Urge legar un futuro prometedor a los jóvenes
- Por Riccardo Francolini Arosemena
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- - Publicado: 17/9/2019 - 12:00 am
Hoy, quiero dedicar mi acostumbrada columna de los martes a los jóvenes de nuestro país, a los que dentro de algunos años tendrán la gran responsabilidad de encargarse de las riendas de la nación panameña, es decir, a sus hijos y a mis hijos, que merecen un mejor futuro que el nuestro y para poder lograr esa meta, todos debemos trabajar hacia ese objetivo.
Sin embargo, analizo el actual escenario de nuestro país y siento preocupación por lo que está ocurriendo, producto de falta de políticas públicas dirigidas hacia la familia, y en particular hacia los jóvenes panameños. Con suma tristeza vemos cómo muchos adolescentes pierden el norte de sus vidas y se dejan llevar por corrientes equivocadas, por grupos dedicados a la delincuencia, al crimen organizado, al flagelo del narcotráfico.
Hay varios factores que están afectando a nuestra juventud, los vicios del alcohol, la droga, la falta de trabajo, de oportunidades, la falta de orientación en el hogar, la ausencia de la madre o el padre en el hogar y hasta la tecnología está influyendo gravemente en el desarrollo de nuestros jóvenes. Lamentablemente estos factores contribuyen a producir deserción escolar, reclutamiento por parte de organizaciones criminales, embarazo en las adolescentes y hasta el suicidio.
Este no es el Panamá que queremos para nuestros hijos, sino aquel país que le ofrezca grandes oportunidades para tener una excelente educación, crecer y contribuir como lo hacen miles de hombres y mujeres hoy día. Necesitan las mismas oportunidades que nuestros padres, parientes y amigos, y la sociedad nos dieron a nosotros en su momento también. Los jóvenes tienen derecho a aspirar a una mejor calidad de vida.
Pienso que las autoridades deben prestarle mayor preponderancia a las estadísticas de los casos de suicidio que se han registrado en nuestro país, porque en el último lustro, el suicidio se ubica entre las cinco principales causas de muerte en Panamá. Esto sin mencionar las estadísticas de madres adolescentes cuyas cifras son alarmantes y nos obligan a todos, en general, a buscar las soluciones a estos problemas.
Según la Organización Panamericana de la Salud, la mitad de las muertes de jóvenes entre 10 y 24 años en América se deben a homicidios, accidentes de tránsito y suicidios, todos los cuales se pueden prevenir de acuerdo a este organismo internacional. Cabe destacar que unos 237 millones de jóvenes, entre 10 y 24 años, vive en América, lo que representa una cuarta parte de la población en el continente.
Continuando con las estadísticas, las tres principales causas de muerte entre jóvenes en el continente, el homicidio es la principal causa con un 24 por ciento; seguido de las muertes de tránsito con 20 por ciento y de último el suicidio con 7 por ciento. Este año, por ejemplo, se han registrado en nuestro país varios suicidios, una cifra alarmante de miembros de la Policía Nacional, lo cual urge reflexionar sobre lo que está ocurriendo a lo interno de los estamentos de seguridad. Lo grave de todo esto es que, según la OPS, la tasa de suicidio continúa aumentando en la región.
Otro fenómeno que debe preocuparnos a todos son las madres adolescentes. En América Latina y el Caribe hay la tasa más alta de embarazos en adolescentes en el mundo, con un estimado de 66,5 nacimientos por cada mil niñas de 15 a 19 años de edad. América Latina y el Caribe son las únicas regiones que experimentan una tendencia al alza en los embarazos de adolescentes, entre niñas de menores de 15 años.
En síntesis, gobierno, empresa privada, padres de familia, educadores y toda la comunidad en general deberían estar conscientes de que hay problemas graves y si es cierto aquello de que la educación es el proyecto estrella del gobierno de Laurentino Cortizo, entonces que proceda para salvar el sistema educativo del país.
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