Intereses personales sobresalen en Juan Carlos Varela al firmar decreto sobre escoltas a expresidentes
Desde Presidencia, se intentó justificar, cayendo en contradicción, la revisión de la normativa sobre los escoltas a los expresidentes. Para analistas consultados, el mandatario se siente inseguro.
Juan Carlos Varela dice no tener miedo, pero tampoco renunció al servicio de escoltas como expresidente de la República. Foto de archivo
Tras firmar el Decreto Ejecutivo 172, en donde se eleva a 12 o más la cantidad de guardaespaldas del Servicio de Protección Institucional de Panamá (SPI), para los expresidentes y familiares, contradiciendo lo que él mismo derogó en 2014, Juan Carlos Varela se fue de viaje a atender temas personales.
Mientras, en el país aún siguen los cuestionamientos por el actuar de Varela durante las últimas semanas y los decretos que ha estado firmando, se comunicó que el presidente se reincorporará a sus funciones, en el día de mañana.
En su ausencia, la Secretaría de Comunicación del Estado ha salido en su defensa, argumentando que es falso que el presidente Juan Carlos Varela haya aumentado la asignación de SPI para los expresidentes.
Según el análisis de la Secretaría de Comunicación del Estado, sí fue el caso del exmandatario Ricardo Martinelli, cuando creó la Ley 11 de junio de 2014, que aumentaba de 12 a 30 escoltas a los exmandatarios y sus familiares.
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Pero, al inicio de su mandato, Varela derogó dicha norma, es decir, quedaba sin efecto y en vigencia quedaba la Ley No. 6 de 18 de agosto de 2008, aprobada por Martín Torrijos, que hablaba de 8 a 12 escoltas, que a su vez modifica la Ley No. 2 de 8 de julio de 1999.
Ahora, con el nuevo decreto del 10 junio, el cual fue firmado por Varela y el ministro de Seguridad Pública, Jonattan del Rosario, el "mínimo" de escoltas sería de 12 y queda "a discreción" del Ejecutivo "variar temporalmente y de acuerdo a la necesidad o nivel de riesgo la cantidad de unidades que deberán brindar protección".
Y la actuación del presidente no es necesariamente la de equilibrar el tema, lo que quedó al descubierto con las declaraciones de la ex primera dama Marta Linares de Martinelli, quien reveló que en todo momento el mandatario incumplió con la dotación de las unidades del SPI reglamentarias para su seguridad y la de los suyos.
"Yo fui una mujer que quedó sola con su hija. Varela nos mantuvo menos del mínimo SPI requerido por ley para los expresidentes y su familia. Será que mi vida y mi familia valen menos que la de sus hijos y esposa", se preguntó.
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Ahora, al dejar Varela la puerta abierta para que la cantidad de escoltas para él y su familia, después del 1 de julio sean más, la responsabilidad podría recaer sobre el Gobierno entrante de Laurentino Cortizo.
Para otros, el temor de Varela es lo que pueda pasar una vez salga de la Presidencia.
"Se lleva pocos amigos y muchos 'pocos amigos', no solo de alta jerarquía, sino del pueblo mismo", recalcó el sociólogo Carlos Martínez.
Para este profesional, el que Varela haya dicho que "no, no, yo no", sobre si tiene miedo, es una señal muy clara de su preocupación sobre el tema de su seguridad.
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"¡Solo y aborrecido! ¡Eso no lo evitan los escoltas! ...hay miedo y ganas de correr!", comentó, por su parte, sobre este tema, el exministro de Seguridad, José Raúl Mulino.