Adiós a esos excéntricos amigos

Pese a las tantas segundas partes –a veces de muy mala calidad, pero no por eso menos exitosas– se le suman en ocasiones hasta una tercera o cuarta. Este es el caso de la excéntrica tercera parte de “¿Qué pasó ayer?”

El director Todd Phillips, en el mismo año 2011, logró copiarse a sí mismo con la segunda parte, un argumento similar, pero cambiando de ciudad (Las Vegas por Bangkok) y realizando otra comedia con Zack Galifianakis y Robert Downey Jr. llamada “Todo un parto”, igual y hasta con escenas idénticas a otra sobre dos hombres que no se conocen y deben regresar a sus casas al otro lado del país, de alguna manera, “Mejor solo que mal acompañado”, de 1987 con Steve Martin y John Candy.

Por suerte, Phillips no hizo lo mismo esta vez, y logra darle un digno final a su saga que inauguró un estilo en Hollywood de comedia más zafada, con humor negro.

En esta oportunidad, todo arranca en una perdida cárcel cerca de Bangkok, Tailandia, donde ocurrió la trama de la segunda parte, allí se ve a Mr. Chow escapando de una manera particular. Mientras, en el otro lado del mundo, Alan dejó la medicación y está desquiciado y realizando situaciones más disparatadas, como comprarse una jirafa y llevarla por una autopista de puentes bajos…

Toda esta situación hace reunir a los viejos amigos, un poco alejados de las locuras de Alan, para enviarlo a un centro de rehabilitación. Todo se saldrá de rumbo y Mr. Chow –con una fluida comunicación con Alan– hará su regreso triunfal a los Estados Unidos.

Los robos y un mafioso en la piel de John Goodman, harán que la banda deba regresar a la ciudad de la lujuria: Las Vegas, donde todo comenzó para ellos.

Doug, cuñado de Alan, quedará en custodia mientras sus amigos deben resolver una encrucijada, demostrando que su personaje no ha podido desarrollarse en tres filmes y continúa siendo parte del decorado de la historia.