Un turismo desordenado, con potencial
Jaime Figueroa Navarro | [email protected] |
Percibimos a nuestros visitantes como estorbos tal cual los funcionarios ojean a los ciudadanos quienes pagan sus salarios, en sus despachos.
Habría que efectuar un inventario de lo que tenemos para pulir su atractivo. Caso en mano, el Casco Antiguo.
En aquellos tiempos las corpulentas cajillas a blanco y negro estaban repletas de transmisores y requerían de antenas para optimizar la imagen.
Amén que la satisfacción de los cruceristas con el puerto de cruceros de Amador no se examina porque seguramente rondaría en números harto negativos.
Tal vez la base de su éxito en dominicana fue plasmar una cultura de turismo, inexistente acá.
El posible sombrío efecto del calentamiento global en nuestro istmo, porque escudriñar sus daños allende no nos exonera de su alcance.
El mundo del turismo está sufriendo cambios exponenciales que sin duda innovarán las reglas vigentes del juego.