Al fin muro de contención
Publicado 2004/12/23 00:00:00
- Pedro Rodríguez
La empresa iniciará los trabajo en febrero, fecha en que se pronostica el fenómeno del Niño.
LA CONSTRUCCIÓN del muro de contención de Guabito, obra valorada en un millón 833 mil ciento diecisiete balboas con treinta centésimos, se iniciará a mediados del mes de febrero, al menos así lo anunció el director de Obras Pública en la provincia de Bocas del Toro, Jorge Morgan.
En el periodo se podrá iniciar los trabajos que permitirán la construcción con lo que se dará protección a la comunidad de Guabito contra la crecida del río Sixaola. Esta es una obra que requiere la provincia con grado de urgencia, por tal motivo el gobierno ha utilizado recursos del Fondo Fiduciario para esta obra que tendrá un sistema de tablestacado y que se considera que va a ser mucho mejor que el trabajo que anteriormente se había realizado en el área, que consistía en un muro de tierra con un sistema de protección de rocado, el cual falló con la inclemencia de las fuertes lluvias que se han registrado en los últimos tiempos.
El material que utilizará la empresa para construcción del muro es de una estructura de acero. El tablestacado se estará enterrando sobre el suelo, para protección contra riesgo de deslizamiento e inundaciones.
El tablestacado que se va a utilizar es del tipo AZ - 17, que será enterrado a una profundidad de 18 metros de largo y un ancho de 73 centímetros. El sistema del muro va a cubrir un área de 82 metros lineales de borde. Este material se trasladará desde Europa o Estados Unidos, ya que en Panamá o Centroamérica no existe este material, explicó Morgan.
Además, de la construcción del muro se tienen que construir cunetas pavimentadas anclaje y drenajes subterráneos; además de colocar colchones especiales de protección adicional que sirve para controlar la erosión y los deslizamientos.
Morgan garantiza que con esta obra se minimiza el riesgo de inundaciones en las casas, como lo han sufrido por más de 20 años los residentes de estas áreas, donde también se han registrado pérdidas humanas.
Leonardo Pimentel teme que cada vez que el río aumenta su caudal los inunde nuevamente, pero a la vez le entristece que tenga de salir del área cuando empiecen a construir el nuevo muro de contención. Espera que el gobierno se haga eco de su situación y que le provea de un globo de terreno donde pueda residir.
Pese a ello, Pimentel, padre de siete hijos, sostiene que en el fondo le gustaría que construyeran el muro lo más pronto posible para dejar de vivir estos momentos de zozobra, pánico y no tener que pasar noches en vela.
Por su Parte, Aideth Romero, residente en la comunidad de Guabito, manifestó su inseguridad, ya que para estas fechas de Navidad y fin de año donde es alegría en muchas partes del país contrasta con la realidad de Guabito, donde son muy comunes las constantes lluvias.
Luisa Abrego también asegura que en su caso les enseñó a sus niños no pedirle a Santa Claus por regalos, sino rogar a Dios que las lluvias no les roben el sueño y puedan pasar la noche en casa y no en refugios. El miedo es algo con lo que convivimos todos los días para estas fechas. Y que muchas veces se pierden las pertenencias, afirmó.
Mientras que Papito Guerra, residente de Guabito, hizo recordó que en la construcción del muro anterior se gastaron miles de dólares. Aseguró que el gobierno no debe esperar hasta el mes de enero para empezar con la construcción del tan necesitado muro, ya que en ese lapso pudiera ocurrir una desgracia. Guerra, quien tiene 45 años de residir en este sector, comenta que ese muro nunca lo han reparado.
Venancio Jiménez, indígena de la comunidad de La Mesa, dice que sus hijos trabajan en esta época cargando la mercancía de las personas que van a comprar al sector fronterizo de Guabito, pero ahora con los arreglos teme que quedarán sin trabajo.
En el periodo se podrá iniciar los trabajos que permitirán la construcción con lo que se dará protección a la comunidad de Guabito contra la crecida del río Sixaola. Esta es una obra que requiere la provincia con grado de urgencia, por tal motivo el gobierno ha utilizado recursos del Fondo Fiduciario para esta obra que tendrá un sistema de tablestacado y que se considera que va a ser mucho mejor que el trabajo que anteriormente se había realizado en el área, que consistía en un muro de tierra con un sistema de protección de rocado, el cual falló con la inclemencia de las fuertes lluvias que se han registrado en los últimos tiempos.
El material que utilizará la empresa para construcción del muro es de una estructura de acero. El tablestacado se estará enterrando sobre el suelo, para protección contra riesgo de deslizamiento e inundaciones.
El tablestacado que se va a utilizar es del tipo AZ - 17, que será enterrado a una profundidad de 18 metros de largo y un ancho de 73 centímetros. El sistema del muro va a cubrir un área de 82 metros lineales de borde. Este material se trasladará desde Europa o Estados Unidos, ya que en Panamá o Centroamérica no existe este material, explicó Morgan.
Además, de la construcción del muro se tienen que construir cunetas pavimentadas anclaje y drenajes subterráneos; además de colocar colchones especiales de protección adicional que sirve para controlar la erosión y los deslizamientos.
Morgan garantiza que con esta obra se minimiza el riesgo de inundaciones en las casas, como lo han sufrido por más de 20 años los residentes de estas áreas, donde también se han registrado pérdidas humanas.
Leonardo Pimentel teme que cada vez que el río aumenta su caudal los inunde nuevamente, pero a la vez le entristece que tenga de salir del área cuando empiecen a construir el nuevo muro de contención. Espera que el gobierno se haga eco de su situación y que le provea de un globo de terreno donde pueda residir.
Pese a ello, Pimentel, padre de siete hijos, sostiene que en el fondo le gustaría que construyeran el muro lo más pronto posible para dejar de vivir estos momentos de zozobra, pánico y no tener que pasar noches en vela.
Por su Parte, Aideth Romero, residente en la comunidad de Guabito, manifestó su inseguridad, ya que para estas fechas de Navidad y fin de año donde es alegría en muchas partes del país contrasta con la realidad de Guabito, donde son muy comunes las constantes lluvias.
Luisa Abrego también asegura que en su caso les enseñó a sus niños no pedirle a Santa Claus por regalos, sino rogar a Dios que las lluvias no les roben el sueño y puedan pasar la noche en casa y no en refugios. El miedo es algo con lo que convivimos todos los días para estas fechas. Y que muchas veces se pierden las pertenencias, afirmó.
Mientras que Papito Guerra, residente de Guabito, hizo recordó que en la construcción del muro anterior se gastaron miles de dólares. Aseguró que el gobierno no debe esperar hasta el mes de enero para empezar con la construcción del tan necesitado muro, ya que en ese lapso pudiera ocurrir una desgracia. Guerra, quien tiene 45 años de residir en este sector, comenta que ese muro nunca lo han reparado.
Venancio Jiménez, indígena de la comunidad de La Mesa, dice que sus hijos trabajan en esta época cargando la mercancía de las personas que van a comprar al sector fronterizo de Guabito, pero ahora con los arreglos teme que quedarán sin trabajo.
Con este nuevo sistema de tablestacado se prevé que se puede controlar mejor las condiciones al momento que el río presenta estas crecidas, ya que es más duradero y seguro. Mientras que los colchones son jaulas de metal rellenadas con piedras de matacán o de río.
La licitación fue ganada por una empresa de la provincia de Chiriquí, Bagatrac.
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