La Normal cambió el estilo de vida de los santiagueños
- José Manuel Adames
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- @josemadamesv
La construcción de la escuela Normal Juan Demóstenes Arosemena marcó un hito cultural, económico y social para el pueblo de Santiago de Veraguas, que para ...

La Normal cambió el estilo de vida de los santiagueños
La construcción de la escuela Normal Juan Demóstenes Arosemena marcó un hito cultural, económico y social para el pueblo de Santiago de Veraguas, que para ...
La construcción de la escuela Normal Juan Demóstenes Arosemena marcó un hito cultural, económico y social para el pueblo de Santiago de Veraguas, que para 1930 solo era un caserío con poco más que una iglesia, un parque, un hospital y otras edificaciones coloniales que se comunicaban entre sí por callejones de tierra.
Para muchos, Santiago de Veraguas llegó a convertirse en ciudad con el boom que generó la realización de esta impresionante obra. Y es que junto con ella se llevaron a cabo otras construcciones importantes para los santiagueños, como el primer sistema de alcantarillado sanitario, la pavimentación de las principales calles, el mercado público, el matadero municipal, el edificio de la unidad sanitaria, el Instituto Nacional de Agricultura (INA), el teatro María Luisa y otras.
El profesor Vicente Antonio Caballero, docente jubilado y egresado de la escuela Normal, cuenta que el doctor Juan Demóstenes Arosemena consideró que Santiago era una ruta importante en el interior y un punto estratégico para trasladar la escuela Normal de Institutoras y lograr el despegue de la educación nacional hacia todo el país.
En aquellos días, la idea del doctor Arosemena de construir una estructura tan inmensa en el interior del país fue rechazada por muchos que se verían afectadas al tener que trasladarse de la capital a la pequeña ciudad de Santiago. Muchos no creyeron en ella y hasta llegaron a pensar que se quedaría vacía por años.
Según Caballero, levantar los edificios que albergarían la escuela Normal no fue tarea fácil, tomando en cuenta que en 1936, cuando se inició la construcción, Santiago era un pueblo rural con escasa mano de obra calificada y falta de caminos y carreteras por los que trasladar todo el material que sería utilizado.
Para ello fue necesario que Arosemena contratara a expertos de España, Italia y otros países para erigir la obra. Además se abrieron cientos de plazas de trabajo para jornaleros, peones y albañiles de Veraguas y provincias centrales. El encargado fue el ingeniero italiano Luigi Caselli.
Según Edwin Silvera, autor del libro "Veraguas por dentro", a Caselli lo acompañaron Ernesto Stecco, Francisco Coliche, Domingo Scaro, Ángelo Bee, Alberto Alloisio y Francisco Latorraca, de origen italiano, y los españoles Bartolo Pascual y Manuel Fernández, quienes eran expertos talladores.
La escuela Juan D. Arosemena fue contruida con visión de futuro
El costo de la obra es otro dato curioso. Con la contratación de cientos de trabajadores y expertos europeos, el transporte de equipos y materiales a larga distancia, la extracción de rocas y demás gastos de construcción, el proyecto no superó los dos millones de dólares, según Dora Bernal de Hernández, actual directora.
Es impresionante saber que en un terreno de 42,500 metros cuadrados, de los cuales 3,921 m se destinaron para dormitorios, 4,123 m para edificios de enseñanza, 870 m para las casas del director y subdirector, y
518 m dedicados a pasillos, se construyera esta obra en menos de dos años para que fuera inaugurada a las 4:00 de la tarde del domingo 5 de junio de 1938.
La Escuela Normal fue construida con una visión futurista y por la necesidad de aquel entonces de formar a los maestros que el país necesitaba. Arosemena, con esa idea, fijó su mirada en el interior de la República, que en aquellos años estaba muy olvidado y no quería que todo el desarrollo del país se centrara solo en las ciudades de Panamá y Colón.
Al parecer hubo otras familias europeas que también llegaron a Veraguas a trabajar en la Normal, entre las que se menciona a los Vaña y los Malek, quienes eran conocedores de la extracción de piedra y el funcionamiento de canteras.
Las murallas del colegio, al igual que las bases de todas las paredes, la casa del director, la lavandería y la actual capilla, fueron hechas de piedra dura extraída de una cantera ubicada en el camino que conducía hacia a San Francisco de la Montaña.
Otras de las dificultades que se enfrentó en aquel tiempo por la falta de carretera fue el transporte de materiales, el cual se hacía a través de barcos a vapor desde el puerto de Panamá hasta el puerto de Aguadulce y luego se llevaban en carretas hasta Santiago.
Para muchos es increíble cómo en un inmenso llano en el pueblo de Santiago se construyó una obra tan perfecta que incluso esconde un pasadizo secreto que lleva hasta un fortín subterráneo hecho de piedra ubicado bajo el aula máxima, el cual, según cuentan algunos viejos maestros, debía ser utilizado por los estudiantes y docentes ante una catástrofe u otro caso de emergencia.
De este tipo de construcción con paredes de roca sólida surgió un nuevo estilo de viviendas en Santiago, las que en su mayoría eran de quincha o ladrillo. Las familias pudientes y adineradas de ese tiempo copiaron el concepto de la Normal y construyeron casas de piedra con techos de teja que hasta hoy siguen en pie.
El edificio de la escuela Normal de Santiago es una incomparable obra de arte. Su estructura es la más imponente de todos los colegios del país y una de las más grandes de América. Sin duda, su diseño arquitectónico, su fachada de estilo plateresco y su incalculable valor artístico hacen de ella una creación portentosa.
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