'a1Es posible!... un encuentro con tu otra alma
Publicado 2007/09/01 23:00:00
- Nayla G. Montenegro
Tus manos sudarn como nunca y tu corazón palpitar muy fuerte. En ese momento sabrs que ests en verdadera sintona.
TENGO un alma gemela?, ¿Alguna vez voy a encontrarla?, ¿Cómo sé si estoy con ella ahora?", ¿La puedo reconocer?. La respuesta a estas interrogantes están en tu corazón.
Algunos consideran que el alma gemela puede ser una persona que es muy afín a nosotros, en un plano amistoso, pero no es así. Esta relación no es de amistad.
El alma gemela es solamente esa persona que te corresponde con el amor sublime que se genera en la pareja. Es quien te comprende, quien asimila lo que somos y sentimos con exactitud.
Marcela Ríos, quien ha profundizado en el aprendizaje de las conexiones kármicas, es decir: la relación con personas con las que nos sentimos familiarizados en forma inmediata, nos amplió el concepto.
La mayoría de las personas puede tener varias almas gemelas, y mientras mayor es su tiempo de existencia, asímismo podría crecer el número.
Nuestras almas gemelas nos conocen bien y comparten con nosotros muchas experiencias intensas que nos acercan sentimental y emocionalmente.
Lo que se experimenta al producirse el primer encuentro con tu alma gemela, puede manifestarse con algunas emociones muy especiales, tales como: sentir una energía frenética, que tu corazón deja de latir, una sensación que se transmite por toda la piel, y otras emociones físicas que provocan un deseo interior de estar con esa persona para siempre, nos afirma Marcela.
Todo puede comenzar con un simple intercambio de palabras.
La experiencia de encontrarse con su alma gemela puede provenir de la comunicación que hace nacer los sentimientos que crean un lazo amoroso.
Es importante estar atentos ante estas emociones. En un momento dado, podemos sentirnos muy atraídos hacia alguien, pero siempre será el mismo tipo de enamoramiento; eso quiere decir que es un sentimiento conocido y que no es la persona adecuada. No es un encuentro con tu otra alma, con tu otra parte.
Otra manera de sentir que estamos frente a nuestra alma gemela puede ocurrir después de haber estado con una persona en un número de ocasiones posteriores al primer encuentro, y puede manifestarse repentinamente; sentir celos cuando alguien muestra interés por esa persona, o la repentina aceleración de los latidos del corazón cuando quedamos cerca de ella.
La atadura espiritual de las almas gemelas puede emerger después de un tiempo y usualmente causa un sentimiento como si se hubiera compartido un pasado con esa persona, lo cual implica el presentimiento de un futuro feliz en pareja.
El encuentro con quien hemos sentido como alma gemela nos da la oportunidad de iniciar un romance que podemos hacer crecer hacia algo superior que signifique un lazo amoroso fuerte y duradero con niveles profundos de intimidad y pasión.
Cuando nuestras experiencias reales no alcanzan el nivel que se busca, muchos de nosotros suponemos que no hemos encontrado a la persona adecuada, y cuando la encontremos, nuestro corazón nos dará la señal, quedaremos conformes con la relación.
Lo más bello de ese momento es que cuando las personas se encuentran y se juntan, se crea una energía grandísima.
El saber con claridad que estamos frente a la persona que tanto hemos esperado es algo que sólo nuestro corazón nos dirá, por lo que únicamente debemos escucharlo a él.
Debemos saber que todos podemos tener enamoramientos, atracción o asimilamiento de energías y, como nuestra mente es demasiada hábil, con una sensación de paz o algo confortable, el cerebro nos puede mandar muchas órdenes o reflejos que nos hagan sentir que realmente esa persona es nuestra alma gemela, aunque no lo sea, declaró nuestra entrevistada.
Cuando realmente estamos vecinos al verdadero amor, se experimenta una reacción que nunca hemos sentido con ninguna otra persona.
Algunos de los síntomas nos pueden hacer sentir incómodos, extraños, ya que estamos dando pie a una vibración demasiado alta, por lo que al mismo tiempo experimentamos una sensación muy especial y única.
Todo esto puede pasar aun cuando no hayamos visto a esa persona, razón por la cual siempre debemos de indagar a qué se deben nuestros momentos de inquietud y si vemos a alguien que nos llame la atención, entonces es hora de acercarnos.
Cuando nos unimos con nuestro complemento, con esa otra fuerza que nos corresponde para lograr el equilibrio en todos los aspectos, tanto físico como espiritual, seremos plenamente felices.
Dicha enseñanza se nos ha dado en la Tierra desde la antigüedad. Es como nace la historia de Adán y Eva, que es una alegoría de las almas gemelas.
Ella nos habla que Dios creó a Adán, quien por su misma necesidad de tener una compañera le pidió que le diera otro ser parecido a él para que lo amara. Así hizo a la mujer, pero tomándola del mismo cuerpo y energía de Adán.
Desde la creación existían seres que se dividieron, y uno a otro se crearon para ser dos humanos con diferente esencia, pero que partían de una misma energía.
Incrédulos, desconfiados, escépticos y vacilantes. Así se mostraron diez hombres e igual cantidad de mujeres a las que les preguntamos su opinión sobre el tema. ¿Crees que existen las almas gemelas?
Se niegan a querer o no desean creer, eso es lo curioso, es cuestionable. Es como si se negaran el derecho a disfrutar de un amor intenso y profundo.
La realidad está más allá de nuestras opiniones. Cada uno de nosotros, desde que tenemos vida y corazón, somos parte de este universo. Tan amplio como la mente misma, y misterioso como los sentimientos que nos traicionan, que nos hacen felices e infelices, que nos hacen reír y llorar, que nos elevan y nos dejan caer.
