Aldeas Infantiles de Penonomé alternativa para niños y jóvenes

Cerca de cien niños de diferentes partes del país ya no están tristes, con problemas familiares que los afecten emocionalmente o ya no tienen hambre, pues están protegidos en las Aldeas Infantiles de Penonomé, un lugar que se ha convertido en una gran familia que trabaja con amor y dedicación.
El director de las Aldeas Infantiles de Penonomé, Dimas Montenegro, dijo que es muy importante para ellos hacer que los niños y jóvenes estén bien y sin problemas, ya que también es un hogar para que ellos se estabilicen por la gran cantidad de problemas que han tenido antes.
Explicó que en esta gran familia se reciben niños desde los 15 días de nacido, jóvenes que inclusive van a la universidad, trabajan y continúan allí recibiendo apoyo y ayudando a otros en las aldeas.
El objetivo de las aldeas es garantizar que estas personas no sufran más de lo que antes sufrieron. Allí existen casas donde se atiende a los pequeños y jóvenes. De ellos se encarga una madre o una tía, la que los ayuda, orienta y enseña a realizar sus deberes.
Según Montenegro, la entidad cuenta con 18 tías y casi igual número de madres, además de trabajadoras sociales, psicólogas, e inclusive un instructor deportivo. En cada casa hay una persona permanente que se ocupa de los niños y los orienta, puede ser la tía o la madre, ya que hay niños muy pequeños y jóvenes adolescentes.
Esta casa de alojo a niños y jóvenes con diferentes problemas en sus hogares tiene una capacidad para 110 niños de todo el país y dentro de ella hay jóvenes de Panamá, Bocas del Toro, Coclé y otras provincis.
Allí se les enseña el deporte, la salud, la educación, pero sobre todo el compartir y no a la violencia.
Explicó Montenegro que para que un niño pueda ingresar a las Aldeas Infantiles de Penonomé debe tener la autorización de un Juzgado de Menores, y si los niños están en riesgo social los envían a Casa Hogar, otra entidad de apoyo al menor.
Si no hay otro lugar para el menor en peligro o afectado por diferentes situaciones el mismo es enviado a las aldeas infantiles si hay espacio para albergarlo.
"Aquí se trabaja como una familia, vamos a la escuela primaria, secundaria, universidad y siempre se nos trata bien" dijo Yolanda Del Carmen Rivas Guerrero, una de las jóvenes que tiene más de siete años de permanecer en las Aldeas Infantiles.
Según Montenegro, en muchas ocasiones les llegan 9 niños de una sola familia, por lo que cuando van a ingresar a las casas con tías y madres se les trata de colocar a todos en ese mismo hogar para que no se sientan mal.
En cada casa deben haber 10 niños con sus madres o tías. La joven Guerrero, muy complacida y llena de agradecimiento señaló que las aldeas le han dado todo a ella y sus hermanos.
"Yo entré desde que tenía seis años y ahora tengo 18, vivo en familia y me siento bien", señaló la joven oriunda del barrio de El Chorrillo en Panamá.
Esta joven al igual que otros, ya están estudiando un bachiller y esperan ir a la universidad, ya que las aldeas le han ayudando a superar sus problemas, pero sobre todo a salir adelante frente a cualquier adversidad.
En cuanto a los fondos que recibe la entidad para esta noble causa, Montenegro señaló que se trata de entidades del extranjero y en base a actividades para recolectar fondos y apoyar más a los menores.
Además señaló que en Panamá sólo existen a nivel de provincias dos Aldeas Infantiles y una Casa Hogar en Colón, por lo que se reúnen los directivos de las entidades todos los meses en donde se exponen los casos y se evalúan con un comité pedagógico para ver como se encuentran.