Un centro para conservar ranas doradas amenazadas por hongos

Organismos ambientales y científicos de Panamá y Estados Unidos crearán un centro para la conservación de la rana dorada y otras especies de anfibios amenazadas por los ataques de un hongo.
La Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM) autorizó el miércoles empezar la recolección de ranas doradas "para iniciar el componente de investigación del Centro para la Conservación de Anfibios", según una nota de prensa de esa entidad.
El centro está en proceso de construcción en el zoológico El Níspero, ubicado en el Valle de Antón, unos 100 kilómetros al oeste de la capital panameña.
El proyecto de conservación arrancará con la rana dorada, pero después incluirá otras especies de anfibios amenazadas por el hongo quítrido ("Batrachochytrium dendrobatidis"), explicó a Acan-Efe una portavoz de la ANAM.
El centro es una iniciativa de la ANAM, los zoológicos El Níspero y de Houston, y el Instituto Smithsonian, con el respaldo de la Sociedad de Zoológicos y Acuarios de EEUU, el jardín botánico Summit de Panamá y otros organismos científicos, refirió el comunicado.
La directora de Areas Protegidas y Vida Silvestre de la ANAM, Aleyda Salazar, explicó que la iniciativa surgió por la necesidad de contar con un reservorio de rana dorada y otros anfibios "ante el daño que está causando el hongo quítrido a estas especies". Este será "el primer centro de conservación de anfibios en Latinoamérica".
Papá, ¿por qué se acabó el agua?
Entonces, siento un nudo en la garganta; no puedo dejar de sentirme culpable, porque pertenezco a la generación que terminó de destruir el medio ambiente o simplemente no tomamos en serio tantas advertencias.
Ahora nuestros hijos pagan un alto precio y sinceramente creo que la vida en la tierra ya no será posible dentro de muy poco porque la destrucción el medio ambiente llegó a un punto irreversible.
¡Como quisiera regresar el tiempo y hacer que toda la humanidad comprendiera esto cuando aún podíamos hacer algo para salvar a nuestro planeta tierra!

Cuando mi hija me pide que le hable de cuando era joven le describo lo hermoso que eran los bosques, le hablo de la lluvia, de las flores, de lo agradable que era bañarse y poder pescar en los ríos y embalses, beber toda el agua que quisiera, lo saludable que era la gente. Ella me pregunta: Papá, ¿por qué se acabó el agua?