La grandeza de la última cena
Monseñor Rómulo Emiliani cmf | [email protected] |Cada vez que se celebre una eucaristía en el mundo, allí estará Cristo, su alma, su cuerpo, su sangre y su divinidad. Él se va pero se queda.
Cada vez que se celebre una eucaristía en el mundo, allí estará Cristo, su alma, su cuerpo, su sangre y su divinidad. Él se va pero se queda.
Dividimos la vida en años, que dependen de la vuelta que da la tierra alrededor del sol. Y está bien.
La vida, ese conductor que nos lleva por una carretera escoltada en estrella, puede llegar a ser muy irónica.
La gran causa de la paz entre los pueblos ha perdido energía y, con urgencia, debemos injertar dosis de entendimiento en el corazón de todos los humanos.