
El vencerá
Monseñor Rómulo Emiliani | [email protected] |No te preocupes, no te angusties, no te desesperes, que Dios nunca será vencido. El combate se torna fiero; Satanás lanza todas sus huestes para destruirte.
No te preocupes, no te angusties, no te desesperes, que Dios nunca será vencido. El combate se torna fiero; Satanás lanza todas sus huestes para destruirte.
En Descartes la sustancia es aquello que no tiene necesidad más que de sí mismo para existir.
Yo te alabo Señor por tu ser, que no tiene principio ni final, ya que no fuiste creado, y eres eterno, oh Dios.
No permitas que la perturbación te arruine la vida, que tus preocupaciones te enloquezcan, que tus miedos te paralicen y te desesperen.
Esperabas un mesías que dijera que solo nos salvaremos los miembros de nuestra iglesia.
¿Pero quién es Dios? Él es la fuente de la vida, quien no tiene principio ni fin, quien creó todo de la nada.
Jesús le pregunta al ciego: ¿qué quieres que haga por ti? Qué vea, le respondió el ciego. Y Jesús responde: que se haga según tu fe. Primero, hay que saber en verdad qué necesitamos, y luego pedir, insistir, clamar con fe, y el Señor nos dará lo que necesitamos.
Las cadenas siempre han sido un signo de autoridad, poder, justicia y muchas veces de atropello a la dignidad humana. Ya solo se usan en cárceles de máxima seguridad, y solo para trasladar por seguridad a un detenido de un lugar a otro. Y lógicamente cuando detienen a alguien y de manera temporal.
Vienes de Dios y a Dios debes ir. Mientras más tomes conciencia de la grandeza infinita de Dios, de su poder absoluto, de su sabiduría sin límites, de su misericordia que es eterna, de que no tiene principio ni fin, más crecerá en ti el deseo de adorarlo y darle culto.
Luego vienen los arrepentimientos, las consecuencias legales, los lutos, la posible venganza de los familiares o del gremio a que pertenecía el asesinado. Los años que se pasan en la cárcel.
Los héroes y heroínas han sido personas iluminadas por el Espíritu, lo sepan o no, que se han desprendido de su comodidad, ubicación segura y tranquila en que se encontraban, para lanzarse al rescate de la humanidad en su entorno, situada muchas veces en abismos de injusticias, pobreza extrema, esclavitud, creando mejores condiciones para los demás. En el campo religioso, Abraham, Moisés, Jeremías, Isaías, Juan el Bautista, y el más grande todos, nuestro Salvador, Jesucristo el Señor.
Si quieres vivir amargado toda la vida, cultiva la envidia, pensamiento y emoción que se nutre de la comparación negativa de lo que el otro tiene y lo que tengo yo. Se desea tener lo del otro, y como no se logra, se busca la manera de denigrarlo, de hacer ver que no se merecía tener lo que posee, y se especula dañando la fama de la otra persona, creando sospechas malignas de su actuación. El envidioso se alegra de cualquier fallo o fracaso del otro, y se enoja mucho de cualquier éxito del envidiado.
Un Padre que es providente, que nunca permitirá que me falte el pan de cada día, que me protegerá y defenderá contra el mal más terrible que es hundirme y perder la vida eterna. Esta gran noticia del Evangelio de Cristo es algo sublime.
Son estas situaciones que han causado dolor, angustia, miedo, rabia, tristeza, y que han quedado impregnadas en nuestro subconsciente. Al no ser asimiladas, comprendidas, están ahí molestando, latentes, pero dispuestas a salir en cualquier momento como fiera enjaulada, rugir y morder.
Cuando una persona tiene ideales y sueños, aunque muchas veces no sean totalmente realizables, pero ahí están, entonces el ser humano está motivado para vivir de manera más plena. Darle un sentido a la vida, tener conciencia de que tengo una misión que cumplir, de que soy un ser importante para algunos o para muchos.
Creer esto es vivir con la confianza y la tranquilidad de que no estamos solos, desprotegidos, hundidos, abandonados. Es caminar por la vida con la seguridad de estar acompañados, defendidos, redimidos, iluminados, guiados.
Pero siempre aparece la muerte como sombra que nos envuelve y aunque modernamente se la quiere ocultar y la gente muere "en silencio" en los cuidados intensivos de los hospitales y se les incinera el cuerpo colocando en una urna las cenizas para no ver el cadáver, siempre está la preocupación de enfermedades terminales, accidentes y vemos la vejez como una señal clara de que el viaje por la tierra está pronto a terminarse.
Pero cuidado, no todos son así de amigos. El que te incita a hacer el mal, a traicionar tus ideales, a ser un mediocre, a promover la inercia en tu vida, el que te busca que no crezcas, que no te superes, ese no es tu amigo.
Si se tienen está bien. Si no se logran pues se sigue adelante porque uno puede vivir sin ellos. Pero hay bienes superiores a los materiales que hay que pelearlos con toda la fuerza y con la pasión más grande posible.