrementó en 820 mil barriles diarios (bd) en agosto. La cantidad producida pasó de julio a agosto de 28.1 a 28.79 millones (bd). Con ello, la cuota de extracción subió por encima de los límites máximos fijados a partir del 1 de octubre de 26.2 millones (bd), cuota establecida para intentar frenar las cotizaciones del crudo en los mercados internacionales. En total, la producción mundial del crudo en agosto y septiembre fue de 77.11 millones (bd), lo que representó 400 mil (bd) más que en julio. Continúa señalando la revista en cuestión: "Las actuales condiciones del mercado podrían prolongarse por dos años, porque no quedará, previsiblemente, ningún excedente de producción capaz de hacer frente a una demanda en aumento", y concluye: "El reinante malestar del mercado y la persistencia de altos precios derivan de algo bastante más profundo que la preocupación acerca de las inmediatas disponibilidades de combustible".
Un elemento adicional es el cercano límite de la capacidad total de producción bajo las condiciones actuales; se indica que a lo sumo habrá una capacidad ociosa de 1.5 millones (bd), de los cuales corresponderían 75% a Arabia Saudita.
La información de que se dispone es interpretada de diferente manera, así como lo disímbolo de los intereses en juego y las medidas para tratar de solventar el problema son también diversas. Sin duda, se está ante un fenómeno de carácter universal, sobre todo por "las razones más profundas" a las que se hizo alusión líneas arriba, más allá de precios y cantidades. Por tanto, deberá acometerse planetariamente su tratamiento con todas las implicaciones, tanto las referentes a la racionalidad del consumo y del uso de los hidrocarburos en general, como de la contaminación ambiental, sistemas alternos de energía, etc.; todo lo cual es impensable sin la convicción de la verdadera cooperación internacional, bajo un esquema de equidad, diferente de lo que prevalece en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, más allá de situaciones coyunturales, como el ascenso el 12 de octubre, en 4 dólares en el crudo por la crisis en el Medio Oriente.
Al respecto sirva señalar, que en la anterior reunión de la OPEP, celebrada en Viena semanas atrás del evento en Venezuela, el organismo acordó por una parte, aumentar la producción en 800 mil barriles diarios y por la otra, difundió un breve documento en el que se argumenta precisamente que no son los países productores de crudo los responsables de los altos precios actuales, sino que los gobiernos, a través de los altos impuestos, mantienen los productos refinados a un alto precio. Muestra, además, como en la Unión Europea de cada barril de crudo importado, una vez refinado, el costo observa la siguiente estructura: 68% impuestos, 16% refinación y 16% materia prima (léase petróleo). Por su parte, en los países que conforman la OCDE, la estructura es la siguiente: 48%, 30% y 22%, respectivamente. No obstante, hay países como Noruega, productor de petróleo, que de cada litro de gasolina, el 73.6% corresponde a impuestos.
En un comunicado fechado en Yakarta, Indonesia, también del 20 de septiembre, Rilwanu Lukman, secretario general de la OPEP, declaró que la inestabilidad del mercado petrolero es causada por los elevados impuestos que aplican los gobiernos y por la especulación sobre los contratos a plazo. "No se confunda: existe un equilibrio entre la oferta y la demanda, lo que significa que la OPEP está produciendo suficiente crudo para satisfacer la demanda mundial". Por su parte, el ministro del petróleo de Arabia Saudita, príncipe Alí Al Naimi, dijo el mismo miércoles 20 en Brasilia, que espera que los mercados petroleros comiencen a sentir los efectos del más reciente incremento de la oferta de crudo, que ya es el tercero del año e indica que los millones de barriles diarios en que se ha incrementado la producción desde el mes de marzo, está por encima de los pronósticos de crecimiento de la demanda. Y afirma que, ese remanente del crudo: "se está yendo a alguna parte; creo que se están acumulando inventarios" señaló. En este sentido, la revista especializada The Middle East Economic Survey, publicó que la producción de la OPEP se incrementó en 820 mil barriles diarios (bd) en agosto. La cantidad producida pasó de julio a agosto de 28.1 a 28.79 millones (bd). Con ello, la cuota de extracción subió por encima de los límites máximos fijados a partir del 1 de octubre de 26.2 millones (bd), cuota establecida para intentar frenar las cotizaciones del crudo en los mercados internacionales. En total, la producción mundial del crudo en agosto y septiembre fue de 77.11 millones (bd), lo que representó 400 mil (bd) más que en julio. Continúa señalando la revista en cuestión: "Las actuales condiciones del mercado podrían prolongarse por dos años, porque no quedará, previsiblemente, ningún excedente de producción capaz de hacer frente a una demanda en aumento", y concluye: "El reinante malestar del mercado y la persistencia de altos precios derivan de algo bastante más profundo que la preocupación acerca de las inmediatas disponibilidades de combustible".
Un elemento adicional es el cercano límite de la capacidad total de producción bajo las condiciones actuales; se indica que a lo sumo habrá una capacidad ociosa de 1.5 millones (bd), de los cuales corresponderían 75% a Arabia Saudita.
La información de que se dispone es interpretada de diferente manera, así como lo disímbolo de los intereses en juego y las medidas para tratar de solventar el problema son también diversas. Sin duda, se está ante un fenómeno de carácter universal, sobre todo por "las razones más profundas" a las que se hizo alusión líneas arriba, más allá de precios y cantidades. Por tanto, deberá acometerse planetariamente su tratamiento con todas las implicaciones, tanto las referentes a la racionalidad del consumo y del uso de los hidrocarburos en general, como de la contaminación ambiental, sistemas alternos de energía, etc.; todo lo cual es impensable sin la convicción de la verdadera cooperación internacional, bajo un esquema de equidad, diferente de lo que prevalece en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, más allá de situaciones coyunturales, como el ascenso el 12 de octubre, en 4 dólares en el crudo por la crisis en el Medio Oriente.
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