Un vino chiricano de mucha calidad
Publicado 2006/08/18 23:00:00
- VÃctor A. Santos J.
Los licores orgánicos son los mejores porque no contienen químicos.
Cuando se habla de vinos, siempre vienen a la mente las jugosas frutas, las grandes bodegas de fermentación y los sofisticados equipos que sólo poseen las fábricas internacionales de primera línea para producir el codiciado licor.
Sin embargo, en Panamá hay personas que se las han ingeniado para sacar un producto que quizás no tiene un gran mercado, pero que es libre de químicos.
Abelardo Coba, a quienes todos llaman "Don Coba", es un conocido productor. Para él, todo nació por tradición familiar, pero jamás ha pensado hacerse rico con este negocio, pero sí ha sabido aprender a degustar un licor de excelente calidad.
El sabe hacer este néctar de manera artesanal, sin las grandes complicaciones de una industria.
Explicó que empezó haciendo ensayos hace 12 años y después de un periodo pudo ver los primeros resultados. Finalmente, logró obtener un producto de excelente calidad y digno de la sociedad.
Artesanalmente, produce vinos de mora, noni, borojó, fresa, guanábana, toronja, ciruela, arándano, y se encuentran en procesos otros, como el de guayaba, ruibarbo y naranjilla. Aclaró que todo el proceso es orgánico, y para ello tarda de 20 a 60 días desde que se recoge la fruta.
En unas tinas, se realiza el proceso de fermentación, allí se deja por más de 30 días. Después se saca el afrecho de la fruta, se cuela y sólo se deja el líquido, que después se deposita en otro barril para que se sedimente.
Se pasa a otro barril, en el que se deja por más de dos meses para permitir que el líquido añeje y "¡zas!, ya está listo!".
Don Coba manifestó que las técnicas de hacer vino son un arte, y cada quien tiene su secreto, por eso muy poco se revelan, pero artesanalmente todo es sencillo.
La mayor parte de la fruta que utiliza para casi todos sus vinos es sembrada por él. Una de ellas es la mora, que crece en su finca y, cuando ya está lista, asciende colina arriba para bajar con las cestas llenas e iniciar el proceso.
Don Coba fabrica sus vinos durante todo el año, pero en muy pocas cantidades. No obstante, siempre trata de tener algo en su casa porque constantemente llegan personas de diferentes partes del país para adquirir su producto.
Además de comprarlo en la residencia del fabricante, estos vinos son ofrecidos en algunos hoteles de la provincia, que han reconocido el valor y la calidad del licor.
Dijo que hay muchos extranjeros que por costumbre tienen este consumo; llegan al lugar en busca del mismo porque le dan mérito a su sabor.
Una botella cuesta B/ 4.00; el litro, B/ 5.00 y el medio galón, B/ 8.00.
Estos vinos se han exhibido en ferias nacionales e internacionales, en las que han sido degustados por chilenos y españoles.
Don Coba espera tener a final año una galera para tener sus vinos.
Sin embargo, en Panamá hay personas que se las han ingeniado para sacar un producto que quizás no tiene un gran mercado, pero que es libre de químicos.
Abelardo Coba, a quienes todos llaman "Don Coba", es un conocido productor. Para él, todo nació por tradición familiar, pero jamás ha pensado hacerse rico con este negocio, pero sí ha sabido aprender a degustar un licor de excelente calidad.
El sabe hacer este néctar de manera artesanal, sin las grandes complicaciones de una industria.
Explicó que empezó haciendo ensayos hace 12 años y después de un periodo pudo ver los primeros resultados. Finalmente, logró obtener un producto de excelente calidad y digno de la sociedad.
Artesanalmente, produce vinos de mora, noni, borojó, fresa, guanábana, toronja, ciruela, arándano, y se encuentran en procesos otros, como el de guayaba, ruibarbo y naranjilla. Aclaró que todo el proceso es orgánico, y para ello tarda de 20 a 60 días desde que se recoge la fruta.
En unas tinas, se realiza el proceso de fermentación, allí se deja por más de 30 días. Después se saca el afrecho de la fruta, se cuela y sólo se deja el líquido, que después se deposita en otro barril para que se sedimente.
Se pasa a otro barril, en el que se deja por más de dos meses para permitir que el líquido añeje y "¡zas!, ya está listo!".
Don Coba manifestó que las técnicas de hacer vino son un arte, y cada quien tiene su secreto, por eso muy poco se revelan, pero artesanalmente todo es sencillo.
La mayor parte de la fruta que utiliza para casi todos sus vinos es sembrada por él. Una de ellas es la mora, que crece en su finca y, cuando ya está lista, asciende colina arriba para bajar con las cestas llenas e iniciar el proceso.
Don Coba fabrica sus vinos durante todo el año, pero en muy pocas cantidades. No obstante, siempre trata de tener algo en su casa porque constantemente llegan personas de diferentes partes del país para adquirir su producto.
Además de comprarlo en la residencia del fabricante, estos vinos son ofrecidos en algunos hoteles de la provincia, que han reconocido el valor y la calidad del licor.
Dijo que hay muchos extranjeros que por costumbre tienen este consumo; llegan al lugar en busca del mismo porque le dan mérito a su sabor.
Una botella cuesta B/ 4.00; el litro, B/ 5.00 y el medio galón, B/ 8.00.
Estos vinos se han exhibido en ferias nacionales e internacionales, en las que han sido degustados por chilenos y españoles.
Don Coba espera tener a final año una galera para tener sus vinos.
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