
Sobre la desviación de poder
Arnulfo Aras O. | opini[email protected] |En un mundo ideal, no caben las ofensas hacia el ciudadano por parte del empleado público, aún cuando sea el ciudadano que propine adelantado el latigazo de la ofensa; no debería el funcionario, de ninguna categoría, hacer uso del tiempo de servicio en temas personales.