
Sobre el aislamiento político del hombre moderno
Arnulfo Arias O. | [email protected] |El ciudadano no dispone voluntariamente, no delega ni le otorga a otros nada en realidad, porque la conciencia de poder está, la mayor de las veces, completamente ausente en él; sí, se siente alienado e impotente ante el curso de eventos en los que parece no tener intervención alguna y las protestas se asimilan, en alguna forma, a los llantos del infante que, encerrado en los barrotes de su cuna, las pretende reventar con sus demandas infantiles, que parecen justas, pero que no puede dirigir en realidad.