En cualquier momento y lugar, cuando no lo esperas, y sin buscarlo, tu corazón latirá con fuerza, te dará la señal: habrás encontrado a tu alma gemela.
Algunos consideran que el alma gemela puede ser una persona que es muy afín a nosotros, en un plano amistoso, pero no es así. Esta relación no es de amistad.
El alma gemela es solamente esa persona que te corresponde con el amor sublime que se genera en la pareja. Es quien te comprende, quien asimila lo que somos y sentimos con exactitud.
Marcela Ríos, quien ha profundizado en el aprendizaje de las conexiones kármicas, es decir: la relación con personas con las que nos sentimos familiarizados en forma inmediata, nos amplió el concepto.
La mayoría de las personas puede tener varias almas gemelas, y mientras mayor es su tiempo de existencia, asímismo podría crecer el número.
Nuestras almas gemelas nos conocen bien y comparten con nosotros muchas experiencias intensas que nos acercan sentimental y emocionalmente.
Lo que se experimenta al producirse el primer encuentro con tu alma gemela, puede manifestarse con algunas emociones muy especiales, tales como: sentir una energía frenética, que tu corazón deja de latir, una sensación que se transmite por toda la piel, y otras emociones físicas que provocan un deseo interior de estar con esa persona para siempre, nos afirma Marcela.
Todo puede comenzar con un simple intercambio de palabras.
La experiencia de encontrarse con su alma gemela puede provenir de la comunicación que hace nacer los sentimientos que crean un lazo amoroso.
Es importante estar atentos ante estas emociones. En un momento dado, podemos sentirnos muy atraídos hacia alguien, pero siempre será el mismo tipo de enamoramiento; eso quiere decir que es un sentimiento conocido y que no es la persona adecuada. No es un encuentro con tu otra alma, con tu otra parte.
Otra manera de sentir que estamos frente a nuestra alma gemela puede ocurrir después de haber estado con una persona en un número de ocasiones posteriores al primer encuentro, y puede manifestarse repentinamente; sentir celos cuando alguien muestra interés por esa persona, o la repentina aceleración de los latidos del corazón cuando quedamos cerca de ella.
La atadura espiritual de las almas gemelas puede emerger después de un tiempo y usualmente causa un sentimiento como si se hubiera compartido un pasado con esa persona, lo cual implica el presentimiento de un futuro feliz en pareja.
El encuentro con quien hemos sentido como alma gemela nos da la oportunidad de iniciar un romance que podemos hacer crecer hacia algo superior que signifique un lazo amoroso fuerte y duradero con niveles profundos de intimidad y pasión.
Cuando nuestras experiencias reales no alcanzan el nivel que se busca, muchos de nosotros suponemos que no hemos encontrado a la persona adecuada, y cuando la encontremos, nuestro corazón nos dará la señal, quedaremos conformes con la relación.
Lo más bello de ese momento es que cuando las personas se encuentran y se juntan, se crea una energía grandísima.
El saber con claridad que estamos frente a la persona que tanto hemos esperado es algo que sólo nuestro corazón nos dirá, por lo que únicamente debemos escucharlo a él.
Debemos saber que todos podemos tener enamoramientos, atracción o asimilamiento de energías y, como nuestra mente es demasiada hábil, con una sensación de paz o algo confortable, el cerebro nos puede mandar muchas órdenes o reflejos que nos hagan sentir que realmente esa persona es nuestra alma gemela, aunque no lo sea, declaró nuestra entrevistada.
Cuando realmente estamos vecinos al verdadero amor, se experimenta una reacción que nunca hemos sentido con ninguna otra persona.
Algunos de los síntomas nos pueden hacer sentir incómodos, extraños, ya que estamos dando pie a una vibración demasiado alta, por lo que al mismo tiempo experimentamos una sensación muy especial y única.
Todo esto puede pasar aun cuando no hayamos visto a esa persona, razón por la cual siempre debemos de indagar a qué se deben nuestros momentos de inquietud y si vemos a alguien que nos llame la atención, entonces es hora de acercarnos.
Cuando nos unimos con nuestro complemento, con esa otra fuerza que nos corresponde para lograr el equilibrio en todos los aspectos, tanto físico como espiritual, seremos plenamente felices.
Dicha enseñanza se nos ha dado en la Tierra desde la antigüedad. Es como nace la historia de Adán y Eva, que es una alegoría de las almas gemelas.
Ella nos habla que Dios creó a Adán, quien por su misma necesidad de tener una compañera le pidió que le diera otro ser parecido a él para que lo amara. Así hizo a la mujer, pero tomándola del mismo cuerpo y energía de Adán.
Desde la creación existían seres que se dividieron, y uno a otro se crearon para ser dos humanos con diferente esencia, pero que partían de una misma energía.
Incrédulos, desconfiados, escépticos y vacilantes. Así se mostraron diez hombres e igual cantidad de mujeres a las que les preguntamos su opinión sobre el tema. ¿Crees que existen las almas gemelas?
Se niegan a querer o no desean creer, eso es lo curioso, es cuestionable. Es como si se negaran el derecho a disfrutar de un amor intenso y profundo.
La realidad está más allá de nuestras opiniones. Cada uno de nosotros, desde que tenemos vida y corazón, somos parte de este universo. Tan amplio como la mente misma, y misterioso como los sentimientos que nos traicionan, que nos hacen felices e infelices, que nos hacen reír y llorar, que nos elevan y nos dejan caer.
En cualquier momento y lugar, cuando no lo esperas, y sin buscarlo, tu corazón latirá con fuerza, te dará la señal: habrás encontrado a tu alma gemela.
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