La Exposición, entre lotes baldíos y desarrollo urbano
- José Alberto Chacón (jose.chacon@epasa.com)
Medio centenar de estructuras de valor histórico, arquitectónico y urbanístico han sido derruidas en el barrio que creó el visionario Belisario Porras. Cada vez que se tumba un ladrillo, cae en pedazos la historia del sitio; sin embargo, otros creen que esta es un área que se regenera sola.

En los últimos 10 años, más de 50 edificios, residencias o viejos caserones se han derribado a lo largo del barrio La Exposición, según datos del Colegio de Arquitectos de Panamá.
El sitio, que fue muchos años atrás el orgullo de la ciudad, se ha ido convirtiendo en un área de lotes baldíos y rascacielos que literalmente están sepultando la historia de aquella gran manzana panameña.
Manuel Choy, presidente de la Comisión de Patrimonio Histórico de la Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos (Spia), contó que en los últimos años se han acabado con estructuras de valor histórico, cultural y urbanístico en el barrio La Exposición. “Cada vez que se conoce de algún nuevo proyecto, esta comisión envía una carta al Departamento de Patrimonio Histórico del Inac sugiriéndoles un análisis del impacto urbano e histórico que provoca el derribo de un caserón neocolonial”, dice.
Por su parte, Juan Porcell Perigault, miembro de la Red Ciudadana Urbana, señaló que esa zona tiene un tremendo valor histórico y urbano porque hubo y existen estructuras emblemáticas que deben ser protegidas. Perigault también contó que, a pesar de que por debajo de este barrio pasa el metro, esto no afecta en lo mínimo al barrio.
“Precisamente se decidió que el tramo subterráneo se ubicara por debajo de La Exposición porque no queríamos afectar aquel patrimonio”.
Otros como el urbanista Álvaro Uribe, no ven mayor problema al reemplazo de casas viejas por grandes edificios. Incluso, a juicio de Uribe, el cruce del metro por debajo de aquella zona le da un valor agregado. “Con el metro, el valor de la zona aumenta porque se han ampliado algunos andenes (veredas) y porque mucha gente que se dirige hacia allá ya no tiene que usar automóviles”.
Uribe también explicó que los edificios que se han derribado son sustituidos por estructuras para albergar oficinas y que estas nuevas moles “no perjudican en nada el aspecto urbanístico de La Exposición y Bella Vista, ya que son zonas que fueron hechas para reciclarse; es decir, que poseen los terrenos adecuados para soportar tales estructuras”.
Su historia
Cuando el presidente Belisario Porras asumió el poder Ejecutivo en 1912, la deuda pública del país ascendía a un millón de dólares.
El país estaba atrasado y el estrenado presidente quería insertar a Panamá en el desarrollo y modernizar la capital. Salvo el Casco Antiguo, San Felipe, Santa Ana y el área canalera, no había otras zonas urbanas modernas en un país que solo era habitado por 340,000 personas, casi la misma cantidad de ciudadanos que hoy residen en el distrito de San Miguelito.
Entonces, para levantar la cara del país, celebrar el IV centenario del descubrimiento del Mar del Sur y la inauguración del Canal de Panamá, Porras aprobó la Ley N.° 42 de 13 de diciembre de 1912 que hacía obligatoria la realización de una feria agrícola, a través de la Exposición Internacional de Panamá con 13 pabellones que serían representados varios países invitados.
En principio, solo se habían invitado a países del continente americano y España, pero los comerciantes locales exigieron su participación. Así pues, países de otros continentes también se unieron a la gran actividad.
Cabe destacar que el gobierno panameño de esa época prácticamente donó los terrenos donde se debían montar los pabellones de las naciones participantes para que luego de la actividad, construyeran allí mismo las sedes de sus embajadas.
Posteriormente, ya con el proyecto en marcha varios fueron los países que confirmaron su participación, entre ellos, España, Guatemala, Cuba, México, Venezuela, Ecuador, Inglaterra y Estados Unidos.
De aquella exposición internacional también sobreviven los edificios de la Procuraduría de la Administración, la Gobernación y algunas otras estructuras. Sin embargo, otras edificaciones de importancia histórica y arquitectónica se fueron erigiendo luego de la exposición que estuvo abierta entre el 6 de febrero de 1916 al 31 de mayo del mismo año.
Debido a que Belisario Porras gobernó tres periodos seguidos (1912-1924) se levantaron edificios como el de los Archivos Nacionales, el Instituto Conmemorativo Gorgas, el Hospital Santo Tomás, la Plaza Porras (antigua Plaza Cervantes), el edificio de la Procuraduría General de la Nación, entre muchos otros. En total, en la época Porras, en el barrio La Exposición, que debe su nombre a la actividad organizada por aquel político visionario, se levantaron más de 200 edificios y caserones, según datos del Colegio de Arquitectos de Panamá.
De igual forma, en los años 50 y 60 del siglo XX, surgieron estructuras de valor urbanístico e histórico que desafortunadamente ya no existen.
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