Familiares de Jair rechazan informe forense

Padres de familia, maestros y estudiantes de la escuela Manuel Urbano Ayarza cerraron ayer, la vía Transístmica, a la altura del corregimiento de Cativá, exigiendo justicia para el niño Jair Mendoza David, quien fue encontrado muerto el pasado domingo, cerca de las instalaciones del Instituto Profesional y Técnico de Colón.
Los manifestantes rechazan el informe presentado por el médico forense Carlos de Bernad, quien luego de realizar una segunda autopsia al menor, declarara como posible causa del deceso asfixia por inmersión.
La protesta que generó un tranque descomunal por espacio de 20 minutos continuará todos los días hasta que las autoridades esclarezcan la verdadera causa de la muerte del niño, según los manifestantes, quienes rechazan las revelaciones de medicatura forense.
Felipe Molino, Presidente del club de Padres de Familia de esta escuela señaló que "es ilógico que el niño se ahogara, si su cuerpo se encontraba a más de 700 metros de una quebrada, y afirmó que "no somos ciegos, tampoco pueden engañarnos, aunque no seamos expertos, si analizamos y pensamos".
Molino expresó su deseo de que las autoridades se pronuncien pronto y expliquen lo que le sucedió al niño, a la vez que aseguró que se mantendrán vigilantes de cada informe para que "que no nos tapen el sol con la mano ya que todo lo que han dicho es mentira, cuentos chinos que están inventando".
Añadió que estas protestas son la única forma de que nos escuchen por que el mensaje llega más rápido.
Posteriormente se celebró una misa en la Iglesia Jesús Pan y Vino, del corregimiento de Cativá, para conmemorar un aniversario de la escuela, pero tras el lamentable hecho, sirvió para orar por el menor.
Sin embargo, mientras esto sucedía, a la vivienda de la familia de Javier llegaban amigos para solidarizarse y el abuelo del menor, Gabriel Mendoza, reiteraba que no comprendía lo que estaba pasando, haciendo referencia a las declaraciones del forense "si murió por inmersión, entonces significa que alguien lo ahogó".
El padre del niño, Javier Antonio, se reunió con la cónsul de Colombia en Colón, Rosmery Martínez Rosales a quien pidió que intercediera para que se investigue el caso y la muerte de su hijo no quede impune.
La diplomática afirmó que las autoridades de su país están pendientes y estarán en contacto con los funcionarios que investigan el hecho.
Los padres de familia conformaron un equipo, junto con maestros, a los que se le unieron estudiantes del IPTC, quienes recorrieron el lugar donde fue encontrado el cuerpo del menor, y así confirmar qué riachuelo o quebrada está cerca de ese lugar.
Los estudiantes del IPTC rechazaron versiones sobre posibles quebradas que se inundan o crecen por las lluvias detrás del colegio.