Panamá
Universidades de garaje y simonía de títulos
- Rubén D. Collantes G., Ph. D.
- /
- Investigador, Docente Universitario y Artista Marcial
- /
- e-mail: rdcg31@hotmail.com
- /
- ORCID iD: https:
- /
- /
- orcid.org
- /
- 0000-0002-6094-5458
- /

La educación es un derecho humano universal, la cual siendo de calidad constituye el cuarto Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS). Si bien lo que en su momento era privilegio de la oligarquía, mediante cambios sociales se hizo más abierto, pero las entidades públicas no logran por sí solas atender la demanda educativa en constante crecimiento. Es allí donde las universidades particulares, en un mercado de libre oferta y demanda, brindan opciones de carreras que pueden responder a las tendencias del momento y generalmente acompañadas con innovaciones tecnológicas emergentes.
Lo vivido con la pandemia por COVID-19 evidenció la importancia estratégica de incorporar las tecnologías de información y comunicación (TICs) en los procesos de enseñanza y aprendizaje; siendo en la mayoría de casos las universidades particulares las que lograron desempeñarse mejor ante este desafío. Sin embargo, en muchos casos dichas entidades educativas se enfocan más como negocio, empleando estrategias de marketing agresivas y prometiendo a los estudiantes/clientes el lograr titularse sin mayores complicaciones, porque todo es más flexible.
Dicha flexibilidad se traduce en que, todo se maneja mediante plataformas electrónicas, los docentes/facilitadores deben subir todo el material de clases (incluyendo grabaciones), lo que deriva en muchos casos en que los estudiantes no se esfuercen por tomar apuntes o prestar atención a lo explicado por el docente; porque se confían que luego podrán reproducir la grabación las veces que lo requieran. Anteriormente, si un estudiante era observado grabando una clase, el Profesor tenía la potestad de expulsarlo del aula, por considerarlo una falta de respeto.
Hoy en día, la rigurosidad con la que se solía exigir y enseñar ha debido ser "descafeinada", para no herir susceptibilidades, no molestar y poder garantizar que TODOS los estudiantes aprueben la asignatura. Entonces, al escuchar expresiones como "Universidades de Garaje", referidas a entidades educativas de dudosa reputación y que no garantizan calidad en los procesos de enseñanza y aprendizaje, justamente resaltan estas situaciones. Más que casas de estudio, son comercios que lucran con la esperanza de los padres de familia y los estudiantes que aspiran a ser profesionales.
De allí que en el escenario actual se logran títulos universitarios a cambio de dinero, similar a lo ocurrido en la Edad Media con la simonía de títulos eclesiásticos; pudiendo acuñarse el concepto de simonía universitaria, mediante la cual, además de títulos, también entran en juego posiciones de jerarquía e inclusive autorías/coautorías de trabajos de investigación. A todas luces, esto es una afrenta contra el noble oficio de educar a los demás, por lo que el papel de los docentes/facilitadores que son cómplices de esto, se limita a ser simples "mercenarios del saber".
Por otro lado, en varias universidades públicas se mantiene hermeticidad con el ingreso de nuevo talento humano altamente calificado y que pudiese aportar más al desarrollo del país; por temor a alterar el statu quo de las "roscas de poder" consolidadas. Esto deriva en que las universidades particulares ocupen a estos jóvenes talentos, con una remuneración menor, proporcional con la motivación y compromiso de estos. En síntesis, las universidades de garaje y la simonía de títulos son consecuencia de múltiples factores que requieren una mejora integral, porque la sociedad es cada vez más consciente de sus derechos y responsabilidades; siendo necesario reafirmar el respeto hacia el docente idóneo y la libertad de cátedra, garantizando con ello una verdadera educación de calidad.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.