En los centros de salud de la región se lleva el control de la edad, peso y talla de los niños y niñas
ONU financia lucha contra desnutrición entre ngäbes
Según la ONU, un 93% de los más de 154,000 habitantes de esta etnia indígena panameña está viviendo en condiciones de extrema pobreza. En el caso de desnutrición severa, si no mejora la criatura con los planes que se ejecutan, se les lleva a los centros de rehabilitación como Nutre Hogar.
Ante los preocupantes niveles de desnutrición en la población infantil de la comarca Ngäbe-Buglé, al occidente del país, el Gobierno panameño recibe financiamiento internacional para la ejecución de planes dirigidos a disminuir las deficiencias alimentarias y la pobreza en la región de forma integral.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) ha estado financiando al Gobierno de Panamá en la elaboración de tres planes nacionales de alimentación, dijo la consultora de Nutrición y Seguridad Alimentaria del Programa Mundial de la ONU Eyra Mojica.
Los planes son el de Prevención y Desnutrición Infantil, el de Prevención de la Deficiencia de Micronutrientes a nivel nacional y el de Seguridad Alimentaria Nutricional, manifestó Mojica a Panamá América.
Explicó que el tipo de estrategia que implementa la ONU establece el suministro a los afectados por desnutrición de unas pastillas para mejorar la condición nutricional, un alimento nutricereal y atención primaria a las embarazadas.
También incluye el programa de fortificación del arroz y porotos para que los produzcan y mejoren su tipo de alimentación.
En tanto, Xalteva Zúñiga, nutricionista del Patronato de Servicio Nacional de Nutrición, informó que actualmente se están implementando en la comarca Ngäbe-Buglé varios programas de granjas autosostenibles con diversas metas.
Las granjas son seleccionadas dependiendo de los distritos donde existan mayores índices de pobreza, según los estudios realizados en coordinación con el Ministerio de Salud, para mejorar las condiciones en estos lugares donde hay mayor incidencia de casos, señaló Zúñiga.
Milner Vásquez, funcionario del Ministerio de Salud (Minsa) en la región de Soloy, consideró que la entidad, a través del Departamento de Nutrición, ha logrado disminuir en los últimos años los niveles de desnutrición dentro del sector comarcal.
Mencionó los programas de alimentación complementaria donde a las madres se les entrega nutricereal para que lo suministren a los niños y niñas entre 6 y 59 meses de edad.
Vásquez sostuvo que los índices de desnutrición que se dan en la comarca han disminuido, como es el caso de las comunidades de Hato Chamí y Soloy, donde las cifras han disminuido de 17 a 18% en casos moderados.
Piden más apoyo
Según Victoriano Sandoya, miembro de la comunidad de Hato Chamí, en el distrito de Nole Duima, los originarios de la comarca necesitan apoyo del Estado en el sector agrícola para ir mejorando la condición socio-económica en estas áreas rurales.
Las autoridades están brindando parte del apoyo pero no el debido, porque la mayoría de las veces necesitamos insumos para seguir produciendo la tierra para que se puedan producir muy buenos productos, sostuvo Sandoya
Celio Guerra, presidente del Congreso Tradicional de la comarca Ngäbe-Buglé, consideró que la poca producción en las tierras comarcales obedece a la falta de suelos fértiles, escasez de herramientas, falta de apoyo técnico y de semillas de calidad.
Guerra aseveró que si la participación de las instituciones es mínima, los índices de pobreza y desnutrición se mantendrán en aumento en la comarca, porque los indígenas solo producen para su consumo.
Otro de los factores que afecta a los pocos productores indígenas es que no tienen un sistema de comercialización, dijo Guerra.
También señaló que las autoridades promueven la agricultura, introduciendo semillas foráneas como pepino, remolacha, nabo y otras variedades que los originarios no conocen y no consumen, lo que no favorece el desarrollo de la producción agropecuaria.
Fomentan cultivo de tubérculos y cría de puercos
Las granjas autosostenibles que se han creado en la comarca abarcan cultivos de tubérculos como la yuca, el otoe y el ñame.
Xalteva Zúñiga, del Patronato de Servicio Nacional de Nutrición, dijo que lo que se hace es tratar de conformar asociaciones en los lugares donde hay incidencia de deficiencia alimenticia para que no trabajen en forma individual, sino que establezcan un grupo en una comunidad para que consuman los productos que ellos mismos produzcan.
Una de estas comunidades, señaló Zúñiga, es Hato Chamí, donde once familias se mantienen sembrando yuca, otoe, ñame, y también crían gallinas ponedoras y pollos de ceba.
El Patronato, en estas áreas ya evaluadas, les brinda un fondo, dependiendo de los patrocinadores, que permite el inicio de los proyectos con la entrega de bolsas de alimentos, cremas nutricionales y se les da alimentos para iniciar los proyectos.
Otro de los programas vigentes es el suplemento de sal y hierro que se les da desde los 4 meses de edad para evitar niveles de anemia, además, las autoridades de Salud suministran vitamina A para evitar ceguera en los niños.
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