Incertidumbre. Consorcio colombiano inició el proyecto, pero no lo terminó debido a problemas legales.
Autódromo de Panamá: una obra que murió en su cuna
El complejo deportivo, a un costo de 1.5 millones de dólares, tendría capacidad para 40 mil fanáticos. Con la construcción del aeropuerto de Río Hato, los automovilistas no tienen opción para sus actividades.
Al principio se tornó difícil, era una especie de tabú mencionar el tema del primer autódromo que se construiría en las faldas del Cerro Campana, en Capira.
Era un proyecto ambicioso, que murió en su cuna hace doce años.
La edificación del autódromo intercontinental de Campana estaba cifrada entre 3 y 5 millones de dólares. Era una opción permanente para cuando se empezara la construcción del aeropuerto de Río Hato. Ahora no existe en Panamá ninguna opción para los corredores de automóviles.
La construcción del autódromo de Campana estaba programada sobre un terreno de 50 hectáreas, el cual sería acondicionado para realizar competencias nacionales e internacionales, con capacidad para 40 mil personas.
Uno de los dirigentes de la Asociación de Automovilismo de Panamá, Dante Pescetto, parecía tener un nudo en la garganta cuando nos respondió que ya ese proyecto se descartó.
“Hay demandas”, dijo sin ir más allá.
Indicó que los socios -entre 38 a 40- están pensando en otros proyectos, pero sin adelantar nada.
Pescetto restó importancia al proyecto de Campana, “porque no vale la pena”.
Estas instalaciones se encuentran abandonadas, llenas de malezas, en medio de potreros. Allí se desarrollarían actividades a motor de todo tipo.
No sería exclusivo para determinado tipo de carro, pues se proyectarían competencias de aceleración, go-car y motocross.
Durante los años de 1998 al 2000, un consorcio colombiano, encabezado por Hassem Pali, adquirió la responsabilidad de crear este autódromo, pero al no terminar esta obra por múltiples causas, fue cedida a otro consorcio colombiano que tampoco pudo concluirla.
El trayecto de la pista cubriría, aproximadamente, 2.7 kilómetros cuadrados.
[B]Panamá América [/B]estuvo en el lugar, propiedad que inicialmente era de Teresa Millán. Según contó un peón que custodia el sitio, la señora Millán era propietaria de la finca “Hacienda Sajalice”, la cual fue vendida a un tercer dueño.
El alcalde de Capira, Iván Saurí, señaló que en esos tiempos, él estaba detrás de los administrativos de ambas compañías para cobrar el impuesto municipal, el cual ascendía a más de 150 mil dólares.
Aun cuando las estructuras construidas están bajo la jurisdicción del distrito de Capira, varios representantes no saben cuál es el verdadero estatus de la obra.
El diputado de La Chorrera, Luis Corbillón, considera que es de mucha urgencia la rehabilitación de este autódromo o, de lo contrario, construir una pista en otro lugar para que cesen carreras callejeras que dejan luto y dolor en varios sectores del país.
Por su parte, el piloto panameño Mario Pescetto señaló que había expectativa que en diciembre del 2001 se corriera un evento internacional en el nuevo autódromo de Panamá, pero eso nunca sucedió.
En esos tiempos, Pescetto preparaba su vehículo y estaba muy optimista por los avances que tenía la obra.
Consideraba que con el autódromo internacional resurgiría el automovilismo en Panamá.
“Se pensó en grande, ya que se tenía proyectado realizar entre cuatro a seis carreras internacionales al año”, añadió.
En el lugar también se tenía programado realizar ferias libres de venta de automóviles nuevos y usados. Existían empresas nacionales y extranjeras interesadas en desarrollar el proyecto.
Muchos fanáticos
- Todavía se recuerdan en Panamá las hazañas que escribiera el corredor de autos Rodrigo Terán, ganador de los mejores eventos en las pistas de Albrook y Río Hato, en Coclé.
detalles del proyecto fallido
50- hectáreas que abarcaría este importante proyecto que se levantaría en el sector de Campana.
- mil personas es la capacidad que tendría el autódromo y donde se efectuarían otros eventos.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.