Las piscinas y el asma
Publicado 2006/07/19 23:00:00
- As.com/
Niños que nadan en piscinas cubiertas podrían estar exponiéndose a desarrollar asma.
UN ESTUDIO encontró que las tasas de asma y silbido respiratorio infantil aumentaron en un 2 o 3% en cada piscina cubierta analizada.
Los investigadores de la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica, creen que la clave podría ser la exposición al cloro que se usa para mantener las piscinas limpias.
Pero otros expertos subrayan que mientras se mantengan los niveles de cloración en las piscinas no hay evidencia de que aumenten los riesgos de asma en los niños.
"Hasta ahora ningún estudio ha establecido una relación directa entre la prevalencia de asma en los niños que nadan desde pequeños", dijo el doctor Javier Elorz, de la Unidad de Neumología Infantil del Hospital de Basurto, en Bilbao, España.
"Así que no podemos sacar una conclusión clara", afirma.
"Lo que sí se ha demostrado es que existe una relación entre el aumento de la prevalencia de asma y la práctica de natación a nivel profesional", indica el experto.
El estudio publicado en la Revista de Medicina Ocupacional y Ambiental indica que se deben evaluar los efectos a largo plazo de la exposición al cloro en los sistemas respiratorios de los niños.
Agregan que deben establecerse sistemas adecuados de ventilación en las piscinas y los niveles de cloro que se usan deben ser regulados.
Los investigadores analizaron las tasas de asma, silbido respiratorio, fiebre de heno, rinitis alérgica y dermatitis atópica de unos 190,000 niños de 13 y 14 años de 21 países europeos.
Compararon estas tasas con el porcentaje de piscinas cloradas por cada 100.000 habitantes en los países estudiados.
Este número variaba entre Europa oriental y occidental, desde una piscina por cada 50,000 personas en Europa occidental, hasta una por cada 300, 000 personas en Europa oriental.
El resultado mostró que aún tomando en cuenta factores como riqueza, clima y altura, parece haber una fuerte relación entre el asma y el acceso potencial a las piscinas.
Según el estudio, la tasa de silbido respiratorio aumentó en 3, 39% por cada piscina cubierta clorinada. De igual forma, la tasa de asma aumento en 2, 73%.
Los datos recientes indican que en los últimos 30 años el asma se ha triplicado en los países desarrollados.
Según los investigadores, el aumento de asma en Europa occidental podría al menos en parte atribuirse al incremento en la exposición de cloro en los niños en el aire y agua de las piscinas cubiertas.
Sin embargo, tal como señala el doctor Javier Elorz, "hasta ahora no se han realizado estudios que sigan a los niños que han ido a piscinas desde la época de lactancia para ver si desarrollan asma o no".
"El riesgo sólo se ha demostrado cuando se practica natación a nivel profesional, no en los niños que acuden a las piscinas", indica el experto.
"Pero es necesario -dice- que en las piscinas existan niveles de cloración del agua dentro de los límites establecidos y que la ventilación de las instalaciones sea adecuada".
El experto agrega que "nadar es una excelente forma de ejercicio para los niños que tienen asma ya que se desarrolla en un sitio húmedo y cálido que es la temperatura que teóricamente menos induce la enfermedad".
El asma es una inflamación de las vías respiratorias. Cuando se padece esta enfermedad, las vías respiratorias tienden a hincharse y llenarse de mucosidad. Los músculos que las rodean se comprimen. Todo esto produce un estrechamiento de las vías respiratorias que dificulta la exhalación del aire.
Los investigadores de la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica, creen que la clave podría ser la exposición al cloro que se usa para mantener las piscinas limpias.
Pero otros expertos subrayan que mientras se mantengan los niveles de cloración en las piscinas no hay evidencia de que aumenten los riesgos de asma en los niños.
"Hasta ahora ningún estudio ha establecido una relación directa entre la prevalencia de asma en los niños que nadan desde pequeños", dijo el doctor Javier Elorz, de la Unidad de Neumología Infantil del Hospital de Basurto, en Bilbao, España.
"Así que no podemos sacar una conclusión clara", afirma.
"Lo que sí se ha demostrado es que existe una relación entre el aumento de la prevalencia de asma y la práctica de natación a nivel profesional", indica el experto.
El estudio publicado en la Revista de Medicina Ocupacional y Ambiental indica que se deben evaluar los efectos a largo plazo de la exposición al cloro en los sistemas respiratorios de los niños.
Agregan que deben establecerse sistemas adecuados de ventilación en las piscinas y los niveles de cloro que se usan deben ser regulados.
Los investigadores analizaron las tasas de asma, silbido respiratorio, fiebre de heno, rinitis alérgica y dermatitis atópica de unos 190,000 niños de 13 y 14 años de 21 países europeos.
Compararon estas tasas con el porcentaje de piscinas cloradas por cada 100.000 habitantes en los países estudiados.
Este número variaba entre Europa oriental y occidental, desde una piscina por cada 50,000 personas en Europa occidental, hasta una por cada 300, 000 personas en Europa oriental.
El resultado mostró que aún tomando en cuenta factores como riqueza, clima y altura, parece haber una fuerte relación entre el asma y el acceso potencial a las piscinas.
Según el estudio, la tasa de silbido respiratorio aumentó en 3, 39% por cada piscina cubierta clorinada. De igual forma, la tasa de asma aumento en 2, 73%.
Los datos recientes indican que en los últimos 30 años el asma se ha triplicado en los países desarrollados.
Según los investigadores, el aumento de asma en Europa occidental podría al menos en parte atribuirse al incremento en la exposición de cloro en los niños en el aire y agua de las piscinas cubiertas.
Sin embargo, tal como señala el doctor Javier Elorz, "hasta ahora no se han realizado estudios que sigan a los niños que han ido a piscinas desde la época de lactancia para ver si desarrollan asma o no".
"El riesgo sólo se ha demostrado cuando se practica natación a nivel profesional, no en los niños que acuden a las piscinas", indica el experto.
"Pero es necesario -dice- que en las piscinas existan niveles de cloración del agua dentro de los límites establecidos y que la ventilación de las instalaciones sea adecuada".
El experto agrega que "nadar es una excelente forma de ejercicio para los niños que tienen asma ya que se desarrolla en un sitio húmedo y cálido que es la temperatura que teóricamente menos induce la enfermedad".
El asma es una inflamación de las vías respiratorias. Cuando se padece esta enfermedad, las vías respiratorias tienden a hincharse y llenarse de mucosidad. Los músculos que las rodean se comprimen. Todo esto produce un estrechamiento de las vías respiratorias que dificulta la exhalación del aire.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.